Reflexión de fin de año

Estimados amigos,

Vivimos momentos muy interesantes y se avecinan años excepcionales para quienes compartimos la vocación por el mar. en ellos nuevamente todos estamos llamados a colaborar con talento y capacidad, pero siempre en la medida de nuestras responsabilidades, tanto en lo colectivo como en lo individual. No olvidemos que la responsabilidad es la cualidad que distingue al liderazgo del mero protagonismo y son los resultados los que distinguen al perseverante del necio, por lo será que será tomando cada uno de nosotros nuestras responsabilidades, tanto en lo publico como en lo privado, y procurando resultados óptimos como podremos contribuir eficazmente con la proyección de los intereses marítimos de México.

Cuando consideramos el vinculo que existe entre el mas humilde puesto abordo de una embarcación con el mas alto puesto directivo de una organización, no estamos hablando de otra cosa que de una larga cadena de obligaciones y responsabilidades, y bien sabemos los marinos lo que pasa con cualquier cadena cuando uno de sus eslabones deja de cumplir su función, por lo que les invito encarecidamente a fortalecernos cada uno en lo individual con el cariño de nuestras familias a fin de que estemos en posibilidad de resistir lo que venga.

La madurez economica, politica y social de nuestro país, no puede alcanzar su plenitud sin la participación de la marina mercante, pero no será concibiendo la reactivación de la marina mercante como una finalidad, sino como una solida palanca para el desarrollo de México en el siglo XXI, haciendo especial énfasis en la generación de empleo por medio de la industria naval, en el mejoramiento de la economía domestica a través del cabotaje, en mejores opciones educativas dentro de una verdadera universidad marítima y brindando mayor certidumbre jurídica por conducto de un órgano de arbitraje marítimo.

Si queremos materializar estas convicciones u otras a las que legítimamente aspiremos les invito humildemente a tirar el lastre de los resentimientos, diferencias, egoísmo y envidias, utilizando nuestras cualidades para el cumplimiento de nuestras responsabilidades, pero sin exceso ya que el nacionalismo puede convertirse en xenofobia o la sana disciplina en servil cobardía. Para todo lo cual estas fechas felices de fin de año resultan por demás propicias y oportunas, por estar llenas de bendiciones y esperanza para todos.

Con afecto y sinceridad les deseo una muy feliz navidad y prospero año 2013 en compañía de sus seres queridos.

Francisco de Jesús Riveros García

Capitan de Altura & Licenciado en Derecho