domingo, 21 de abril de 2013

Industria marítima evalúa uso potencial de biomasa como combustible

 
Unos US$ 7.000 millones es la facturación anual en concepto de combustible que gasta la mayor naviera del mundo, Maersk Line en sus buques; por esta razón, la compañía busca formas de reducir su consumo de bunker a través de fuentes alternas de combustible ecoambientales.
Hasta ahora la industria naviera no se ha beneficiado de la investigación y el desarrollo de la biomasa, una de las fuentes de energías renovables más importantes del mundo. Actualmente hay dos proyectos actuales que se centran en la búsqueda del potencial combustible para uso marítimo a través de la biomasa: Mediante la lignina que es un polímero complejo orgánico que se encuentra en las plantas.
“La lignina tiene una variedad de usos industriales debido a sus características químicas, el contenido de energía y su abundancia, sin embargo, su potencial como combustible diésel marino es un área relativamente inexplorado”, reconoció Peter Normark Sørensen, de Grupo Maersk.
Un estudio financiado por la Fundación de Energía y la Comisión Nacional para Políticas Energéticas concluyó que “los biocombustibles junto con vehículos de mayor eficiencia y crecimiento inteligente podría reducir la dependencia del sector transportista en petróleo en dos tercios para el 2050 de forma sustentable”.
El pasado mes de febrero, Maersk suscribió un memorando de entendimiento con la Universidad Tecnológica de Eindhoven para desarrollar un combustible marino viable de la lignina que cumpla con los estrictos parámetros de precio, rendimiento técnico sostenible y las emisiones.
 
Oportunidades y desafíos
 
Un proyecto independiente llamado “Biomasa para el Siglo 21” co-financiado por la Danish Nacional Advanced Technology Foundation e implica Maersk, DONG Energy y otras empresas e instituciones académicas.
El profesor Claus Felby, de la Universidad de Copenhague está liderando el proyecto, que también está estudiando la lignina como potencial combustible marino, así como de otras fuentes sostenibles de biocombustibles.
Según el acuerdo, si la lignina cumple con los criterios de Maersk, entonces la compañía danesa compraría 50.000 toneladas de ese combustible.
En los últimos 75 años, las compañías navieras han utilizado el combustible fósil, sin embargo, mirando hacia el futuro es probable que esto cambie. De acuerdo con Jacob Sterling, director de Medio Ambiente y Responsabilidad Social Empresarial en Maersk Line, simplemente el combustible a largo plazo va acabar, así que hay que empezar a buscar fuentes alternas.
Otro aspecto que destacó Sterling es que los biocombustibles no sólo aseguraría un suministro de combustible para el futuro, sino que reducirá en gran medida emisiones de dióxido de carbono (CO2).
Fuente: Capital, Panamá

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