Fuente: Finanzas
La Rochelle (Francia), 2 sep (EFE).- Los ministros de transportes de la UE acordaron hoy mejorar los transportes para que sean "un medio de reducción de las emisiones de CO2 y de combatir el cambio climático", aunque no lograron grandes avances sobre la manera de concretar ese objetivo.
En una reunión informal de dos días, los Veintisiete pusieron de manifiesto las discrepancias que existen en aspectos como la aceptación del paquete global de medidas sobre seguridad marítima o la modificación de la normativa "euroviñeta", para que los camiones paguen por contaminar.
El ministro francés de Ecología, Jean-Louis Borloo, cuyo país preside la UE este semestre, explicó en rueda de prensa que muchos países quieren avanzar en proyectos como las llamadas autopistas del mar, encaminadas a reducir el tráfico de mercancías por carretera y la contaminación que causa.
No obstante, admitió que existen discrepancias sobre, por ejemplo, si se puede considerar a los barcos que transportan los camiones como "infraestructura", lo que obligaría a modificar su fiscalidad.
El vicepresidente y comisario europeo de Transportes, Antonio Tajani, subrayó por su parte la importancia de impulsar las autopistas del mar como medio de acercamiento a los países del norte de África.
No obstante, reconoció que la UE va con "un poco con retraso" en lo que se refiere a la Red Transeuropea de Transportes (TEN-T).
La "euroviñeta" también fue objeto de debate entre los ministros, y, según fuentes de la presidencia de la Unión, España encabezó el grupo de delegaciones que se opuso a la reforma de esa normativa, ya que como país periférico se vería obligada a pagar más si se aplica el cambio.
Las mismas fuentes señalaron que España se refirió a la delicada situación económica de los transportistas a causa del elevado precio de la gasolina y que consideró inadecuado que se les haga pagar lo que muchos países consideran un nuevo impuesto.
Tajani explicó que, a pesar de las divergencias, hay un consenso entre los países sobre la necesidad de "pagar por contaminar", aunque admitió que habrá que examinar cómo se puede modificar la propuesta para vencer las reticencias de los que se oponen.
En cuanto a seguridad marítima, España, Francia y Portugal hicieron presión para su refuerzo y apoyaron la aprobación íntegra del paquete de medidas llamado Erika III -en alusión al buque hundido en el Canal de la Mancha en 1999-, que consta de siete propuestas legales de las que sólo cinco han sido han sido aceptadas.
Las dos normativas que más divergencias provocan entre los Estados miembros son, por un lado, la que incrementa el control sobre las concesiones de pabellones de países europeos y, por otro, la que delimita la responsabilidad de los armadores en caso de accidente.
La Rochelle (Francia), 2 sep (EFE).- Los ministros de transportes de la UE acordaron hoy mejorar los transportes para que sean "un medio de reducción de las emisiones de CO2 y de combatir el cambio climático", aunque no lograron grandes avances sobre la manera de concretar ese objetivo.
En una reunión informal de dos días, los Veintisiete pusieron de manifiesto las discrepancias que existen en aspectos como la aceptación del paquete global de medidas sobre seguridad marítima o la modificación de la normativa "euroviñeta", para que los camiones paguen por contaminar.
El ministro francés de Ecología, Jean-Louis Borloo, cuyo país preside la UE este semestre, explicó en rueda de prensa que muchos países quieren avanzar en proyectos como las llamadas autopistas del mar, encaminadas a reducir el tráfico de mercancías por carretera y la contaminación que causa.
No obstante, admitió que existen discrepancias sobre, por ejemplo, si se puede considerar a los barcos que transportan los camiones como "infraestructura", lo que obligaría a modificar su fiscalidad.
El vicepresidente y comisario europeo de Transportes, Antonio Tajani, subrayó por su parte la importancia de impulsar las autopistas del mar como medio de acercamiento a los países del norte de África.
No obstante, reconoció que la UE va con "un poco con retraso" en lo que se refiere a la Red Transeuropea de Transportes (TEN-T).
La "euroviñeta" también fue objeto de debate entre los ministros, y, según fuentes de la presidencia de la Unión, España encabezó el grupo de delegaciones que se opuso a la reforma de esa normativa, ya que como país periférico se vería obligada a pagar más si se aplica el cambio.
Las mismas fuentes señalaron que España se refirió a la delicada situación económica de los transportistas a causa del elevado precio de la gasolina y que consideró inadecuado que se les haga pagar lo que muchos países consideran un nuevo impuesto.
Tajani explicó que, a pesar de las divergencias, hay un consenso entre los países sobre la necesidad de "pagar por contaminar", aunque admitió que habrá que examinar cómo se puede modificar la propuesta para vencer las reticencias de los que se oponen.
En cuanto a seguridad marítima, España, Francia y Portugal hicieron presión para su refuerzo y apoyaron la aprobación íntegra del paquete de medidas llamado Erika III -en alusión al buque hundido en el Canal de la Mancha en 1999-, que consta de siete propuestas legales de las que sólo cinco han sido han sido aceptadas.
Las dos normativas que más divergencias provocan entre los Estados miembros son, por un lado, la que incrementa el control sobre las concesiones de pabellones de países europeos y, por otro, la que delimita la responsabilidad de los armadores en caso de accidente.
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