El hombre fuerte del presidente Calderón colocó a sus mejores amigos en puestos clave, no de relumbrón, sino en posiciones donde se revisan y se asignan algunos de los contratos más jugosos de la paraestatal y en donde se vigila la operación de gasolineras de todo el país.
Fuente: Reporte Índigo
El escándalo en torno a los negocios que Juan Camilo Mouriño realizó como diputado, coordinador de asesores del secretario de Energía y subsecretario de Estado es apenas la punta del iceberg.
De acuerdo con los resultados de una investigación realizada por Reporte Índigo, los contratos con Pemex no parecen ser hechos aislados. Podrían ser apenas el prólogo de una red de intereses perfectamente diseñada y que Mouriño consolidó cuando llegó a la Oficina de la Presidencia de la República.
Desde su posición como alter ego del Mandatario, impuso a sus amigos y empleados del Corporativo GES (Grupo Energético del Sureste) en puestos clave desde los que se hacen los grandes negocios con el Gobierno Federal: Pemex, Profeco y Fonatur (Fondo Nacional de Fomento al Turismo).
Karim Elías Bobadilla, amigo de la infancia de Juan Camilo, fue colocado a fines de 2007 como titular del Órgano Interno de Control de Pemex Exploración y Producción.
Esa dependencia revisa las asignaciones para la construcción de plataformas petroleras y otorga los contratos más grandes para el transporte de hidrocarburos, área en la que la familia del titular de Gobernación tiene sus principales negocios.
La esposa de contralor de Pemex Exploración y Producción, Karla Pérez Marrufo, fue colocada en otro puesto estratégico. Es la coordinadora general de Delegaciones de la Procuraduría Federal del Consumidor.
Entre otras cosas, ella es la responsable de vigilar que las gasolineras —de las cuales tiene muchas la familia de Mouriño— vendan litros de a litro. Y si no, que sean clausuradas.
Los amigos de Mouriño también están en otro sector estratégico, el turismo.
Adalberto Enrique Füguemann y López, ex director de GES y brazo derecho de Carlos Mouriño Terrazo, hermano de Juan Camilo, es desde febrero de 2007 director de Administración e Inversión Turística de Fonatur.
Desde esa estratégica posición, Füguemann y López ha encabezado eventos en Campeche para anunciar grandes inversiones de consorcios españoles.
Ni Karim ni Adalberto tenían experiencia en el servicio público.
Como muchos mexicanos, los calderonistas acusan a Manuel Bribiesca Sahagún de haber traficado influencias aprovechando su condición de hijo de la primera dama.
De Juan Camilo se puede decir lo mismo, pero no como hijo de su mamá, sino desde el ejercicio directo del cargo público que ocupa.
Manuel pedía favores a través de terceros. Juan Camilo está en una posición en la que no necesita intermediarios. Él tiene facultades para dictar órdenes a sus amigos.
Manuel era hijastro del Presidente. Juan Camilo es el brazo derecho del actual Mandatario, el principal operador de Felipe Calderón, su amigo. Al final, tal para cual.
Karim, el amigo de la infancia
Karim Elías Bobadilla, originario de Campeche, es contador público de profesión y tiene 37 años de edad, como Juan Camilo Mouriño. Es de tez morena y complexión delgada. De trato amable y educado.
La carta de presentación que suele presumir no es la experiencia o la eficacia, sino ser amigo de la infancia de JC.
Dice que antes de trabajar para él, lo hizo con su padre, Carlos Mouriño Atanes, en el Corporativo GES (Grupo Energético del Sureste), controlador de más de una docena de negocios que abarcan campos tan diversos como franquicias de Pemex, alimentos (Baskin-Robbins, Burger King) y bienes raíces.
Karim se fue a vivir a la Ciudad de México 15 días antes del 1 de diciembre de 2006. Sin antecedentes en el sector público, JC o “Iván”, como le llaman sus más cercanos, le asignó la estratégica labor de ocuparse de la entrega-recepción de lo que se convertiría en la Oficina de la Presidencia, la posición que Mouriño encabezó durante los primeros 13 meses del gobierno de Felipe Calderón.
De hecho, la firma de Karim aparece en el acta de entrega-recepción de dicha oficina.
Cuando arrancó el sexenio, fue nombrado director general de Administración de la oficina de Juan Camilo. Y aunque su puesto era menor, en el organigrama de la Presidencia quedó al mismo nivel que el secretario particular del Mandatario, el coordinador de Comunicación Social y la coordinadora general de Administración de la Presidencia.
Karim no cumplió el año en Los Pinos
En junio de 2007, JC lo mandó como titular del Órgano Interno de Control de Pemex Exploración y Producción (PEP), justo el área donde se aplicarían los cambios al marco constitucional que permitirían la explotación de los yacimientos profundos del Golfo de México y que, según ha trascendido, se haría con tecnología y capital privado.
La principal misión de PEP es el “transporte, almacenamiento en terminales y comercialización de primera mano” de petróleo y sus derivados.
Quienes conocen a fondo Pemex dicen que en PEP está “la gallina de los huevos de oro”. Es decir, los multimillonarios contratos para buscar, extraer y transportar hidrocarburos. Y ésa es precisamente la rama en la que la familia de Juan Camilo tiene intereses.
El presupuesto de PEP para este año es de 281 mil millones de pesos. Los recursos proyectados para la “distribución de petróleo crudo, gas, petrolíferos (gasolinas), petroquímicos y mantenimiento de instalaciones” son 440 millones de pesos.
La familia del Secretario de Gobernación es propietaria de la empresa Transportes Especializados Ivancar, S.A. de C.V. (TEISA).
Fue creada el 2 de agosto de 1985, un día después de que “Iván” cumplió 14 años. Tiene como objeto social la transportación y distribución de gasolina, diesel, aceites, lubricantes y sus derivados.
La semana pasada, Andrés Manuel López Obrador documentó que dicha compañía había recibido contratos por adjudicación directa por un valor de más de 26 millones de pesos entre 2002 y 2004.
En ese periodo, JC fue presidente de la Comisión de Energía en la Cámara de Diputados; coordinador de Asesores del entonces secretario de Energía, Felipe Calderón Hinojosa, y subsecretario de Energía.
En un claro conflicto de intereses y presunto tráfico de influencias, Juan Camilo firmó dichos contratos como apoderado legal de TEISA, de acuerdo a los documentos presentados por AMLO.
El papel de Karim, como el de todo contralor interno, es verificar y validar que los contratos que firma PEP con sus proveedores cumplan con la normatividad. Fuentes ligadas a la industria del transporte de hidrocarburos afirman que las empresas de JC han incursionado en el negocio de los buques-tanque tan requeridos por Pemex Exploración y Producción.
LA ESPOSA Y LA HERMANA
Familiares de Karim Elías Bobadilla también encontraron espacio en la administración de Calderón en áreas clave, pero de perfil discreto.
Su esposa Karla Pérez Marrufo es hoy la coordinadora general de Delegaciones de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Una de sus tareas principales es coordinar los operativos para sancionar a las gasolineras que no vendan litros completos y ventilar sus nombres para que los consumidores ya no acudan a esas estaciones de servicio.
El punto clave es que la familia del actual titular de Gobernación, a través del sistema de franquicias de Pemex, cuenta con 38 gasolineras distribuidas en los estados de Campeche, Tabasco, Yucatán, Quintana Roo, Chiapas y Veracruz.
La experiencia de Pérez Marrufo en el servicio público se limita a haber sido delegada de la Profeco en Campeche.
Los periódicos de esa entidad reportan que cuando Karla Pérez Marrufo dijo que iba a informar a la población los nombres de las gasolineras que no vendían litros de a litro, se excusó diciendo que habían hackeado la página de Internet de la dependencia y que no se podía consultar la lista negra.
La hermana de Karim, María Alejandra Elías Bobadilla, aparece como subdirectora de Administración de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Campeche.
Despacha en las oficinas ubicadas en Av. de las Palmas S/N planta alta, en la colonia San Francisco o La Ermita, en la capital campechana.
Al igual que su hermano Karim, María Alejandra es contadora pública.
Realizó sus estudios de licenciatura en la Universidad Autónoma de Guadalajara. Entre sus cargos públicos, figura el haber sido contralora interna del ISSS-TECAM de 1996 a 1999 en la ciudad de Campeche.
Por cierto, en marzo de 2004, en una licitación en la que no hubo participantes, la delegación del ISSSTE en Campeche otorgó un contrato de un millón 225 mil 218 pesos por vales de gasolina.
La Profepa no sólo verifica y sanciona los derrames de contaminantes en agua y tierra, sino que también debe vigilar el cumplimiento de las normas de preservación de las áreas naturales protegidas.
Esto significa que debe seguir muy de cerca la operación de los consorcios empresariales españoles, como Grupo Mall, que actualmente realizan un megaproyecto turístico en Champotón.
EL ALFIL DE FONATUR
Adalberto Enrique Füguemann y López llegó a la Dirección de Administración e Inversión Turística de Fonatur el 1 de febrero de 2007 en sustitución de Jesús María Treviño.
Antes fue director general de Grupo Energético del Sureste.
Hombre cercano a Carlos Mouriño Atanes y Carlos Mouriño Terrazo, padre y hermano de Juan Camilo Mouriño.
En la precampaña presidencial de 2000, mientras “Iván” y su papá colaboraban en Amigos de Fox, Füguemann y Carlos Mouriño se paseaban en los eventos de Roberto Madrazo, como el del 25 de julio de 1999.
Hoy, el ex empleado de los Mouriño es responsable del manejo y control operativo de las inversiones turísticas del Fondo Nacional de Fomento al Turismo. También administra los recursos económicos, técnicos y humanos. El presupuesto de Fonatur para este año es de 4 mil 190 millones 379 mil 607 pesos.
El perfil de Füguemann y López es discreto, pero el 2 de febrero pasado hizo una aparición pública en el espectacular escenario de las playas de Champotón, Campeche, al lado del empresario español Julio Noval García, presidente de Grupo Mall, uno de los imperios inmobiliarios de la región de Asturias.
El objetivo del evento era conocer los avances del complejo turístico Campeche Playa, Golf, Marina & Spa Resort, que hoy es el principal proyecto turístico del sureste mexicano.
El desarrollo de 308 hectáreas tiene 315 mil metros cuadrados reservados para la construcción de 2 mil 500 departamentos, un hotel de cinco estrellas con 500 habitaciones, town center, marina deportiva con capacidad para 150 embarcaciones, restaurantes internacionales, un biocentro de conservación de la tortuga carey y lo que Noval llama “el primer campo de golf ecológico de América Latina”, que diseñará Jack Nikclaus.
Este megaproyecto representa una inversión de 650 millones de dólares. La construcción se hará en cuatro fases. La primera estará terminada en agosto, y se calcula que la obra estará totalmente concluida en 2010.
En febrero de 2006, Noval García estuvo en Champotón con el entonces presidente Vicente Fox para poner la primera piedra del desarrollo turístico. En la comitiva estuvo Carlos Mouriño Atanes, padre del actual Secretario de Gobernación.
“Tres prominentes panistas campechanos descendieron ayer junto con el presidente Vicente Fox Quesada del avión presidencial: el diputado federal Sebastián Calderón Centeno, el senador Jorge Nordhausen González y el empresario español y ex coordinador regional de Amigos de Fox, Carlos Mouriño Atanes.
“A las 11:00 horas se iniciaba la octava gira presidencial por Campeche, con una apretada agenda que trasladó al Mandatario federal a tres municipios”, señalan las crónicas periodísticas.
En esa gira, Fox visitó las obras de modernización del aeropuerto, entregó casas en el fraccionamiento Siglo XXI y colocó la primera piedra del proyecto turístico de Champotón.
Mouriño Atanes, quien incursionó hace décadas en el negocio de las gasolineras, no es ajeno al mundo inmobiliario.
La página electrónica www.einforma.com señala que este empresario tiene en Vigo, España, una empresa llamada Grupo Corporativo Ges, S.L., cuyo objeto social es la adquisición, gestión, urbanización, administración y comercialización del suelo y construcciones; promoción de edificaciones y actuaciones urbanísticas, tanto de naturaleza industrial o comercial, como residencial.
Fox ya no es el presidente de México, pero Julio Noval García sigue teniendo el apoyo de Los Pinos, según dijo él mismo el 2 de febrero pasado en el evento organizado para revisar los avances.
En los medios de comunicación locales quedó constancia de que el empresario español había afirmado que contaba con un decidido apoyo del Presidente de México, Felipe Calderón, y del Secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, para la realización del proyecto.
El apoyo se ve. En el evento, el empresario español estuvo acompañado por Füguemann y López, quien se deshizo en elogios para Noval.
El funcionario dijo que Fonatur reconoce el intenso esfuerzo de los inversionistas y del Gobierno del Estado en un proyecto tan visionario que rescata la vocación turística de un lugar al que calificó como excepcional.
Afirmó que el complejo turístico era caro y arriesgado en términos empresariales, pero “loable y trascendente” en materia social. Constituye un desafío y, “por su dimensión, es la piedra de toque para el desarrollo económico de una región y para su promoción internacional”.
Aseguró que Campeche Playa, Golf, Marina & Spa Resort se apunta ya como un símbolo del presente y una sólida presencia del futuro.
En los últimos años, los grupos españoles han hecho las inversiones turísticas más importantes de Quintana Roo, Campeche y Yucatán. Cerca de mil 89 millones de dólares.
Los principales consorcios que participan en el sector son Oasis, Barceló, Sol-Meliá, Occidental, Soltur, Iberostar, Hoteles Riu, OHL, Hoteles Sirenas y Grupo Mall.
GOLPE DE GRACIA
Hay quienes dicen que hay muertos que caminan porque nadie les ha dicho que ya están muertos. Quizá ése sea el caso de Juan Camilo Mouriño, el novel Secretario de Gobernación.
Al menos eso piensan los superasesores que han consultado en Los Pinos durante toda esta semana de crisis en Bucareli.
Aunque la Presidencia se ha mostrado indiferente, en la práctica sí hay preocupación, y ya empezó la búsqueda de operadores capaces de parar la bola de nieve en los medios de comunicación.
La pregunta obligada de los consultores es: “¿Los documentos de los contratos que Mouriño firmó son auténticos?”.
Ante la respuesta afirmativa, sólo les queda decir: “Está muerto. El muchacho es agradable, pero ya no sirve para esto”.
¿Cuánto más van a esperar en Los Pinos? ¿Qué tanto se tiene que agravar la situación para tomar una decisión sobre el futuro de JC? ¿Están esperando a que algo más salga a flote? En el primer escándalo de corrupción del sexenio de Fox, el “toallagate”, el presidente tuvo que prescindir de su amigo Carlos Rojas Magnon después de cuatro días de desgaste.
Y no tanto porque quisiera, sino porque el escándalo podría llegar hasta la alcoba presidencial, a la todavía vocera Marta Sahagún y a Ana Cristina Fox, que no se midieron con los gastos para decorar y remodelar las acogedoras cabañas de Los Pinos.
Mientras la Cámara de Diputados deshoja la margarita y analiza —o negocia— si crea o no la Comisión Mouriño para revisar el presunto tráfico de influencias, el titular de Gobernación también busca estrategas.
Y no para ver cómo detienen la crisis, sino para que lo defiendan de lo que venga. Cercanos al funcionario afirman que ha comenzado a buscar los servicios del polémico abogado Julio Esponda, compañero de estudios de Felipe Calderón en la Escuela Libre de Derecho.
Esponda tiene experiencia en casos de corrupción. Fue abogado de Rogelio Montemayor Seguy, ex director de Pemex acusado de desviar fondos para el PRI, y de los resbaladizos empresarios Jorge Lankenau y Carlos Cabal Peniche, acusados de fraude.
Si el caso de Mouriño termina como el de Manuel Bribiesca Sahagún, sin una investigación ni las sanciones correspondientes, y en cambio sigue con sus actividades político-empresariales durante el sexenio, el efecto podría ser muy similar: el desgaste de la figura presidencial, que tiene que atravesar a todo el Estado mexicano para defender a sus seres queridos. Y todos conocemos las consecuencias.
En 2007, Juan Camilo Mouriño concedió dos entrevistas a diarios de Galicia, España, Faro de Vigo y La Voz de Galicia. Lo hizo mientras vacacionaba en el chalet de sus padres en Vigo. allí mostró su corazón dividido entre España y México.
Con el corazón ‘partío’
El 10 de julio, el periódico Faro de Vigo publicó: “Un hombre que ha llegado a tales responsabilidades en el Gobierno de un país tan grande y tan complejo tiene que tener por fuerza una buena mano izquierda para conciliar, mano derecha para golpear la mesa cuando la ocasión lo exija y, en síntesis, notorias habilidades políticas para poner la brújula en una geografía cultural y sentimental tan rica, diversa e intensiva (a veces de cuidados intensivos) como la mexicana.
“Sin embargo, el hombre que tenemos delante en el salón de esa casa viguesa y paterna de Saiáns, que un día fuera del alcalde Soto, con las islas Cíes al fondo de la mirada, exhibe una sencillez en las formas que no casa con esa etiqueta de Supremo Deshacedor que le ha puesto alguno de sus adversarios.
“No destaca por su elocuencia al modo de un Demóstenes, pero tampoco le falta para expresar una serie de ideas claras y precisas, un concepto de país y de Gobierno. Por algo le habrá puesto ahí Felipe y por algo otros no han podido evitarlo”.
Madrileño de nacimiento, gallego de origen, Mexicano de nacionalidad.
-¿Cómo lleva usted esa mezcla de querencias?-, le preguntó Faro de Vigo.
“Sin duda que cada una de esas partes hacen de mí lo que hoy soy. Uno es deudor de su pasado. Y es verdad que mi infancia se inicia en Madrid, a donde mi padre fue por razones de trabajo, con largas estancias en Vigo durante los veranos”.
Pronto entró México en su vida...
“Tenía 6 ó 7 años cuando nos fuimos a México, D.F. para pasar luego a Campeche, donde terminé mis estudios tras licenciarme en Economía por la Universidad de Tampa, en Florida. En Campeche se desarrolló mi familia empresarialmente. No es que tenga la nacionalidad mexicana, es que me siento mexicano hasta la médula”.
-En esa memoria de la infancia, ¿qué lugar ocupa Galicia?-
“Un espacio inolvidable. Teníamos la oportunidad de dividir nuestras estancias aquí en dos mundos distintos.
“El marítimo de las rías de Vigo y de Aldán y el interior en Ourense, concretamente en Avión, donde podíamos convivir con la naturaleza y la vida del rural. Me queda mucho del emigrante gallego que se atrevió a arriesgar y dejar todo lo que conocía aquí para buscar algo en un lugar desconocido”.
Prosiguió el diario: “Conocido en el seno familiar como Iván, lo que han aprovechado sus adversarios políticos para jugar con sobrenombres como ‘Iván el fino’ (por sus supuestos gustos) o ‘Iván el Terrible’ (ellos sabrán por qué), Juan Camilo Mouriño sólo supo de la precariedad y del hambre cuando fue secuestrado a mediados de los 90’s y pasó una semana atado mientras se negociaba su vida”.
-¿Ve usted la vida de otra manera desde aquella terrible experiencia?-
“Marca para siempre, claro. Te hace valorarla más, darte cuenta de que tienes el tiempo prestado y que una u otra circunstancia lo va a acabar. Que hay que vivirlo con más intensidad y conciencia. No puedo afirmar que estoy en la política por ello, pero sí que me ha influido notablemente”.
La Voz de Galicia publicó el 4 de agosto de 2007: “Mitad gallego, mitad americano, el ahora jefe de la Oficina del Presidente admite estar ‘marcado por el carácter emigrante’”.
-¿Qué le queda de gallego?-
“Recuerdos extraordinarios. Parte de mi niñez estuvo entre Vigo y Ourense, la Galicia rural y la urbana, el campo y el mar. Me queda mucho del emigrante gallego que se atrevió a arriesgar y dejar todo lo que conocía aquí para buscar algo en un lugar desconocido. Aprendí de ello y sé que hay que luchar por las convicciones”.
-La comunidad gallega es importante en México. ¿qué hará su gobierno por ella?-
“Al principio, los emigrantes españoles llegaron muy focalizados en el comercio. Hoy están ya en sectores emergentes como el turismo, la energía o los servicios.
Ahora viene otra tercera generación de oportunidades, todo lo relativo a la creación de nuevas infraestructuras. Vamos a multiplicar varias veces las infraestructuras del sexenio anterior. Y las empresas españolas jugarán un papel relevante”.
Me queda mucho del emigrante gallego que se atrevió a arriesgar y dejar todo lo que conocía aquí para buscar algo en un lugar desconocido”.
-¿Ha alcanzado ya su techo político o estamos hablando, quizá, con el próximo candidato a Presidente?-
“Pues mira, la verdad es que no me marco techos así. Las cosas se han ido dando. La política es un tanto de voluntad y de objetivos propios, pero también mucho de circunstancias. No siempre está en la decisión de uno, depende de muchas cosas”.
Cuando le preguntaron si alguna vez se había imaginado que a sus 36 años de edad iba a tener un cargo de relevancia en Los Pinos, respondió: “Cuando uno entra en la política, no puede imaginar más que eso inmediato que quiere hacer o ser. De ahí en adelante son muchas circunstancias distintas en las que se mezcla el azar con la necesidad.
“Por supuesto, deseo personal, pero también oportunidades, coyunturas, muchas veces suerte. Hay un dicho popular en México que dice que ‘uno en la política no entra, le meten; y no sale, le sacan’”.
Política en México... negocios en España
Su vocación empresarial seguramente llevó a Juan Camilo Mouriño Terrazo a establecer contactos e incipientes negociaciones con los astilleros de Galicia, España.
Buscaba la posibilidad de hacer, a nombre del Gobierno mexicano, un pedido “masivo” de barcos gallegos, a pesar de que los astilleros mexicanos están ansiosos de tener trabajo y consolidarse como una industria viva.
En 2007, siendo jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, Mouriño Terrazo tuvo su primer acercamiento con los astilleros de Galicia, comunidad autónoma española de donde es originaria su familia. Él mismo lo informó a la prensa gallega. Pero... ¿estaban esas negociaciones dentro de sus atribuciones?
De acuerdo con el decreto del 4 de diciembre de 2006, con el que se creó la Oficina de la Presidencia de la República, el jefe de este despacho no tenía facultades para hacer esos tratos con empresarios gallegos.
Sus funciones, según el decreto, eran: “Coordinar las distintas unidades administrativas de asesoría y de apoyo técnico con que cuenta el titular del Ejecutivo Federal; dar seguimiento a las tareas que éste le encomiende a las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal y requerirlas de su cumplimiento, así como llevar a cabo eficazmente la relación interinstitucional con otras instancias de los sectores público, privado y social, todo ello, a efecto de informar de manera directa al Presidente de la República y hacer más ágil y eficiente la conducción de la Administración Pública Federal”.
Consultado sobre la compra de barcos gallegos, César Patricio Reyes Roel, coordinador general de Puertos y Marina Mercante de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), asegura no tener conocimiento de la operación. “Lo sabría”, dice.
Sin embargo, Mario Uribe Preciado, ex presidente de la Cámara Nacional de la Industria Naval, no opina lo mismo.
Dice que el Gobierno mexicano pretende renovar la flota camaronera, pero le quiere dar el trabajo a la Secretaría de Marina y a los astilleros gallegos, en detrimento de los astilleros de la iniciativa privada nacional.
La noticia de la construcción e importación de los barcos gallegos a México la dio precisamente Juan Camilo Mouriño. Lo hizo durante unas vacaciones en Vigo, Galicia, la tierra de sus ancestros y compatriotas, ya que él nació en Madrid.
Y sin duda, fue una muy buena noticia para los empresarios de la comunidad autónoma situada al noroeste de la Península Ibérica.
“México plantea un encargo masivo de barcos al sector naval gallego”, cabeceó el diario La Voz de Galicia el 18 de julio de 2007.
Informó que “el jefe de la Oficina del Presidente, Juan Camilo Mouriño Terrazo, hijo del actual presidente del Celta, Carlos Mouriño, contactó la pasada semana en Vigo con empresarios del sector para valorar el inicio negociaciones a corto plazo.
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