Una evacuación de alta mar que parte de tierra firme

Fuente: El Faro

Desde una alta rampa tuvieron que lanzarse los operarios de Acciona que participaron ayer en una prueba de seguridad cuyo objetivo es “comprobar que los sistemas de evacuación funcionan”, describió el director general de la Marina Mercante, Felipe Martínez, que asistió ayer al acto junto al resto de políticos y directores generales cuyas áreas o zonas de representación inciden de forma directa en el dispositivo que se habilita para la Operación Paso del Estrecho (OPE). Y es que aunque la evacuación ante una situación de emergencia parezca sencilla de habilitar, en realidad son muchos los mecanismos que se deben poner en funcionamiento para que la operación cumpla con todos los requisitos que se exigen en cuanto a la seguridad.

Para comprobarlo, los voluntarios tuvieron que lanzarse para este simulacro desde una rampa de acceso con la que cuenta el ‘Alcántara II’, el buque que prestó la compañía marítima Acciona-Trasmediterránea para llevar a cabo el ejercicio. Tras deslizarse por ésta los más de diez operarios que participaron en el dispositivo, las embarcaciones de Salvamento Marítimo se desplazaron hasta la rampa de evacuación que se encontraba en el mar para llevar hasta tierra firme a los pasajeros.

Un sistema rápido, útil, eficaz y a priori sin complicaciones que según Martínez “ha funcionado razonablemente bien, demostrando que está contrastada su operatividad”. Con un tiempo tranquilo, el director general de la Marina Mercante reconoció que en el caso de que hubiese oleaje hubiera sido más complicado llevar a cabo la evacuación, sobre todo teniendo en cuenta que en casos de temporal “en el Estrecho hay con frecuencia olas de más de dos metros” que suelen dificultar este tipo de operaciones, mientras que el buen tiempo de ayer permitió que el simulacro se realizase casi en un tiempo récord.

Más allá de las pruebas, en el caso de que se produzca realmente una situación de emergencia, sería cuando se dispusieran dos rampas, una babor y otra a estribor, para desalojar a todos los pasajeros que viajasen en el barco, lo que implicaría según el número de personas una mayor agilidad en el proceso y aumentar los medios con los que se lleva a cabo el ejercicio. Un sistema necesario que existe en todos los buques de alta velocidad que forman del plan de flota de la OPE que contribuye a sensibilizar en cuanto a la seguridad marítima “por las condiciones en las que se realiza el dispositivo” y que, según Martínez “obliga a que todos los oficiales de barcos estén concienciados” por la importancia de su labor.