martes, 13 de julio de 2010

Derrame de petróleo en el Golfo afectará a los litorales mexicanos

Fuente: Universia
El derrame de crudo en el Golfo afectará inevitablemente mares y ecosistemas en las costas de México. Ante ello, deben aplicarse medidas de contención junto con las herramientas de la ciencia y la tecnología para monitorizar zonas afectadas y hacer modelos de simulación de la trayectoria o dispersión de la mancha, alertan especialistas.

Calificada como “el peor desastre ecológico” en la historia de la exploración petrolera en EU, la fuga ocasionada por un accidente en la plataforma Deepwater Horizon de la compañía British Petroleum (BP) el pasado 20 de abril aún no ha sido sellada y podría tornarse aun más peligrosa ante fenómenos naturales como la inversión de corrientes marítimas o la llegada de huracanes, cuya temporada comenzó el 1 de junio.

Ante tal escenario, lo único que puede hacer el gobierno mexicano es impulsar medidas de prevención para minimizar el impacto ecológico, además de proteger los intereses de las comunidades de pescadores en la región, advirtió Gerardo Gold Bouchot, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del IPN, Unidad Mérida.

El investigador, titular del Departamento de Recursos del Mar, reconoció en un comunicado del Cinvestav que aún no se sabe con precisión cuándo llegará el hidrocarburo derramado a costas mexicanas, ni tampoco en qué volumen, pues éste no se mueve de la misma forma que las aguas océanicas, además de que puede hacerlo tanto en la superficie como en las profundidades, lo cual dificulta la elaboración de modelos.

“Hay dos posibilidades de que el petróleo llegue a México: por la inversión de la corriente costera, que ocurre generalmente en agosto, o por el movimiento al oeste de los giros que se separan de la corriente de Lazo” (al norte de la península de Yucatán), agregó Gold. Pero en ambos casos, reiteró, “no creo que el crudo llegue antes de octubre”.

Planes de contingencia

Personal de la Marina Armada de México también reconoció estos riesgos potenciales de que la mancha petrolera se propague a las aguas territoriales del país, para lo cual presentó al titular del Ejecutivo Federal, Felipe Calderón, un Plan Nacional de Contingencia.

Dijeron que el petróleo vertido al mar (en montos calculados hasta en 100 mil barriles diarios) llegaría a las costas de Tamaulipas durante la temporada otoño-invierno en forma de grumos, plastas y cordones. Ello porque de octubre a febrero el patrón de circulación de agua en la corriente del Golfo se invierte y comienza a fluir de norte a sur, desde la desembocadura del Río Missisippi hasta los límites entre Tabasco y Veracruz.

En coincidencia con los investigadores del Cinvestav, los expertos de la Marina también alertaron sobre el peligro que significa el comienzo de la temporada de ciclones en el Golfo y el Caribe: “durante un huracán sería sumamente difícil pronosticar hacia dónde derivará la capa de aceite y, además, ésta podría cubrir una superficie mayor y sería más complicado controlarla debido a su fragmentación”, destacó un comunicado público de la Presidencia.

Romeo de Coss Gómez, director del Cinvestav-Mérida, consideró que la mancha de crudo no se dispersaría con lentitud y horizontalmente hacia las costas mexicanas -tal como se aprecia en las tomas aéreas de TV en la zona del derrame- sino de manera abrupta e irregular, como lo muestran los estudios sobre las corrientes marinas.

Puso como ejemplo la llamada corriente de Lazo, fenómeno que ocurre a unos 400 kilómetros al norte de los litorales de Yucatán y genera un remolino de hasta 150 kilómetros de diámetro que, en caso de tener contacto con el hidrocarburo vertido, podría dispersarlo aún más y a gran velocidad, como si fuese una banda transportadora -debido al movimiento radial- hacia los mares de los estados mexicanos del Golfo.

Ante semejante amenaza, un grupo de especialistas del Departamento de Recursos del Mar alista una expedición a la zona, proyecto que fue presentado a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales desde el inicio de la emergencia por el accidente en la plataforma petrolera de la compañía BP, misma que ha erogado más de 3 mil 120 millones de dólares en la cobertura de gastos por trabajos de limpieza, recuperación parcial del crudo y demandas legales.

Este trabajo, que ya es evaluado en sus términos, hará un monitoreo del estado del ecosistema costero del Golfo y generará información útil para determinar el impacto cuantitaivo (en volumen) del derrame en aguas mexicanas, lo que a su vez tendrá una utilidad científica y legal, en caso de que el país dirija nuevas querellas por daños ambientales contra BP. La expedición se repetiría cada seis meses durante los próximos cuatro años.

La exploración seguirá: Pemex

Gerardo Gold Bouchot consideró muy difícil de manejar la catástrofe ambiental ocasionada por el vertido de crudo en el Golfo, pues además de que no existen recursos tecnológicos suficientes para ello, tampoco es posible -aseguró- establecer qué especies animales serán afectadas en la zona correspondiente a aguas mexicanas. Sólo anticipó que aquellas que suelen migrar del norte de América hacia tierras mexicanas (como las tortugas, atunes y sierras) podrían ser dañadas en primer lugar.

Todo esto, según el doctor en ciencias, debería constituir una seria llamada de alerta para que Pemex revise sus planes de explorar y perforar pozos en aguas profundas, debido a lo peligrosa que puede resultar esta actividad para la ecología y la economía del país. Como se sabe, la paraestatal no cuenta con el equipo y experiencia para realizar este tipo de operaciones, por lo cual tiene previsto recurrir al apoyo y asesoría de empresas petroleras extranjeras.

Sin embargo, un vocero de la paraestatal recordó que esta compañía, a través de su organismo subsidiario Perforación y Exploración, ha expresado públicamente que no habrá cambios en los proyectos para explorar aguas profundas, los cuales seguirán vigentes. Afirmó que pese a las críticas que esta clase de labores han desatado a raíz del accidente de la plataforma Deepwater Horizon en el Golfo, no habrá marcha atrás.

“En toda su historia Pemex sólo ha perforado 14 pozos petroleros. British Petroleum lo ha hecho con miles de ellos y sólo ha tenido problemas con uno (el que causó la catástrofe ambiental más reciente). Estamos al tanto, observamos el tema y lo tomamos en cuenta, pero no estamos pensando en no seguir”, señaló la fuente, quien dijo que respecto a la llegada de crudo derramado a costas mexicanas no podía emitir una opinión, ya que ese tipo de evaluaciones corresponden a las autoridades ambientales.

Señaló que Pemex ha prestado implementos a BP para realizar labores de recuperación de petróleo derramado en el accidente y que ha colaborado de cerca con un grupo de trabajo integrado por la Secretaría de Marina, la Conabio y el Instituto de Ecología para evaluar los posibles daños. Asimismo, enfatizó que la compañía cuenta con equipos y centros de monitoreo que eventualmente podrían ponerse a disposición del gobierno mexicano en caso de que la mancha arribase a territorio nacional.

Atribuyó la explosión en la plataforma a la operación riesgosa que efectuó BP, la cual, según los indicios disponibles, no siguió estrictamente los protocolos de seguridad y sugirió solicitar información al “brazo tecnológico” de Pemex, el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP).


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Fuente: Con información de El Universal

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