martes, 2 de febrero de 2010

La seguridad marítima y la Unión Europea

Fuente: Atenea
Ángel Tafalla Balduz, Almirante

Uno de los pocos y específicos objetivos de la Presidencia española de la Unión Europea (UE) en el área de Seguridad y Defensa se refiere a la Seguridad Marítima (SM). Se pretende presentar un informe a mitad de mandato y tratar de consensuarlo antes de que finalice el próximo julio. Objetivo ambicioso y difícil porque el concepto de SM es fácil de comprender pero muy difícil de llevarlo a la practica. Y que decir de la complejidad de la UE y de los compromisos con que conviven en su seno el todavía considerable poder de los Estados y la burocracia específicamente europea. Estas dos complejidades superpuestas, SM y UE, me llevan a tratar de describir el tema simplificando al máximo -y por lo tanto no utilizando las prolijas definiciones oficiales- y haciendo un uso mínimo de las abreviaturas o acrónimos.

Este difícil intento español se ha hecho factible, por razones que posteriormente señalare, al entrar en vigor el Tratado de Lisboa. A su vez la operación europea Atalanta contra la piratería en el océano Indico ha podido crear en la opinión publica europea un clima que puede ser favorable a prestar atención a los temas marítimos, lo que no suele ser muy habitual. Pero es que además si triunfa esta iniciativa de la Presidencia española podría llegar a ser un precedente para que todos los medios militares, mas allá de los puramente navales, estén mas presentes en los mecanismos de decisión de Bruselas que actualmente.

En el proceso de esta iniciativa un importante hito ha sido el seminario celebrado en Madrid los pasados 28 y 29 de enero con asistencia de personalidades españolas, europeas e internacionales con importantes responsabilidades civiles y militares sobre el fraccionado mundo marítimo y al que tuve la posibilidad de asistir.
Porque este fraccionamiento es el origen primario de la complejidad del ámbito que ha tratado de aliviar el emergente concepto de SM y que ahora abordada la tampoco nada sencilla UE : que la mar esta increíblemente parcelada por una miríada de organismos, agencias e instituciones. Pero surge aquí una paradoja: lo que funcionalmente el hombre ha dividido, la naturaleza lo une. Por ejemplo, una situación que empiece con un problema de seguridad de fronteras, puede evolucionar rápidamente a un caso de salvamento marítimo y de aquí a otro de contaminación ambiental con repercusiones adicionales sobre la pesca. Hay una especie de venganza de la mar a la osadía humana de fraccionarla.

Empezare ahora con la primera de mis dos grandes simplificaciones: tratar de describir la SM. La Armada española lleva ya varios años no solo desarrollando la SM doctrinalmente sino incorporándola a la esencia de su organización como demuestra la creación de la figura del Almirante de Acción Marítima que con base en Cartagena dirige las acciones en este ámbito. La SM la define la Armada como aquella actividad cívico-militar de prevención de los riesgos y lucha contra las amenazas en el entorno marítimo, en permanente colaboración con la comunidad internacional, basada en el conocimiento del entorno marítimo y en la capacidad de actuación que representan los medios y la adecuada cobertura legal. Definición quizá un poco larga pero descriptiva de su funcionalidad y que ya es plenamente operativa aunque su futuro alcance no tiene limites. No trata la Armada de suplantar a ningún organismo civil ni militar en sus misiones y prerrogativas sino de ayudar con sus medios a todos los que actúan sobre la mar. Que son muchos y con misiones superpuestas.
Los organismos comunitarios y españoles que actúan sobre el ámbito europeo tienen una vocación mas bien litoral. Han efectuado grandes inversiones en medios de control y vigilancia que en general son mas efectivos cuanto mas cerca de la costa estén las actividades que les interesan. Los medios marítimos militares en cambio ofrecen mas capacidad, a veces la única, a grandes distancias de las costas europeas. Algunos ejemplos: los patrulleros españoles rutinariamente embarcan inspectores civiles de pesca que actúan hasta Groenlandia; así mismo existe un convenio con Interior por el cual suelen embarcar elementos de la Policía Nacional y Aduanas y que interceptan buques con droga en medio del Atlántico. Y que decir de las operaciones antipiratería a mas de 9.000 Kms de España que exigen una coordinación integral cívico-militar tanto en el ámbito nacional como en el internacional.

Las actuaciones de la Armada en la SM son las equivalentes en el ámbito militar terrestre al abanico de misiones que van desde la acción humanitaria hasta las operaciones de contrainsurgencia. Y comparten con ellas muchas de sus dificultades como las derivadas del ámbito legal o mas bien de la falta del mismo, en las operaciones contra el terrorismo y la piratería en sus versiones actuales.

Pasare ahora a la segunda y todavía mas arriesgada de mis simplificaciones: una vertiginosa descripción de la UE en cuanto a su incipiente, acomplejada y agónica utilización de los medios militares. En el ámbito de una Política de Defensa y Seguridad Común (CSDP) que tiene voluntad de renacer con el Tratado de Lisboa se trata -ahora- de conectar los dos focos de poder supremo que tiene la UE: el Consejo y la Comisión.
La Comisión agrupa casi toda la burocracia profesional europea y de ella dependen todas las agencias que actúan en el ámbito marítimo: control de fronteras, pesca, seguridad y salvamento, antipolución, etc. A la vez regula actividades marítimas nacionales como las de marina mercante, aduanas, policía, trafico ilegal de personas y estupefacientes, vigilancia del patrimonio, etc. Es decir casi todo el "poder civil" comunitario esta en manos de la Comisión. Pues bien la Comisión acaba de descubrir recientemente que todas estas actividades que ocurren en la mar necesitan ser coordinadas y ha publicado a tal fin un documento denominado coloquialmente como libro azul donde describe una Política Marítima Integrada (IMP). Y en esta IMP incluye la seguridad sin que nadie sepa de momento que significa esto o si la Comisión pretende alcanzar dicha seguridad marítima de Europa sin utilizar medios militares. Porque los medios militares europeos estarían eventualmente a disposición no a través de la Comisión sino del Consejo.
El Consejo esta realmente formado por las naciones con una minima huella burocrática comunitaria y de el depende un pequeño estado mayor militar internacional, el EUMC/EUMS, que trata de convertir las decisiones en algo que pueda ser entendido por los militares. Pero hay un problema y es que hasta ahora no hay ningún militar permanentemente por debajo de este EUMC/EUMS. A diferencia de la OTAN que tiene una estructura militar para ejecutar estas decisiones convertidas en ordenes militares, la UE depende de las naciones que le tienen que "prestar" un Estado Mayor para cada misión aprobada para así poder actuar en el ámbito operativo. Naturalmente estos Estados Mayores no tienen básicamente una composición internacional y son diferentes cada vez.

Como mencione anteriormente, con el Tratado de Lisboa surge o mas bien se expresa la voluntad de que surja una Política de Seguridad y Defensa que pueda calificarse realmente como común (CSPD). Naturalmente bajo el control del Consejo y sin un enlace claro con la Comisión.

Creo que el lector que haya logrado llegar hasta aquí comprenderá ahora lo que pretende conseguir ¡nada menos! la Presidencia española en seis meses: utilizar la SM para que la CSDP pueda contribuir a la IMP y pido perdón de nuevo por las siglas. O en otras palabras que Comisión y Consejo puedan comunicarse en temas de Seguridad y Defensa empezando por lo marítimo. Y como las buenas intenciones hay que materializarlas en algo, un primer paso seria intercambiar entre agencias civiles y centros navales los datos de vigilancia para lograr una percepción común y permanente del entorno marítimo. Este conocimiento es el que cada uno, civil o militar, cruza posteriormente con sus bases de datos para averiguar lo que le interesa.

La afortunada coincidencia de la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, una opinión publica europea preocupada por el auge de la piratería y una Presidencia española de la UE con las ideas claras y apoyada por una Armada que ha apostado fuerte por la SM desde hace muchos años, hace que este ambicioso intento tenga, al menos a mi juicio, posibilidades de triunfar. Ojala lo logre para el bien de todos.

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