jueves, 27 de octubre de 2011

CSAV: la inminente toma de control por Luksic ad portas del tercer aniversario de la partida de Ricardo Claro

Fuente: La Segunda

Hace casi tres años, exactamente el 28 de octubre de 2008, el inesperado deceso del empresario Ricardo Claro -a sus 74 años y en pleno ejercicio de sus facultades y cargos- sorprendió al país e impactó profundamente a sus compañías, valoradas en ese momento en más de US$1.800 millones.

Una pérdida que la Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV) -la nave insignia de este conglomerado empresarial- vivió como la "irreparable pérdida de quien fuera el guía y conductor del proceso de globalización e internacionalización". Ubicada en ese momento entre las diez navieras mundiales, Vapores venía de celebrar un exitoso 2007 con ganancias por US$116 millones, operaba una flota de más de 100 naves con una fuerte presencia en las rutas entre Sudamérica y el resto del mundo en los mercados de contenedores, graneles, frigoríficos y vehículos, y una creciente red propia en países claves a través de la incorporación de agencias. En tanto, su filial Sudamericana Agencias Aéreas Marítimas (SAAM) era un actor relevante en los puertos de Chile y Latinoamérica.

Pero apenas unas semanas después del fallecimiento de Claro -controlador de la naviera vía Marítima de Inversiones (Marinsa)- y tras el estallido de la crisis internacional, comenzaron los primeros síntomas de un progresivo deterioro financiero que no ha hecho más agravarse hasta hoy. Si bien Vapores cerró el ejercicio 2008 con ventas por US$4.886 millones, sus pérdidas por US$38,6 millones fueron un anticipo de lo que vendría al año siguiente con cifras en rojo por US$656 millones por el debilitamiento de la demanda, las bajas en las tarifas de flete y el alzas de costos.

Y la prolongación de la crisis llevó a pérdidas históricas por US$525,1 millones en la primera mitad de este año, y que distintos analistas elevan a US$1.000 millones al cierre de este ejercicio.

2011: el cambio de poderes en favor de los Luksic

Octubre es un mes clave en la historia de la empresa. El pasado domingo 9, CSAV cumplió su aniversario número 139, hito que pasó prácticamente inadvertido luego de la junta extraordinaria de accionistas que cuatro días antes marcó la cuenta regresiva para su mayor cambio en décadas: el aumento de capital que abre la puerta a la toma de control definitivo de la naviera por el grupo Luksic.

A través de Quiñenco, el principal conglomerado empresarial del país entró en abril pasado a la propiedad en una operación que no sólo dio nuevos bríos a la compañía con la inyección de capitales, sino que selló un pacto controlador con la familia Claro, con una participación de 20,6% y tres directores por lado. Pero el deterioro de los resultados de Vapores obligó a aprobar la inyección de US$1.200 millones extras en los próximos meses, escenario en el cual el compromiso de los Luksic de suscribir hasta US$1.000 millones -contra US$100 millones de Marinsa- lo pone en curso de dejar atrás el pacto y tomar el timón sin contrapeso.

Una evidente señal de este vuelco la acaba de dar el actual vicepresidente de la CSAV, Juan Antonio Alvarez -clave en la gestión de la naviera como gerente general bajo la presidencia de Ricardo Claro y luego depositario de la plena confianza de su viuda María Luisa Vial- al asumir esta semana la vicepresidencia ejecutiva de Parque Arauco, empresa que controla su suegro José Said.

Aunque trascendió que seguirá vinculado a otras empresas del grupo Claro -como Elecmetal y Cristalerías, de las cuales es director- este paso de Alvarez es visto como una clara señal de su pérdida de protagonismo en la CSAV. "Que Juan Antonio haya decidido dejar un papel hiperactivo en CSAV es muy lógico. El fue por varios años el gerente general de la compañía, que también presidió por un tiempo, y tenía todo el respaldo de los accionistas que eran controladores, pero que van a dejar de serlo en unas semanas más cuando se concrete el aumento de capital. Es cuestión de saber sumar y restar: los Luksic van a pasar a ser accionistas mayoritarios por mucha diferencia", indica un ejecutivo de la industria.

Y en este escenario, una alta fuente del grupo Claro considera que la decisión de Alvarez "es lógica al presentársele una oportunidad atractiva, más aún si es un negocio de su familia política. Por lo demás, él va a seguir en el directorio de la Sudamericana y de las otras compañías ligadas a la familia Claro y aportará desde ahí todo su conocimiento y experiencia".

Negociaciones con socio estratégico"avanzan bien"

Dos hechos marcarán la profunda transformación que marcará un antes y un después en Vapores. El primero es la división de la CSAV en dos sociedades gemelas y la creación SM-SAAM, la matriz que tendrá los activos de SAAM, la que esperan abrir a la bolsa a comienzos de 2012.

El otro punto en la estrategia que lidera Quiñenco es la profunda reestructuración de la naviera, que comenzó con la racionalización de los servicios y que la semana pasada entró al ajuste de la planta con la salida de 700 personas, equivalentes al 18% del total de empleados, 75 de ellos en Chile incluyendo ejecutivos de primera línea. Aunque se indicó que esta reducción finalizará este mes, al interior de la empresa no descartan nuevas desvinculaciones en los meses siguientes.

Es que las esperanzas de los Luksic para revertir el complejo escenario para su negocio de contenedores -que implicará fuerte pérdidas en lo que resta de este año y todo el ejercicio 2012- están puestos en alcanzar una asociación estratégica, para lo cual han contactado a grandes actores internacionales, entre los que se menciona a la danesa Maersk y a la francesa CMA-CGM. "Hay conversaciones en curso y avanzan bien. Es un asunto difícil y soy optimista que saldrá adelante en forma muy positiva. Pero, sin duda, tomara todavía algún tiempo más. Si bien es preferible demorarse unas semanas mas que apurarse y lograr un acuerdo por debajo de lo óptimo", señaló una fuente cercana a estas negociaciones.

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