viernes, 12 de marzo de 2010

Un ejemplo de lo que puede suceder con el «Prestige»

Fuente: La Voz de Galicia
El caso del Mar Egeo refleja a la perfección la realidad del circuito judicial español y la complejidad que adquieren los casos relativos a accidentes de buques que provocan mareas negras. Si esto ha ocurrido con un petrolero que provocó un vertido localizado en el entorno de A Coruña, es fácil imaginarse lo que sucederá con un siniestro que afectó a la costa de cuatro comunidades autónomas y a dos países, como sucedió con el Prestige .
De momento, este caso, que está a punto de pasar a la fase en la que las partes perfilarán sus escritos de acusación, ya ha consumido más de siete años en la instrucción, mientras que el Mar Egeo permaneció en diligencias previas poco más de tres años.
La sentencia sobre la carga del Mar Egeo ejemplifica, además, a lo que puede enfrentarse la Administración española si el único alto cargo imputado, el ex director general de la Marina Mercante José Luis López Sors, resulta finalmente condenado. El Estado no solo deberá cargar con sus propios gastos y las reclamaciones de otros, sino que puede enfrentarse a demandas como la de la aseguradora Musini.
En estos casos, la jurisprudencia del Supremo no es nada salomónica, a pesar de que la culpa en el accidente sea compartida. En la sentencia se deja claro que cuando hay concurrencia de culpa «es posible exigir a cualquiera de los concurrentes en la causación del daño la totalidad de la indemnización, lo que no es sino una consecuencia del principio de solidaridad». El Supremo, no obstante, deja abierta la puerta a que el Estado emprenda acciones legales para recuperar la parte de la indemnización que le correspondería al entorno empresarial del petrolero. Si es así, el caso seguiría abierto.

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