LA AUTORIDAD PORTUARIA DE VALENCIA ES LA SEGUNDA DE ENTRE LOS TOP-10 EUROPEOS DONDE MÁS SE HA INCREMENTADO EL TRÁFICO DE CONTENEDORES DESDE EL AÑO 2000
Fuente: Las Provincias
Los vectores económicos valencianos y españoles han pasado, en los últimos meses, del retroceso a, directamente, caer en barrena. Sin embargo, hay uno que resiste, como la aldea de Astérix: el puerto.
La Autoridad Portuaria de Valencia (APV) sigue arrojando cada mes datos positivos. El crecimiento del tráfico de contenedores continúa; si no en el mismo ritmo que hace un año, cuando los porcentajes de aumento se anunciaban con dos dígitos (en torno al 14% y el 16%), lo hace en promedios entre el 6% y el 8%. Dado el chaparrón que está cayendo, son incrementos meritorios que provienen de la tremenda velocidad con la que se ha impulsado el puerto de Valencia durante la presente década.
Desde el año 2000 y hasta 2007, entre los diez puertos más importantes de Europa, el que más ha crecido porcentualmente en tráfico de contenedores es del de Hamburgo, un 133,04%. Inmediatamente después, con un incremento del 129,36%, pasando de los 1,3 millones de contenedores manejados en 2000 a los tres millones de TEU (unidad de medida del contenedor de veinte pies) al cerrarse 2007, se sitúa la APV.
Al igual que cada día que amanece es un punto sin retorno en la vida de las personas, cada decisión empresarial puede convertirse en un punto de inflexión en la buena marcha del negocio. Un buen día de 1984, a la APV se le ocurrió que podía ofrecer un servicio de 24 horas los 365 días del año. Se trataba del primer puerto occidental que apostaba por una medida de ese tipo.
Ya se sabe que cuando aparecieron los vídeos, hubo gente que compró el sistema Beta y otros que prefirieron el VHS. Y hasta que llegó el DVD, los que apostaron por el Beta no pudieron hacer otra cosa que lamentarse. El puerto de Valencia fue, en su día, de los que eligió un camino nuevo y, ahora se sabe, ganador.
Su ritmo de incremento en lo que va de década sólo puede equipararse en Europa al de Hamburgo, la puerta marítima alemana, según los datos de cada una de las autoridades portuarias a los que ha tenido acceso LAS PROVINCIAS.
Dos son las principales claves para explicar la buena marcha del enclave portuario valenciano, según fuentes de la APV.
Su emplazamiento es privilegiado. El puerto está muy próximo al eje marítimo que se traza entre Gibraltar y el Canal de Suez, lo que le convierte en un espacio estratégico para el tráfico transoceánico. Además, es una puerta a España más próxima a ese eje que Barcelona, y su situación en el arco mediterráneo nacional le permite dar cobertura comercial a buena parte de la península.
El enclave geográfico, siendo un chollo, no tendría el peso que tiene si no fuese porque, además, la política de expansión y de creación de espacios útiles para el tráfico comercial no se hubiese puesto en marcha justo antes de que los mercados internacionales saliesen de la fuerte crisis de los años 90.
Los servicios de la APV, tanto las 24 horas de actividad como sus instalaciones ampliadas, estaban a punto para ser utilizadas antes que las de sus competidores. Ya se sabe que quien da primero, da dos veces.
Eso no quiere decir que otros puertos europeos y españoles hayan sufrido un retroceso. Al contrario. La eclosión del comercio mundial, la globalización que apuntaba a principios del presente siglo, ha permitido a todos los enclaves marítimos tomar una gran porción de pastel.
Aunque grande, puertos como el italiano de Gioia Tauro, entre 2000 y 2007 ha visto incrementado su tráfico de contenedores un 28,17%, mientras que los ingleses de Felixstowe han registrado una subida del tráfico de TEU del 15,66% durante la presente década, lo que ha supuesto que hayan pasado del cuarto puesto en el Top-10 europeo en 1995 y 2000, al séptimo lugar en 2007.
En realidad, la APV inició su despegue ya en 1995, cuando se manejaban 681.000 contenedores, lo que permitía al recinto portuario valenciano situarse en el undécimo lugar en la lista de los principales puertos europeos. Doce años después, el tráfico de TEU en valencia se ha cuadriplicado. En realidad, se ha multiplicado la cifra por 4,4. Puertos como el de Génova han crecido la mitad, y en otros casos, como el de Felixstowe o Le Havre, mucho menos. El promedio de incremento de los diez puertos europeos en su conjunto tampoco resiste la comparación con el ritmo de crecimiento de la APV en la década actual, una década prodigiosa.
El Top-10 ha incrementado el tráfico de contenedores desde 2000 un 50%, mientras que los tres primeros puertos europeos (Rotterdam, Hamburgo y Amberes) en su conjunto han aumentado su tráfico de contenedores en un 65%. Es cierto, sin embargo, que cualquiera de esos tres complejos portuarios doblan, y en el caso de Rotterdam triplican, el número de contenedores que se manejan en Valencia. De hecho, el tráfico de TEU que se registra en la APV no representa ni el 10% del total que se mueve entre los diez puertos principales de Europa, con un tráfico de cerca de 52 millones de contenedores en 2007.
"En los 90, cuando también se estaba abordando, en plena crisis, un proceso de ampliación de las instalaciones como el que se vive actualmente, en algún consejo de administración de la APV se expresaron dudas sobre la oportunidad de esa inversión", señalan fuentes del puerto valenciano.
Durante el pasado año 2007, el Puerto de Valencia consolidó su posición de preferencia entre los más importantes puertos europeos gracias a registrar un crecimiento mayor que el recinto portuario barcelonés, su principal competidor a la hora de captar clientes e inversiones. Mientras la APV incrementaba el tráfico de contenedores en un 16,5%, Barcelona lo hacía en un 12%, añadiendo cerca de 100.000 TEU a los 300.000 que separaban a ambos puertos, a favor del valenciano, en 2006.
Habrá que ver si ese progresivo distanciamiento se acentúa durante este año, en plena crisis. Los resultados acumulados del primer semestre de la APV se darán a conocer durante la semana que comienza ahora.
"Cuando el mercado ha necesitado un pulmón, nosotros ya lo teníamos, y de este modo nos hemos anticipado a las necesidades del mercado", señalan fuentes del puerto de Valencia, que ejemplifican esa capacidad de incorporar nuevos servicios y posibilidades de negocio con la actuación que se lleva a cabo en Sagunto. "La dársena número dos tiene prácticamente todo el espacio vendido", indican en relación al enclave portuario saguntino, que recientemente se ha convertido en un punto de entrada y salida de vehículos Toyota.
"El objetivo es incrementar nuestra oferta como puerto transoceánico", apuntan las mismas fuentes, que en la explicación de su crecimiento no niegan la importancia del "tejido productivo valenciano, que ha sabido aprovechar el potencial del puerto para internacionalizar su actividad".
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