Las grandes olas del Pacífico son 1,5 metros más altas que hace 23 años
Investigadores del Instituto de Hidráulica Ambiental (IH Cantabria) han realizado un estudio sobre el oleaje extremo en las costas norteamericanas del Pacífico norte, en el que se pone de relieve que la olas de los temporales más grandes han subido de tamaño un mínimo de 1,5 metros en los últimos 23 años, en parte debido al cambio climático.
MADRID.- Para ello, los científicos analizaron los registros de 26 boyas situadas en toda la costa oeste de Estados Unidos y Canadá, Hawai y Alaska durante el periodo 1985-2007. Con estos datos han elaborado un novedoso análisis estadístico de extremos, que permite modelar la variabilidad climática que influye sobre el oleaje, y que sirve de base para la mayor parte de los estudios sobre cambio climático que se están desarrollando en el IH Cantabria, de la Universidad de Cantabria. El estudio, que será publicado este mes en la revista 'Geophysical Research Letters', es fruto de la tesis doctoral de Melisa Menéndez, dirigida por los profesores Íñigo Losada y Fernando Méndez. "No podemos afirmar con seguridad que lo que viene ocurriendo sea debido al calentamiento global, porque necesitamos series de datos más largas. Pero sí se puede decir que el cambio climático podría estar involucrado en parte en lo observado", señaló a elmundo.es Fernando Méndez, profesor del IH Cantabria. En el análisis se han caracterizado las variaciones estacionales, la influencia en los temporales marítimos de patrones atmosféricos conocidos como el fenómeno del Niño o la Oscilación Decadal del Pacífico, y las tendencias generales durante el periodo estudiado. Esta información permite analizar tendencias como el incremento o descenso de los temporales, saber si estas tendencias están relacionadas con el calentamiento global y conocer cómo se comportará el clima en el futuro. Los resultados sobre las variaciones a lo largo de años y décadas revelan una influencia muy relevante del fenómeno del Niño, así como de otros patrones climáticos extratropicales, en los valores extremos. Para algunas boyas analizadas, estas situaciones provocan un aumento en el oleaje de hasta 1,5 metros. El análisis de las tendencias a largo plazo indica que existe una zona bien definida de incremento en la altura de la ola extrema. Se trata del área costera del oeste de Estados Unidos, es decir, la de los estados de Washington, Oregón y California, donde se han registrado unos incrementos de entre el 5% y el 21%. En la boya situada frente a la costa de San Francisco, la ola extrema ha aumentado de 7,5 metros a más de nueve metros en los últimos 23 años. El incremento de las olas y de su fuerza al chocar contra el litoral influye directamente en las obras situadas junto a la costa. El diseño de las obras marítimas, el riesgo de inundaciones y la propia erosión en la costa obligarán a replantear cualquier proyecto. Además del incremento del tamaño de las olas extremas, también hay un incremento en la intensidad y frecuencia de los grandes temporales. También en este caso no se descarta la implicación en parte del cambio climático. Los análisis de los investigadores de IH Cantabria se basan en cuatro fuentes distintas de datos: boyas, datos de los barcos en ruta, simulaciones numéricas y datos de satélite. Algunos de los datos tienen ya 60 años de vigencia, mientras que los de satélite están disponibles con fiabilidad desde 1992, aunque en el presente son excepcionalmente fiables, según Méndez. El IH Cantabria ha sido elegido por la ONU como centro de referencia a escala mundial para el Programa Nairobi, recientemente lanzado para estudiar los impactos del mar en la costa en cualquier parte del globo, para hacer evaluaciones del cambio climático en la superficie del mar, de los que no existen proyecciones como las realizadas por el IPCC para tierra. Además, participa en proyectos de investigación como GRAGGCIE, del Ministerio de Ciencia e Innovación, en el que 13 centros españoles buscan la respuesta de esos impactos en el litoral de la Península y los dos archipiélagos en este siglo. Los investigadores de IH Cantabria han contado con la colaboración del investigador Nick E. Graham, de la Universidad de California (Scripps Institution of Oceanography). Los resultados han llamado la atención del canal de divulgación Discovery Channel, que ha contactado con los investigadores para conocer más a fondo el trabajo.
Nuestromar.
Por GUSTAVO CATALÁN DEUS 05/11/08EL MUNDO.ES
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