Fuente: Manrique Gandaria / Enviado especial El Sol de México
Cancún, Quintana Roo.- Los puertos marítimos mexicanos se colocan entre los más caros del mundo y son tardados y costosos. En ellos se presentan altas deficiencias en materia de trámites y falta de coordinación por la descarga de contenedores, además de que la lentitud en las operaciones y la falta de estructura hacen que se incremente la estancia de los barcos, volviendo poco competitivo al país en comparación con otros.
Esta es la realidad que viven los 107 puertos y terminales del país, por donde se mueve el 80 por ciento del comercio internacional.
Por ello, Francisco Javier Orozco, director de Operaciones Maersk México; el presidente de la Asociación Mexicana de Agentes Navieros (AMANAC), Felipe Bracamontes; el diputado federal Alejandro Delgado Oscoy, así como Roberto Chami Lizárraga, director administrativo de Transbordadores del Caribe, urgieron al Gobierno federal a invertir mayores recursos en los puertos marítimos, implementar de nuevos esquemas de financiamiento, capacitar al personal, pero sobre todo, establecer una libre competencia y tarifas justas.
En el marco del Octavo Foro Nacional del Transporte, organizado por la Asociación Nacional del Transporte Privado (ANTP), se discutieron acciones para mejorar la operación y los costos en puertos y marina mercante.
En este sentido, Javier Orozco enfatizó que los operadores de contenedores en México "tienen productividades a nivel de los grandes países, es decir, están haciendo 35 movimientos por hora grúa, lo que es un nivel aceptable".
Empero, dijo, el tiempo que tardan las autoridades portuarias, de migración, de sanidad y de la Sagarpa es demasiado, tanto que retrasa las operaciones tanto en tierra como en barco, "sin tomar en cuenta los horarios a los que nos sujetan las autoridades para realizar los trámites; esto no nos permite disponer de la carga en lo inmediato".
El director de Operaciones Maersk señaló que los usuarios de los puertos saben que en México hay pocos servicios portuarios ofrecidos por uno o dos prestadores.
En cuanto a los costos, Orozco Mendoza recalcó que, por ejemplo, en el puerto de Lázaro Cárdenas, por derecho de atraque los barcos pagan 10 mil 200 dólares, contra 5 mil 500 dólares que se pagan en el puerto de Panamá.
Es por ello que dejó la interrogante: "¿Estamos preparados para atender a barcos de quinta generación que arriben a nuestros puertos? Y por otro lado: ¿estamos en condiciones para atraer estos barcos, que demandan infraestructura tarifaria a niveles más competitivos?"
Por su parte, Felipe Bracamontes, de AMANAC, sostuvo que dos de los principales problemas en los puertos son los costos y las tarifas portuarias, pues hay incrementos anuales y costos superiores a los índices inflacionarios.
"Tan sólo en Ensenada, un barco de 50 mil 800 toneladas y una eslora de 198 metros, con una estadía de 24 horas, debe pagar 16 mil 300 dólares; en Mazatlán, 11 mil 280 dólares; en Manzanillo, 9 mil 600 dólares, y en Altamira, Veracruz, se incrementa a 22 mil 716 dólares, precios superiores a los que se pagan en San Juan de Puerto Rico y Miami", añadió.
En este sentido, Bracamontes propuso tarifas competitivas por uso de infraestructura y reducir las inspecciones a los contenedores, porque rompen con el principio de carga, provocando deterioros y exposición de la mercancía, además del inevitable aumento de costos.
Asimismo, propuso implementar esquemas de 24 horas de trabajo, ya que las autoridades "nos sujetan a un determinado horario que es imposible de acatar".
Otra de los problemas, dijo, es la lentitud de las autoridades portuarias para revisar la carga, lo que retrasa la productividad.
"Un estudio realizado por nosotros demostró que de enero a marzo del presente año, en el puerto de Manzanillo, de los 146 buques que arribaron, siete fueron sin presencia de autoridades de migración, 11 sin autoridades de salud, 55 sin autoridades de sanidad internacional, por lo que el 41 por ciento presentaba retrasos, lo que repercute en los costos", afirmó Bracamontes.
Estas preocupaciones fueron apoyadas por el diputado federal Alejandro Delgado Oscoy, secretario de la Comisión de Transporte de la Cámara de Diputados, quien dijo que aunque se ha avanzado en términos de productividad, calidad de servicio, capacidad instalada, inversiones y certeza jurídica, "el dinamismo del comercio exterior del país ha llevado a que la capacidad de algunos puertos, como el de Manzanillo, registre niveles máximos de utilización, lo que ha generado una fuerte demanda de nueva infraestructura para la carga en contenedores". El diputado expresó que la demanda creciente de los nuevos puertos en cuanto a infraestructura suficiente para atender a nuevas embarcaciones de gran calado, es una necesidad en México.
En este sentido, Delgado Oscoy destacó que el tráfico de contenedores crece a una tasa anual de 9 por ciento, "por lo que debemos estar preparados para satisfacer esta demanda".
En materia naviera, expresó, el país presenta altas deficiencias en cuanto a transporte y falta de coordinación para la descarga de contenedores. "La lentitud en las operaciones y la falta de estructura incrementan la estancia de barcos en los puertos, lo que vuelve poco competitivo al país en comparación con otros", añadió.
Por tanto, dijo, se requiere que los servicios que se ofrecen sean más sofisticados y de mejor calidad, que los recursos sean propios y se generen por la administración portuaria.
Por último, Delgado Oscoy dijo que es necesaria la implementación de nuevos esquemas de financiamiento público-privado, en donde el gasto financiero sea mínimo y potencie el monto de los recursos.
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