martes, 11 de noviembre de 2008

La endogamia de Marina Mercante

Fuente: La Opinión Coruña
ANTÓN LUACES

Dentro de unos días se celebrará en Barcelona el tradicional acto de entrega de los premios Ancla de Plata instituídos hace años por el programa de Radio Nacional de España-Radio Exterior, Españoles en la Mar, uno de los más antiguos en las parrillas radiofónicas actuales y el tercero del mundo en audiencia. Estos premios tenían como objetivo distinguir a las personas, entidades u organismos que más se hubieran significado, a lo largo del año, en la defensa de los intereses de los profesionales de la mar. Para ello se contaba con la participación de los oyentes en todo el mundo, primero proponiendo candidatos y, una vez efectuado el recuento de votos de cada uno de ellos, procediendo a la emisión del voto directo del oyente bien a través de teléfono (vía Inmarsat para los que ejercían su derecho desde la mar), por carta, por correo electrónico o vía fax. Se contabilizaban, entonces, miles de votos y estos determinaban la entrega de los premios. Por ejemplo, a Tinso (marinero del banco canario-sahariano que defendió con uñas y dientes el establecimiento del primer convenio colectivo en el sector), la asociación de mujeres de marineros Rosa dos Ventos, la asociación de titulados náutico pesqueros Aetinape, etc.

Aquellos premios han derivado, por conveniencia de la Dirección General de la Marina Mercante -que los patrocina- en algo que ni la biología admite: la endogamia. Marina Mercante se premia a sí misma a través de sus servicios, por ejemplo Sasemar.
El descaro es tan grande esta vez, que prescinde de lo esencial: el reconocimiento de un hecho que avale un premio que ya ni siquiera es propuesto por los oyentes, sino impuesto por Marina Mercante o, en su defecto, Sasemar. Y de esta manera, el que era un único premio se convierte en tres en un intento un tanto pueril de "disimular" esa endogamia.

En 2008, y en Barcelona, supuestamente en el stand que Marina Mercante instalará en la feria internacional dedicada a la navegación marítima, la Dirección General de la Marina Mercante reconocerá con la placa Ancla de Plata a la tripulación del helicóptero Helimer Andalucía que intervino en el rescate de cuatro tripulantes del carguero liberiano Fedra, helicóptero que tuvo que retirarse al registrar problemas en las turbinas provocados por la cantidad de salitre que se acumuló en sus filtros, y que obligó a contratar los servicios de un camión grúa que, desde el promontorio de punta Europa, en Gibraltar, fue evacuando a los 31 tripulantes que permanecían a bordo del buque.

¿Por qué no un Ancla de Plata para el gruista que, al fin y al cabo, también se jugó la vida para rescatar las de 31 personas en peligro? ¿Por qué Marina Mercante se premia a sí misma, teniendo en cuenta que el director general de este organismo es, a la vez, presidente de Sasemar, el servicio público encargado de prestar auxilio en la mar a aquel que lo precise? ¿Por qué no se otorgó otro premio a la tripulación del remolcador Clara Campoamor, asimismo de Sasemar, que permaneció muy próximo al Fedra mientras éste derivaba a la costa y se partía en dos, porque nadie quiso o pudo evitarlo, en punta Europa, con todos sus tripulantes a bordo?

Marina Mercante no está dando un buen ejemplo con estos premios que, ahora, sólo son responsabilidad de su Dirección General, si bien se entregan durante la realización del programa de RNE Españoles en la Mar. Incluir este año entre los premiados a Cruz Roja y a la Estación de Seguimiento Espacial de Maspalomas no evita el sonrojo, porque el autopremio más bien provoca vergüenza. La dirección de RNE debería prescindir de este tipo de "enjuagues" en un programa tan querido y prestigiado por quienes lo sintonizan y lo realizan a diario. Que le den voz a la mar y sabrán que se equivocan siguiendo el juego.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario