Fuente: La Cronica de Hoy
Stone Energy está obteniendo algo más que una petrolera de mediano tamaño, al adquirir a la compañía Bois d’Arc Energy. Corre el riesgo de comprar también un conflicto fronterizo con México.
El problema es el Bloque 943 en el Golfo de México. Petróleos Mexicanos (Pemex) dijo que el campo petrolero conocido como Hammerhead se puede extender desde el Bloque 943 hasta el subsuelo marino mexicano.
El petróleo y el gas de México podrían fluir hasta los pozos ubicados del lado estadunidense, a causa de la presión subterránea que empuja a los hidrocarburos hacia la ruta de escape más próxima. Este drenado también liberaría la presión subterránea del yacimiento, la cual impulsa al hidrocarburo hacia la salida del pozo. Esto haría más difícil y costoso para México el desarrollo de su lado de Hammerhead, si la producción estadunidense empieza primero.
El Bloque 943 es una de las tres franjas del lecho submarino concesionadas en aguas profundas que Stone Energy heredará con la adquisición de Bois d’Arc, por 1,800 millones de dólares. Stone Energy espera que el trato se cierre en el tercer trimestre. Dicho bloque se extiende 4.8 kilómetros a lo largo de la frontera marítima, en aguas cercanas a los 2,750 metros de profundidad.
Petróleos Mexicanos también ha identificado el campo cercano Trident, donde Chevron tiene la concesión de un campo fronterizo para su exploración. Ambas se asientan en un área denominada irónicamente como Perdido. “Existe un verdadero riesgo de que nuestros hidrocarburos puedan fluir a través del yacimiento hacia los pozos ubicados más allá de nuestra frontera”, dijo recientemente Néstor Martínez Romero, gerente en los pozos marinos de Petróleos Mexicanos, a legisladores durante un foro petrolero.
Pemex mencionó por primera vez a Trident y a Hammerhead, como los campos fronterizos de mayor potencial conocidos hasta la fecha, basándose en investigaciones sísmicas del área de Perdido.
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