El 1 de julio marca, para la Secretaría de Marina y
para el personal de la Armada de México que han cursado su carrera en la
Heroica Escuela Naval Militar, el recuerdo imborrable de la creación del
principal centro de estudios navales de México.
El primer antecedente de una escuela para los
marinos militares de México estuvo en Tlacotalpan, Veracruz. Comenzó a
funcionar el 14 de enero de 1825 con 18 elementos; 12 de ellos fueron destinados
-años después- al barco “Congreso Mexicano”, en el cual hicieron su primer
viaje de prácticas y se puede decir que éste fue el primero de su tipo en la
marina nacional de guerra. Posteriormente, la Academia Naval de Tlacotalpan se
trasladó a Alvarado, Veracruz.
Otras instituciones que se pueden tomar como
precedente fueron la Academia Náutica de Tepic, la Escuela Náutica de Campeche
y la Escuela Náutica de Isla del Carmen. Esta última se estableció en 1854 por
decreto del entonces Presidente de la República, general Antonio López de Santa
Anna. El artículo 1 de dicho documento decía; “Se establecerá en la Isla del
Carmen una Escuela Náutica, para la enseñanza de la juventud que se destine al
servicio de la Marina Nacional”.
El 30 de mayo de 1857 el Presidente de la
República, Ignacio Comonfort, decretó el establecimiento de dos colegios
navales, uno en la fortaleza de San Juan de Ulúa, Veracruz, y otro en el puerto
y ciudad de Mazatlán, Sinaloa; cada uno con capacidad para veinte alumnos -en
calidad de internos durante el tiempo que cursaran sus estudios- a los que el
Gobierno Federal les costearía la instrucción, el vestuario y la alimentación,
así como los gastos generales de cada plantel. Sin embargo, estas disposiciones
quedaron sin aplicarse ya que estalló en México la Guerra de Tres Años, mejor
conocida como Guerra de Reforma.
A través del tiempo se establecieron diversas
escuelas y academias en Campeche, Isla del Carmen, Mazatlán, San Juan de Ulúa y
Tepic; todos éstas de carácter oficial y sostenidas por el Gobierno de México,
cuyo deseo ha sido siempre la preparación de jóvenes para ser los oficiales que
dirijan los barcos de guerra que enarbolan la enseña patria. Cabe aclarar que
después de la intervención francesa y hasta 1891 los aspirantes a oficiales de
la Marina Nacional cursaron sus estudios en el Heroico Colegio Militar, que por
aquel entonces llevaba en su escudo el ancla que correspondía a los que seguían
la carrera naval.
En 1880 surgieron los planes para instituir una
Escuela Naval, al grado que se estableció en el H. Colegio Militar la cátedra
de Mecánica Aplicada a la Navegación, y en marzo de ese año el presidente
Porfirio Díaz dictó el decreto mediante el cual se crearon las Escuelas
Náuticas de Campeche y Mazatlán; el 8 de julio se dieron a conocer las
características de los planteles y como fecha de su apertura el 1 de febrero de
1881.
Ambos planteles funcionaron con cierta regularidad
hasta el 31 de diciembre de 1894 pero, como no aportaban el suficiente número
de oficiales para el manejo de los barcos mexicanos y la mayor parte de los
comandantes eran de ascendencia extranjera, el brigadier José María de la Vega
González, Jefe del Departamento de Marina de la Secretaría de Guerra y Marina
desde 1890, presentó un proyecto para erigir una Escuela Naval Militar en donde
debería impartirse la educación teórica y práctica para quienes se dedicaran a
oficiales y maquinistas de los buques de la Armada Nacional. Entre los puntos
expuestos para justificar la idea estaba la consideración de que el sistema que
se llevaba a cabo en ese tiempo era improcedente, ya que la edad de los
educandos que empezaban a navegar era muy avanzada, y poco productiva, dado que
la concentración de esfuerzos y gastos eran altos en comparación con el escaso
material humano que egresaba; por lo que se propuso la creación de una Escuela
Naval Flotante (en decreto presidencial del 8 de enero de 1896) y dos Escuelas
Prácticas de Vela que deberían inaugurarse el 1 de enero de 1898. El 19 de
abril de 1897, antes de que lo anterior se pusiera en práctica, el brigadier de
la Vega elevó una iniciativa al entonces Secretario de Guerra y Marina, general
Felipe G. Berriozábal, sobre la institución de la Escuela Naval Militar; en su
propuesta -de 34 artículos- analizó la situación del momento, abogó por la
instalación del plantel, habló sobre los buques escuela y las prácticas,
procuró la reducción de gastos, sintetizó un presupuesto general, apoyó a la
ciudad y puerto de Veracruz como sede de la academia naval y finalizó con la
sugerencia de que la Secretaría de Hacienda remitiera a la Cámara de Diputados
el presupuesto de Marina para el año fiscal 1897-1898.
Esto trajo como consecuencia que dos días después,
el 21 de abril, el planteamiento fuera aprobado por el Presidente de la República,
general Porfirio Díaz, quien dictó el decreto respetivo el día 23 del mismo mes
y que a la letra dice: “Porfirio Díaz, Presidente Constitucional de los Estados
Unidos Mexicanos, a sus habitantes sabed: Que en atención a las dificultades
que se han presentado para obtener un buque ya construido que reúna las
condiciones adecuadas para instalar en él la Escuela Naval Flotante a que se
refiere la Ley de 8 de enero de 1896 y considerando que mientras se toman las
medidas conducentes para llenar este requisito, es de absoluta necesidad
atender a la formación del personal que en los sucesivo preste sus servicios en
la Armada y la Marina Mercante, aprovechando para ello los elementos que en la
actualidad existen para impartir la instrucción científica y práctica a los
jóvenes que quieran formar el contingente de oficiales, maquinistas y pilotos
que demandan los expresados servicios; en uso de las facultades que me concede
el artículo 6° de la Ley del 30 de mayo de 1896, y en el único de la del 17 de
diciembre del mismo año, he tenido a bien decretar lo siguiente: Artículo 1
Mientras se adquiere por la Nación un buque con las condiciones apropiadas para
instalar a bordo la Escuela Naval Flotante de que trata la fracción 4 del
artículo 1 de la Ley de 8 de enero de 1896, se establece en Veracruz un plantel
en el que se impartirá la instrucción científica, militar y asesoría a los
jóvenes que se dediquen a las carreras de Oficiales de Guerra y Maquinistas de
la Armada, el que se denominará ESCUELA NAVAL MILITAR…”. En seguida añade que
dependerá de la Secretaría de Guerra y Marina, ha de inaugurarse el 1 de julio,
utilizará la corbeta “Zaragoza” como buque-escuela, y albergará a los alumnos
que cursan la carrera de Marina en el Colegio Militar y a los que estudian en
la Escuela Teórico-Práctica de Maquinistas, sin que esto les cause interrupción
en el tiempo de servicios.
En vista de los acontecimientos el brigadier de la
Vega, en colaboración con el entonces Capitán de Fragata Manuel E. Izaguirre,
comienza a prever la instalación y acondicionamiento de la escuela en el local
destinado exprofeso para ello; según decreto del 10 de mayo de 1897 el plantel
ocuparía una casa de madera de 2 cuerpos y 2 pisos, con un patio intermedio,
donde se encontraban instaladas las oficinas de los Juzgados Militares de la
Comandancia Militar de la plaza, situado en la calle de Landero y Coss, al
costado Sur del mercado de peces y mariscos del puerto y con vista al mar en su
lado oriental (hoy se encuentra en este lugar un jardín). El 11 de mayo el
Secretario de Guerra y Marina, general Felipe G. Berriozábal, dictó la orden de
cubrir los gastos, por instrucciones directas de la Presidencia, de las
personas que debían trasladarse a Veracruz para lo relacionado con la
instalación del plantel naval.
Los requisitos que se establecieron para los
alumnos del primer ingreso fueron: ser mexicano por nacimiento o
naturalización, haber cumplido los 14 años y no exceder los 18, contar con
certificado médico de buena salud, comprobar su buena conducta y aplicación
previas, saber escribir con buena letra y que ésta fuera legible.
Se adicionó al Plan de Estudios un curso
preparatorio de dos semestres, uno en las instalaciones de la escuela y el otro
a bordo de la coberta-escuela “Zaragoza”, independientemente del profesional de
7 semestres en el plantel para los Oficiales de Guerra o los Maquinistas de la
Armada, más tres semestres de prácticas a bordo de cualquier barco del Estado y
en el Arsenal Nacional, según lo dispuesto por el Ejecutivo.
Por fin, el 1 de julio de 1897 abrió sus puertas la
ESCUELA NAVAL MILITAR DE MÉXICO.
La primera planta directiva del plantel fue:
Director
Capitán de Navío Manuel E. Izaguirre
Subdirector
Capitán de Fragata Ignacio Hijar
Jefe del Detall
Primer Teniente A. Carvallo
Jefe de la Primera Brigada
Segundo Teniente Francisco J. Rivadeneyra
Jefe de la Segunda Brigada
Segundo Teniente Vicente Solache
Segundo Jefe de la Primera Brigada
Subteniente Tristán Canales
Segundo Jefe de la Segunda Brigada
Subteniente José Ornelas
Secretario y Bibliotecario
Subteniente Francisco Rivadeneyra
Por lo
que respecta a los Cadetes, 19 provenían del Colegio Militar, 11 de la Escuela
de Maquinistas Navales del Arsenal Nacional y 17 del concurso de selección; en
total 47 elementos.
En el parte que rindió el 1 de julio de 1897 el
Director de la Escuela, Capitán de Navío Manuel E. Izaguirre, al Secretario de
Guerra y Marina, dijo lo siguiente: “Tengo la honra de comunicar a usted que,
en cumplimiento de sus superiores órdenes, quedó hoy inaugurada esta Escuela
Naval, que es una nueva protección que tanto el C. Presidente de la República
como usted, se sirven impartir a la incipiente Armada Nacional, y en la que
procuraré seguir sus respetables instrucciones acerca de los hábitos de moral,
patriotismo, honradez y aplicación que debo inculcar a mis alumnos, para
secundar así el programa de dicho Primer Magistrado y de usted en la
reorganización del Ejército y la Armada”.
Los primeros exámenes que se efectuaron en la
Escuela Naval Militar, para obtener el grado de Subteniente, los presentaron
los guardiamarinas Roberto Barquín, Arturo Puga, Ignacio Torres y José Vicente
Sentíes.
En 1898 se inició la construcción del local que
ocuparría el plantel hasta 1952, ubicado en las calles de Landero y Coss y Arista.
El velero “Yucatán” se entregó a esta institución
para que en él, desde 1898 hasta 1903, se realizaran las prácticas de Grumetes
y Guardiamarinas.
En 1899, el Subdirector Ignacio Hijar fue
substituido por el Teniente Coronel Martín Luis Guzmán. Para 1901 se integró la
primera promoción de oficiales egresados de la escuela: los Subtenientes
Ignacio Arenas, Rafael Carrión, Luis Hurtado de Mendoza, Rafael Izaguirre,
Eduardo Loaeza y José Rodríguez Malpica.
Desde su inauguración hasta 1911 la Escuela Naval
Militar funcionó normalmente, cada día con mejores adaptaciones; En 1910 estalló el movimiento revolucionario. En
1912 cuando el puerto de Veracruz fue tomado por una facción rebelde que
desconocía al Presidente Francisco I. Madero el entonces Director, Capitán de
Fragata José Servín y L., al encontrase aislado y al mando de un grupo de
Cadetes, decidió amparar al plantel bajo el signo de la neutralidad, para ello
ordenó que se izara la bandera de la Cruz Roja en el inmueble. Cuando los
alumnos se enteraron de esta situación, todos ellos -inspirados en sentimientos
de pundonor y lealtad, y con el deseo de cumplir con su deber- expresaron al
Director su anhelo de combatir por defender a las instituciones legalmente
constituidas, sin importarles poner en juego su vida; el cadete José Azueta fue
el portavoz de los sentimientos de sus compañeros, ya que ninguno de ellos
deseaba ver sobre su Alma Mater ninguna otra bandera que no fuera la enseña
nacional.
El entonces cadete Gustavo A. Bravo publicó sobre
este episodio: “Fuimos escuchados con vivo interés por nuestro Director. Aquel
viejo marino, en su ya larga carrera, acostumbrado a luchar con quién sabe
cuántos peligros y aventuras, dejó asomar a sus ojos dos lágrimas de emoción y
de alegría, que fueron resbalando trémulas, consoladoras y lentas por su
semblante visiblemente conmovido”.
“Un grito de ¡VIVA LA ESCUELA NAVAL!, que
repercutió enorme y sonoro por todos los ámbitos de aquel recinto querido, no
hizo aprestarnos a la lucha”.
“Al siguiente día, y habiendo llegado a oídos del
jefe de la revuelta nuestra digna actitud, se nos dio a conocer una
comunicación firmada por el propio general Félix Díaz, en la que nos expresaba,
entre otros bellos conceptos, las seguridades de que sería respetada nuestra
Escuela Naval, tan querida para él como el Colegio Militar del que era hijo, y
que aplaudía nuestro proceder viendo con orgullo que seguíamos los pasos y
ejemplos de aquellos aguiluchos que ofrendaron su vida en defensa de la
patria”.
El 21 de abril de 1914, siendo Director del plantel
el Capitán de Fragata C.G. Rafael Carrión, se efectuó el desembarco de marinos
norteamericanos en el puerto de Veracruz. Ese día la Escuela Naval Militar
vivió un acontecimiento heroico en defensa de la nación, en el cual ofrecieron
sus vidas el teniente José Azueta y el cadete Virgilio Uribe. Después de estos
hechos, tras la evacuación y marcha de los directivos y alumnos a la capital
del país, quedó interrumpida la vida del plantel. Los cadetes fueron
incorporados al Colegio Militar hasta que el 17 de febrero de 1919, una vez
restaurado el edificio en Veracruz que fuera bombardeado por los barcos
estadounidenses, la Escuela Naval Militar reabrió sus puertas con el nombre de
Academia Naval Militar; se nombró Director al Capitán de Navío Arturo F. Lapham
en una ceremonia presidida por el comodoro Rafael Montalvo.
En 1932
retornó el nombre original de Escuela Naval Militar, mismo con el que fue
creada en 1897.
En 1940 se creó, por decreto presidencial, la
Secretaría de Marina, y la Escuela Naval Militar quedó a cargo de esta nueva
institución. El plantel continuó funcionando normalmente en Veracruz, con todos
los adelantos de la marina de guerra en el mundo de aquella época; los planes
de estudios se modificaron; a fin de quedar a la misma altura que otras
instituciones navales a nivel internacional.
Es precisamente durante el periodo de este último
Director que a la Escuela Naval Militar, por decreto el 20 de diciembre de 1949
y en vista de los sucesos en los que tomó parte durante la Invasión
Norteamericana el 21 de abril de 1914, se le antepone el calificativo de
Heroica y desde esa fecha es conocida por todos los mexicanos como HEROICA
ESCUELA NAVAL MILITAR. Asimismo, el 22 de agosto de 1952 se inaugura la sede
actual en Antón Lizardo, Veracruz, por el entonces Presidente de la República,
licenciado Miguel Alemán Valdés.
La Heroica Escuela Naval Militar cuenta actualmente
con modernas instalaciones; su sistema de enseñanza se lleva a cabo bajo el
régimen de internado y los estudios, a nivel licenciatura, culminan con la
obtención de títulos profesionales:
Todos los Cadetes que terminan sus cursos reciben
el grado de Guardiamarina; después de un año de servicios regresan a su Alma
Mater a presentar su tesis y, previo examen profesional, se les otorga el grado
de Teniente de Corbeta.
Desde el primero de julio de 1897 la Heroica
Escuela Naval Militar ha producido, para México y su Armada, una gran cantidad
de oficiales que han puesto muy en alto el lema de este plantel: “PARA SERVIR A
MÉXICO”.
Si usted desea profundizar en la
historia de la Escuela Naval Militar, de click en el siguiente vínculo.
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