miércoles, 23 de septiembre de 2009

Doce tripulantes, abandonados a su suerte en el puerto de A Coruña

Fuente: La Voz de Galicia

El armador del mercante Emba Soira , que lleva un mes atracado en el puerto de A Coruña, le adeuda a sus 12 tripulantes, todos filipinos, el salario de cuatro mensualidades. La deuda total asciende a unos 17.000 euros.
Esta situación hizo que la totalidad de los marineros del barco, registrado en el puerto de Massawa, en Eritrea, acordaran ayer ponerse en huelga. Tan solo harán las guardias mínimas y los mantenimientos básicos de la nave: «Vigilaremos los cabos, y trataremos de que no nos fallen los motores auxiliares para contar con corriente para nuestros servicios básicos». Disponen de agua potable y víveres, «pero si esta situación se alarga tendremos graves problemas», indicaron los marineros.
Con su decisión quieren protestar «por el abandono al que nos tiene sometidos el dueño del barco», indicó uno de los tripulantes. También esperan que esta medida de fuerza sirva para evitar que se haga efectiva la intención de la naviera de obligar al barco a abandonar el puerto y fondear en la ría de Ares «con el único fin de reducir los gastos» de estancia y atraque que genera diariamente el carguero.
«No vamos a permitir que nos saquen del muelle», manifestó un portavoz de los marineros. Conocen bastante bien la costa coruñesa y cómo se comporta el mar a partir de estas fechas: «Si ya es difícil mantenerse atracados por la fuerte resaca en el puerto de A Coruña, nuestras vidas correrían un serio peligro si nos sacan fuera».
Gestión de un crédito
El barco llegó al puerto coruñés para cargar tablero de madera, pero en una inspección rutinaria los técnicos comprobaron que el buque tenía casi todos los certificados caducados. También se le apreciaron serias deficiencias estructurales. Algunas fuentes cifran que fueron casi 80 las anomalías detectadas, extremo que Capitanía no quiso confirmar. Lo cierto es que con esas irregularidades no puede navegar, por lo que el carguero perdió el flete.
Los marineros se pusieron en contacto con UGT de A Coruña, que derivó el caso a la sección Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF). Su inspectora para Galicia y Asturias, Luz Baz, ya visitó en varias ocasiones a la tripulación: «Intentaremos que no les hagan salir del puerto». Cree que si el barco no cuenta con los certificados «no se le puede obligar a navegar, aunque sea solo hasta el fondeadero». Baz también se puso en contacto con el armador: «Me dijo que estaba negociando con varios bancos para conseguir un crédito para pagarle a la tripulación, pero parece que lo tiene difícil».
Cinco meses abandonados
No solo son los tripulantes del Emba Soira los que se encuentran «casi abandonados» por su armador. Desde junio también están en situación similar, aunque más grave, los 10 tripulantes rusos y ucranianos del buque Virtus , con bandera de San Vicente y Granadina.
A estos marineros se les deben 90.000 euros y, a diferencia de sus compañeros del Emba Soira , dependen de las oenegés para sobrevivir. De hecho, dos de los 12 tripulantes decidieron marcharse a sus casas. Y ayer mismo fue ingresado en un hospital el capitán por una posible infección de páncreas.
El barco quedó a la deriva el pasado 9 de junio por un fallo en la máquina cuando navegaba frente a Fisterra y fue remolcado hasta A Coruña. La pieza dañada fue enviada para su reparación a Estonia, pero todavía no ha llegado al barco.
Luz Baz contactó con el fletador de la carga -piezas metálicas con destino a Dakar-, pero esta firma ya realizó un prepago, por lo que es bastante difícil que pueda adelantar más dinero para liquidar la deuda que la armadora del buque tiene contraída con los tripulantes.

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