Manuel Pool/SIPSE
PROGRESO, Yuc.- El barco "Pescamex 23", que apenas ayer salió del puerto de abrigo para la captura de mero, fue colisionado la madrugada de este lunes por un buque de la marina mercante que, al parecer, no fue identificado.
La embarcación afectada, propiedad de Juan Zacarías Dib y a cargo deLuis Demetrio Novelo Magaña, se encontraba fondeada a 30 kilómetros al norte de las costas deDzilam de Bravo (latitud 22.55 longitud 89.02) cuando ocurrió el accidente.
A pesar de la colisión, no hubo pérdidas humanas. Sin embargo, patrones de barco advierten que esta situación cada vez es más común, pues hace apenas dos meses le ocurrió un percance similar al "Anguila", un barco de fibra de vidrio que resultó totalmente destrozado.
De acuerdo con la Capitanía de Puerto de Yucalpetén, en las primeras horas del día la embarcación, construida de acero, inició su retorno al puerto por sus propios medios, pero custodiada de otros dos barcos de la propia compañía, por lo que se esperaba que después de casi 12 horas de travesía arribara al Recinto Marítimo Federal a partir de las cinco y media de la tarde.
Entrevistado al respecto, Carlos Alfredo Novelo Betancourt, hijo del capitán del barco afectado, y a quien conocen como "La Momia", comentó a Milenio Novedades que hasta el mediodía no había sostenido comunicación directa con su padre, que cuenta con 64 años de edad y más de medio siglo de experiencia en estas lides, por lo que a ciencia cierta desconoce su estado de salud y la de sus doce compañeros que integran la tripulación.
El entrevistado dijo que la compañía propietaria de la embarcación les avisó del percance en la mañana, por lo que estaban al pendiente de la llegada de la nave.
"Dicen que tiene un golpezote, si lo hubiera pescado del otro lado le hubiera dañado el tanque de combustible y eso hubiera sido un problema mayor, tanto por el riesgo de que se incendiara la nave como por la contaminación", explicó el informante, quien dijo que el buque que embistió al pesquero suelen traer por delante un rompehielos, capaz de traspasar un barco normal, que es lo que posiblemente causó el daño.
Carlos, quien tiene 13 años como pescador, considera que hubo negligencia de los encargados del mercante, ya que a pesar de que cuentan con sistemas de navegación muy avanzados, suelen dormir y dejar que la nave avance con el piloto automático a unas 22 ó 25 millas, por lo que ya en varias ocasiones se han registrado este tipo de percances.
"De hecho varios compañeros boteros han muerto al ser succionados por las corrientes que forman a su paso este tipo de embarcaciones", comentó. "Lo peor del caso es que si la nave se dio a la fuga o no se logró identificar por la oscuridad o porque se aturdieron con el golpe, el que va a pagar los daños es el capitán".
Compañeros de otros barcos de la empresa comentaron que en días pasados Luis Demetrio estaba un poco renuente a realizar este viaje, pues en un momento consideró mejor concentrarse en los preparativos para salir a la pesca de pulpo que comienza en dos meses, pero finalmente lo animaron para hacerlo y apenas ayer se hizo a la mar.
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