miércoles, 12 de diciembre de 2007

Corrige su versión PEMEX

Fuente: Por Esto!

Ahora dice que fueron dos fugas en el pozo Kab-121 /Minimiza aún más la fuga de gas natural /Y cambia su relación de hechos del 23 de octubre

La paraestatal señala que se le ha complicado controlar el pozo, porque "una fuga de gas combustible, sobre todo con alta presión, representa un importante peligro para la salud y la seguridad de los trabajadores".

A 50 días del accidente en la Sonda

CIUDAD DEL CARMEN, Cam. 11 de diciembre.- A 50 días del accidente entre las plataformas Usumacinta y Kab-101, Petróleos Mexicanos informó que no fue una fuga de petróleo crudo y gas natural, sino dos las que se registraron en el pozo Kab-121.


Sin embargo, la empresa paraestatal petrolera no precisó la cantidad de hidrocarburos que se estuvo vertiendo realmente de estos dos orificios ubicados en la tubería de producción y en el cabezal de producción.

Pemex sólo insistió en estimar en 422 barriles diarios (unos 67 mil 98 litros) el derrame diario de petróleo y en minimizar aún más la emisión de gas.

En el documento denominado "Preguntas y respuestas", publicado este martes en su página web, la compañía petrolera mexicana afirma que dejó de producir 700 mil pies cúbicos diarios de gas natural en los pozos Kab-101 y Kab-121, con el accidente, pero evita precisar cuánto se está fugando.

"En conjunto, ambos pozos producían hasta antes del accidente cinco mil 700 barriles diarios de petróleo crudo y 700 mil pies cúbicos de gas natural", indica.

El 14 de noviembre, en una entrevista con TV Azteca, el director general de Pemex Exploración y Producción (PEP), Carlos Morales Gil, estimó la fuga de gas en siete millones de pies cúbicos diarios, y ese mismo día, en una entrevista con Reforma, el subdirector de la Región Marina Suroeste de PEP, Pedro Silva López, la calculó en 700 mil pies cúbicos diarios.

La versión corregida del accidente

Petróleos Mexicanos manifiesta esta vez que "el domingo 21 de octubre, la plataforma Usumacinta fue posicionada junto a la plataforma aligerada Kab-101, con el propósito de terminar de perforar el pozo Kab-103".

"Desde la mañana del martes 23 de octubre, se empezaron a sentir los efectos del frente frío número cuatro, que habrían provocado que el "cantilever" de la Usumacinta golpeara la parte superior del árbol de válvulas del pozo Kab-101, generándose una fuga de hidrocarburos", agrega.

"Esa fuga fue eliminada en minutos por personal que bajó al piso de producción de la plataforma Kab-101 y cerró las válvulas subsuperficiales de seguridad de los dos pozos", asegura.

"Sin embargo, posteriormente fue dañado de manera similar el árbol de válvulas del pozo Kab-121, presentándose en este dos puntos de fuga; uno con flujo menor, a través de la tubería de producción (que controló en el cuarto día del accidente), y otro, con flujo de mayor magnitud, en el cabezal de la tubería de producción, por una válvula lateral degollada", apunta.

No hace alusión a que el 23 de octubre, en su comunicado, dio a conocer que los efectos del "norte" se empezaron a sentir en la Sonda "alrededor del mediodía" y que el pozo en descontrol era el Kab-101, donde "se observó falta de hermeticidad de la válvula de seguridad".

Complicado y complejo control

La paraestatal señala que se le ha complicado controlar el pozo, porque "una fuga de gas combustible, sobre todo con alta presión, representa un importante peligro para la salud y la seguridad de los trabajadores".

"Cuando la emanación se encuentra apagada, tiende a formarse una atmósfera explosiva que puede arder ante una chispa proveniente de equipos de corte o soldadura, del escape de motores encendidos, por el simple choque de dos piezas metálicas o por corriente estática; cuando la emanación está encendida, por otra parte, el calor que irradia impide a los trabajadores y equipos operar cerca del punto de fuga", explica.
"También debe tomarse en cuenta que los escapes de fluidos a presión erosionan los elementos de control y el fuego los deforma, quedando inutilizados en ambos casos", abunda.

"Este caso en particular ha resultado complejo por el hecho de que el "cantilever" de la plataforma Usumacinta, con su piso y torre de perforación encima, bloqueaban por arriba y por los costados de los pozos, quedando éstos y la fuga confinados en un espacio de maniobra muy reducido que no permitía el uso de los equipos y herramientas que suelen ser de utilidad en estos casos", menciona.

El taponamiento con cemento

Pemex sostiene que actualmente, "ya fueron removidos la torre y el piso de perforación, así como dos viguetas del "cantilever" de la plataforma Usumacinta, que obstaculizaban las tareas para extinguir el fuego del pozo Kab-121 y para operar en el control del mismo".

"Se colocó un aditamento que guía la fuga y en su caso, el fuego hacia arriba, facilitando las maniobras alrededor de los pozos. El fuego puede ya ser encendido y apagado a voluntad, en función de lo que requiera cada una de las operaciones", expresa.

"En este momento, se hacen los preparativos para instalar un nuevo piso de trabajo a la plataforma Kab-101, de manera que las cuadrillas de trabajadores puedan desarrollar ahí las maniobras subsecuentes", añade.

"Habiendo sido liberada el área de cabezales de los pozos y redireccionado el flujo de los hidrocarburos y toda vez que se colocó el piso de trabajo en la plataforma Kab-101, se procederá a cortar las tuberías del pozo Kab 121 por debajo de los cabezales, a fin de eliminarlos e instalar un preventor de reventones, que permitirá cerrar el pozo para eliminar la fuga y después controlar el pozo, mediante la inyección de fluidos de alta densidad. La etapa final será el taponamiento del pozo con cemento", puntualiza.
(Daniel Sánchez)

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