Fuente: Invertia
Marítima y Portuaria de Chile, Rodolfo García, realizó un detallado análisis del escenario portuario chileno, en el marco de un seminario realizado por la Liga Marítima de Chile.
SANTIAGO, agosto 27.- En una economía abierta y globalizada, la situación de nuestros puertos y del transporte marítimo es un elemento importantísimo para competir con otras naciones. Por ello, a juicio de Rodolfo García, vicepresidente ejecutivo de la Cámara Marítima y Portuaria de Chile, el buen desempeño de nuestros armadores y el rendimiento alcanzado por nuestro sistema portuario debe ser resguardado. Por este motivo, este experto advirtió sobre las seis principales amenazas para el modelo portuario actual, a las cuales hay que prestar atención y buscar soluciones.
En primer término, indicó que el alto nivel de recursos que tiene el Fisco actualmente ha hecho que "algunos se pongan imaginativos para eludir la subsidiariedad del Estado. Por ejemplo, en Punta Arenas, a los directores de la empresa portuaria estatal se les ocurrió que podrían invitar a la Intendencia Regional a invertir en el muelle de cruceros, a través de una donación. Creo que hay que tener ojo con este tipo de ideas que generan turbulencias en un modelo que ha sido transparente y muy competitivo".
En este sentido, como segunda amenaza, resaltó las acciones que ahora desde el Estado pueden venir a alterar la justa y leal competencia. Prueba de ello, es la situación ocurrida recientemente con la Empresa Portuaria de San Antonio, a la cual se le asignaron 58 hectáreas de terreno a un tercio del precio de mercado. "Si la empresa -indicó- licita estos terrenos no habrá problema porque el mercado regulará dichos precios. Sin embargo, si la misma los utiliza, se generará una distorsión en el modelo, ya que compite deslealmente con todas las empresas que han invertido en dicha ciudad e incluso en Valparaíso".
DIRIGENTES SIN BASE Y COMPENSACIONES
En el Seminario "Valparaíso: Vórtice de la indefinición", organizado por la Liga Marítima de Chile, este dirigente gremial señaló como tercera amenaza "la validación que la autoridad ha dado a dirigentes sindicales que reconocidamente no tienen base ni apoyo y, por lo tanto, sólo pueden posicionarse a través de amenazas, postergando a otros que defienden sus intereses sindicales vía negociación". A juicio, de García, esta situación ha llevado a generar y dilatar innecesariamente conflictos en algunos puertos, con las consiguientes pérdidas económicas para las empresas y el país.
Una cuarta amenaza es la sensación instalada en distintos sectores sociales respecto a que una licitación portuaria debe generar compensaciones. "Esta sensación aumenta cada vez que los conflictos se enfrentan con criterios políticos y no técnicos", señaló el experto, quien explicó además que lo que realmente afecta algunos empleos es la necesaria incorporación de nueva tecnología y no las licitaciones en sí, que son necesarias para incorporarla. Sin embargo, si dicha tecnología no se incorpora, tarde o temprano esos puestos de trabajo se perderán de todas formas debido a la falta de competitividad.
El vicepresidente ejecutivo de la Cámara Marítima y Portuaria de Chile también mostró su preocupación por la creciente aspiración de las ciudades puerto a que parte de las utilidades de las empresas portuarias queden en ellas. "Yo sé que ésta es una aspiración legítima, pero genera discriminación hacia el sector portuario, ya que se debiera tener la misma aspiración respecto a múltiples actividades productivas. Por ejemplo, señaló, hay camiones que vienen a otro tipo de empresas y hacen el mismo daño a la infraestructura vial que los que transportan contenedores. Sin embargo, a estas organizaciones no se les pide la misma retribución que a los puertos".
LA CAUSA COMUN
Finalmente, a juicio de este dirigente existe una sexta amenaza para el modelo portuario chileno, y que es la "madre" de todas las otras. Se refiere a que existe un Ministerio de Transportes que históricamente ha tenido otras prioridades por sobre el transporte marítimo y los puertos, por lo cual, no cumple con las obligaciones que la ley le asigna. Esto, ha tenido serios efectos para el sector, tales como la ausencia de reservas de áreas para desarrollo portuario en las ciudades, uso de bordes costeros en obras urbanas, no se han generado los comités regionales puerto/ciudad, existen conflictos por la recalada de cruceros, no se ha generado información técnica confiable, se paralizó el proyecto "ventanilla única" pese al esfuerzo de Aduana, y otros temas generales, tales como la paralización del transporte multimodal, informalidad del transporte terrestre, falta de capacidad de negociación ante paralizaciones, despreocupación por normas internacionales que afectan a Chile, entre otras.
Por este motivo, Rodolfo García indicó que la solución principal a todas estas situaciones pasan por la presión de todas las fuerzas vivas del sector portuario para impulsar un Ministerio de Transportes con facultades, equipos técnicos y convencimiento de que Chile debe prestar atención prioritaria a sus puertos en forma sistemática con visión de corto, mediano y largo plazo.
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