Fuente: Vanguardia
Los desafíos para el sistema portuario mexicano están vinculados a las palabras clave productividad, eficiencia y competitividad, factores detonantes del desarrollo económico
ésar Patricio Reyes Roel, coordinador general de Puertos y Marina Mercante de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, indica que para dirigir una ambiciosa tarea en los puertos de México se requiere destacar las vocaciones portuarias del país; sobrepasar los objetivos primarios de sólo satisfacer la demanda del mercado nacional y trascender al plano global; es decir, consolidar un gran negocio para México y sus socios comerciales.
Para ello, la SCT busca ofrecer un plus a cada puerto, dotándolos de infraestructura y ampliaciones, y construir una nueva terminal de carga o un muelle para cruceros.
Ante el efecto globalizador, un tema neurálgico para las terminales marítimas en México es la conexión con los diferentes medios de transporte que brinden a través de una cadena logística un sistema puerta a puerta para la plena satisfacción del cliente.
Esto es, ofrecer un servicio integral que no se limite a la primera maniobra, sino que agilice la salida de las mercancías; por ejemplo, actualmente hay ciertos candados que no permiten crecer a los negocios a la velocidad de la demanda de servicios, como es el caso de las terminales de contenedores pues, una vez que empiezan a operar, la Ley de Puertos sólo les permite un aumento de 20% después de una licitación.
Para lograrlo, comenta Reyes Roel, es necesario reformar el marco jurídico de la Ley de Puertos y adaptarlo al proceso privatizador a fin facilitar la expansión de los negocios dentro y fuera de los puertos, y así dar un golpe de timón a las leyes portuarias. Se trata de eficientar la segunda maniobra, es decir, la salida de las mercancías y la entrega al destinatario.
Todos los puertos están trabajando en términos de mejorar la competitividad. Modificar el modelo tarifario para hacerlo más eficiente y así premiar la productividad de las embarcaciones. Igualmente revisar las tarifas de pilotaje para que no sean excesivas. Estos son los retos que lograran en el corto plazo consolidar grandes negocios dentro de los mismos puertos mexicanos.
Cada terminal marítima del país tiene fortalezas que la hacen atractiva a la llegada de cruceros o barcos cargueros. Hoy por hoy, el crecimiento en los puertos de Manzanillo, Veracruz y Altamira, “emblemas” del sistema portuario mexicano, se estima sea sostenido en el movimiento de TEU’s.
Manzanillo, líder nacional en movimiento de contenedores, es el puerto que más presión transformadora ha tenido en los últimos 10 años, en especial desde 2005. Este puerto crecerá en su zona norte con una segunda terminal de contenedores y otra de mineral y de usos múltiples.
Veracruz escoge su eficiencia operativa y logística para ostentar el status del primer puerto de México por el valor comercial de la carga que moviliza.
La ampliación de sus instalaciones hacia el norte de la ciudad, es un megaproyecto en marcha y que permitirá movilizar hasta 33 millones de toneladas de carga anual.
Altamira es otro de los ejemplos del entusiasmo económico. Actualmente mantiene el primer lugar nacional en movimiento de fluidos petroquímicos, y con sus dos recintos fiscalizados estratégicos, es un imán para las inversiones que significarán una cuantiosa derrama económica para la región.
Si de gigantes portuarios se trata, Lázaro Cárdenas es una efervescente terminal que aprovecha el corredor logístico que va desde este puerto a la ciudad de Kansas City —el cual atraviesa las ciudades de Saltillo y Ramos Arizpe—, para detonar su vocación de carga sistematizada convirtiéndolo en el predilecto para mercados asiáticos, en el transporte de acero, automóviles y productos alimenticios.
En este puerto se edifica una terminal de contenedores con una inversión de más de 1000 mdp, y se contruye un astillero para desarmado de embarcaciones, que sin duda diversificará las actividades del puerto y le refrenda el primer lugar de la cadena portuaria mexicana.
Uno de los proyectos portuarios más ambiciosos es Punta Colonet, localizado en el Pacífico mexicano, a 150 kilómetros al sur de Ensenada en Baja California. Este recinto multimodal incluye un puerto marítimo de altura, una terminal especializada de contenedores y un ferrocarril con conexión a la red ferroviaria de Estados Unidos. En síntesis, toda una ciudad completa para realizar actividades portuarias con alcance de impacto regional y altos porcentajes de inversión privada, aprovechando la saturación de las terminales de Los Angeles y Long Beach.
Para la Región Sureste de Coahuila, el caso del puerto de Lázaro Cárdenas en específico parece representar una particular oportunidad en el esquema de los puertos secos o interiores al ser paso natural del KCSM y de Ferromex, que sirve a otros puertos para el movimiento de mercancías hacia Estados Unidos y Canadá; claro, esto ya lo vio Nuevo León y están trabajando en su Interpuerto Monterrey, la pregunta es “¿y Coahuila cuándo?”.
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