domingo, 26 de octubre de 2008

Crisis y embargos inmovilizan en los puertos a 35 pesqueros gallegos

Fuente: La Voz de Galicia

Aunque finalmente accedió a hacerle un hueco en el muelle, Portos de Galicia denegó días atrás la autorización para atracar su pesquero en el puerto de Ribeira a un armador de esa localidad barbanzana que pretendía amarrar temporalmente una embarcación con la que opera en Mauritania y que intentaba poner a la venta por falta de rentabilidad. Los motivos que el ente autónomo ofreció al empresario -según la versión de este- fue que con el suyo serían ya cinco en situación de amarre indefinido y temían que la terminal se convirtiese en un cementerio de buques.
Lo cierto es que la aglomeración de barcos atracados permanentemente en el puerto aumenta cada día. La crisis del sector ha acelerado el goteo de forma que, según las cifras facilitadas por las distintas autoridades portuarias gallegas y por el propio ente Portos de Galicia, son ya 35 los pesqueros que, por distintos motivos, permanecen amarrados e inactivos en los muelles. Si hace un tiempo eran los barcos interceptados por haberse visto involucrados en operaciones de narcotráfico los inquilinos perpetuos de las terminales, cada vez son más los inmovilizados por pesar sobre ellos embargos y los que se amarran por falta de tripulación o rentabilidad.
El puerto de A Coruña, en concreto la dársena de Oza, es el que cobija más barcos inactivos. Hasta 15 embarcaciones pesqueras han solicitado atraque de forma indefinida a la correspondiente Autoridad Portuaria. Eso sin contar con los que esperan al lado del muelle su turno para entrar en el astillero para su desguace. Y sin sumar tampoco la gabarra que entró el año pasado en el muelle del Este y los dos remolcadores que ya no abandonan el de A Palloza.
En Marín hay siete barcos, entre mercantes y pesqueros, retenidos o abandonados en sus muelles. Entre los más veteranos están el Río Congo y el Masai, sobre los que penden embargos de varios juzgados de la localidad. Cuando fueron retenidos por orden judicial aún eran aprovechables, ahora es dudoso su valor en el mercado, sobre todo porque a la tripulación del segundo su antigua armadora todavía les adeuda los salarios de varios meses. La subasta será la única forma de cubrir la deuda, siempre que se consiga algo en la puja.
Hasta 12 amarrados
Dos buques rusos, el Chernoyarskiy y el Rustavi, están embargados por orden del Juzgado de lo Mercantil de Pontevedra. Hace tiempo que están vacíos y sus tripulantes repatriados. Ocupan un espacio precioso en este puerto, pero no hay quien se haga cargo de ellos. Retenidos también por el Juzgado están el Blenheim y el Zenite, y a estos hay que sumar el Espadeiro, con embargos de los dos tribunales marinenses. El pico de buques abandonados y retenidos tuvo lugar en el 2005, cuando se llegó a 12.
En Vigo, la otra gran terminal de interés general del Estado, son cinco las embarcaciones que se han convertido en permanentes. De ellas, dos están pendientes de una resolución judicial -una de ellas relacionada con un asunto de transporte de estupefacientes- y otras tres son pesqueros que han optado por paralizar la actividad.
En Ferrol y Vilagarcía, puertos de escasos o nulos vínculos con la actividad extractiva, no hay constancia de pesqueros inactivos. Sí los hay, sin embargo, en dos terminales portuarias gestionadas por la comunidad autónoma. Una es la citada de Ribeira, donde una embarcación espera el desguace, dos han abandonado su trabajo y sobre el cuarto pesa un embargo. La otra terminal con inquilinos fijos es Celeiro, donde otras cuatro embarcaciones esperan su turno para el desguace.

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