Fuente: El Comercio Digital
La Unión Europea quiere endurecer su política de control sobre el estado de los barcos que navegan por sus aguas o tocan puertos comunitarios, con el fin de eliminar del ámbito europeo los denominados buques subestándar, es decir, aquellos que no cumplen con las normativas internacionales. Para ello, el Parlamento Europeo está analizando ya una nueva normativa que tiene como objetivo realizar inspecciones en el ciento por ciento de los barcos con pabellón de terceros países que atraquen en los muelles de la Unión, en lugar del 25% actual al que están obligados los estados ribereños.
Así lo indicó ayer Manuel Palao, jefe de Inspección Operativa de la Dirección General de Marina Mercante, en el transcurso del congreso 'Factores subestándar en el negocio marítimo', que desde ayer se celebra en el Palacio de Congresos de Gijón, organizado por la Delegación en Asturias del Colegio Oficial de Ingenieros Navales y Oceánicos.
El representante ministerial indicó que en la actualidad se debate sobre si esa medida también afectará a barcos fondeados, si cada Estado tendrá flexibilidad en su aplicación y cómo se resolverá el rechazo permanente a un barco en los puertos comunitarios.
Manuel Palao y Elena Seco, subdirectora de la Asociación de Navieros Españoles (Anave), coincidieron en sus exposiciones en señalar a las deficiencias en el mantenimiento de los buques y a la escasa formación de las tripulaciones como dos factores fundamentales en los accidentes marítimos. Ambos expertos indicaron que el crecimiento registrado en el transporte marítimo en los últimos años ha hecho que muchas navieras compren barcos antiguos y no dediquen toda la atención que deberían a su mantenimiento, con el fin de conseguir un mayor rendimiento comercial.
Falta de personal
El aumento de la flota provoca, por otro lado, la escasez de tripulaciones cualificadas, por lo que en muchos casos el personal a bordo de un buque no está familiarizado con los procedimientos, una situación que origina accidentes por la acumulación de errores humanos.
Estos barcos son lo que se califican como subestándar, es decir, no reúnen las condiciones mínimas para permitir su navegabilidad con seguridad para la propia embarcación, las personas, la carga y el medio ambiente. Por ello, los expertos tienen especial cuidado con los denominados pabellones de conveniencia.
El encargado de analizar ayer este asunto fue Pedro Suárez, vicedecano de la delegación asturiana de la asociación organizadora del congreso y resaltó que este tipo de banderas aglutina a 32 países de todo el mundo. Ese grupo representa más de 50% del tonelaje mundial y al 15% de los pesqueros de gran altura.
Bandera de conveniencia
Los principales países que acogen buques bajo pabellón de conveniencia son Panamá, Liberia, Bahamas, Islas Marshall, Malta, Chipre, Antigua y Barbuda y Bermudas. Suárez indicó que un país de conveniencia «es aquel que incluye más del 93% de buques poseídos por nacionales de otros países».
Este congreso fue inaugurado por la alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso; el presidente de la Cámara, Luis Arias de Velasco; el presidente de la Asociación de Ingenieros Navales y Oceánicos de España, José Esteban Pérez; el presidente de la delegación asturiana, Leopoldo Bertrand, y el presidente de Astilleros Gondán, Álvaro Platero.
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