Fuente: Diario de Avisos
Hoy, día 29 de septiembre, se celebra, al amparo de la Organización Marítima Internacional (OMI), el Día Marítimo Mundial con el lema central Piratería: elaborando la respuesta. La piratería marítima no es un problema nuevo, sino que surge en la medida de circunstancias inducidas, provocadas o concatenadas por la situación económica, social, política y geoestratégica que hay en numerosos países. Por ello, la piratería actual no se diferencia tanto de la histórica que todos conocemos, provocada por un afán de rapiña (la piratería berberisca o turca en el Mediterráneo) o intereses políticos y estratégicos (corsarios ingleses contra la flota española).
La piratería hoy ocupa varios escenarios geográficos: Asia, piratería en el mar de China y estrecho de Malaca (181 incidentes notificados); África Oriental-Índico (Somalia, Golfo de Adén y derivaciones hacia el sur), con 134 incidentes notificados; África Occidental (Golfo de Guinea, Nigeria, Níger y Guinea Bissau), con 47 incidentes notificados; cono sur americano (Venezuela, delta del Amazonas…), con 40 incidentes notificados, y otras zonas.
La piratería responde también a diversas causas, muchas de ellas comunes, aunque en algunos casos exclusivas: 1) Asia, donde se mantiene un factor histórico por la existencia de pueblos dedicados a esta actividad; 2) África Oriental-Índico, que se desarrolla por el estado fallido de Somalia y por su especial situación geoestratégica, al chocar intereses de países como Kenia, Yemen o Djibuti; por la desaparición de la pesca artesanal; por la explotación descontrolada de las grandes flotas mundiales, por la hambruna y por el desplazamiento de millones de seres humanos hambrientos a la costa de Somalia, y por cierta desidia; 3) África Occidental, provocada por el gran desarrollo petrolero de Nigeria en el Golfo de Guinea, que ha hecho desaparecer la actividad pesquera por su impacto medioambiental; es la zona más poblada de África, con altos niveles de pobreza, y 4) cono sur americano, cuya causa deriva de la falta de seguridad en la zona, etcétera.
Finalmente, cabe el desarrollo de una actividad internacional que, tomando conciencia del problema, implante soluciones tales como: 1) operaciones militares navales, como la operación Atalanta en el Índico, o la presencia de flotas china, rusa, india… con una acción en tierra; 2) lucha contra los cárteles internacionales de la droga o el intento de estabilización de estados fallidos, como la actuación en Somalia, formando policía y ejército propios; 3) intento de paliar las crisis alimentarias de la zona a través de la cooperación internacional; 4) la adopción de instrumentos jurídicos para juzgar a los piratas en tribunales de Kenia, y 5) lucha de la Interpol contra los movimientos de capitales y blanqueo de dinero.
A modo de conclusión, debemos recordar que la piratería ha dado lugar a una toma de conciencia, lógica por el grave efecto en el tráfico comercial marítimo, en el abastecimiento de materias primas y alimentos y por la atención que han provocado los secuestros, las muertes y la inseguridad en zonas muy amplias y transitadas del planeta. No podemos olvidar que ser consciente del problema es el inicio de la acción dirigida a minimizarlo, elaborando la respuesta, con lo que hay un claro mensaje dirigido a los países y a la toma en consideración de las agendas internacionales.
*Miembro de la ICMA, representante de la OIT y director del Centro de los Derechos del Marino
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