miércoles, 27 de enero de 2010

Rawson: éramos pocos, y aparecieron los estibadores

Fuente: Nuestromar

El viernes cerraron el puerto, hoy se inician las negociaciones salariales, luego de que el gobierno dictara la conciliación. Los armadores de la flota amarilla presagian que si hay aumento disparará los costos de la estiba en muelle y serán ellos quienes deban afrontarlo.

El puerto de la capital de Chubut amagó con volver paulatinamente a la normalidad con la zarpada de un puñado de lanchas artesanales tras el acuerdo con el gremio de los marineros, pero apenas a dos días del reinicio de la actividad pesquera se disparó un nuevo conflicto laboral vinculado al sector. El turno fue ahora de los estibadores, que el viernes por la noche literalmente cerraron el puerto.

En Rawson la estiba está a cargo de empresas PyMEs que desde hace años se abocan a esta tarea, pero recién sobre el filo del año pasado aterrizó en los muelles un grupo de referentes del Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA) que comenzó a afiliar a los trabajadores que hasta ahora la relación que tenían con sus patrones era estrictamente individual.

Una autodenominada delegación normalizadora del SUPA puso de sobre aviso a los obreros de la descarga que sus remuneraciones estaban por debajo de lo que están percibiendo por la misma tarea en otros muelles del país.

Fue así que se inició una ronda de conversaciones entre los trabajadores y los propietarios de las empresas de estibaje, aunque con la paralización absoluta que durante más de dos meses hubo en los muelles de Rawson, las negociaciones no avanzaron ni un centímetro.

Los estibadores en pleno proceso de sindicalización sabían que la única forma de presionar era cuando el puerto retomara la actividad pesquera.

Por su parte, el conflicto entre el SOMU y los dueños de los barcos ha comenzado a descomprimirse aunque todavía no está totalmente zanjado, y opera menos de la mitad de los barcos con base en la estación marítima capitalina.

As bajo la manga
Con las primeras descargas de los barcos artesanales los trabajadores de la estiba volvieron a plantear sus demandas salariales a las empresas y en asamblea resolvieron decretar una medida de fuerza en momentos que varios barcos se aprestaban a entrar a puerto cuando se cumpliera la pleamar. El viernes por la noche cerraron la entrada principal al muelle no permitiendo el ingreso de camiones para recibir la materia prima, y anunciaban que no habría estiba hasta tanto se habilitara una mesa de negociación salarial.

El gobierno provincial, apenas fue anoticiado del nuevo conflicto, con una inusual rapidez resolvió, vía la Secretaría de Trabajo, dictar la conciliación obligatoria y en horas de la madrugada del sábado se comisionó a funcionarios de esa cartera a notificar a los trabajadores en huelga para que depongan la medida.

Para hoy lunes, se fijó la primera audiencia de la conciliación en la que se espera habrá dos planteos sobre la mesa; por un lado el pedido concreto de mejora salarial de los trabajadores, y otro, las empresas de estibajes cuestionarían la representatividad de los “normalizadores” del SUPA, y advertirían que no habrá discusión salarial hasta tanto se defina la cuestión de fondo referida a la legitimidad de los nuevos sindicalizados.

Aumento del costo de la estiba
Así las cosas, esta situación puso inmediatamente en alerta a los armadores de las flotas artesanal y amarilla, porque ya presagian cómo termina esta película. Cualquier aumento salarial será “trasladado” al costo de la descarga.

Si con la ecuación de costos actuales la mayoría considera impagable los valores que solicitan los marineros, ahora ya dan por hecho que el costo de la estiba tendrá un incremento. Las empresas de estibaje podrán conceder subas en los salarios de sus empleados, pero esas actualizaciones salariales se traducirán de inmediato a los valores de la descarga.

El aumento de sueldo a los estibadores lo pagarán las armadoras de la flota amarilla, ése es el razonamiento que hacen por estas horas los dueños de barcos. La estiba sindicalizada en Puerto Rawson se transforma ahora en un nuevo actor clave dentro de la actividad por las características de las flotas que operan sobre mareas de 24 a 72 horas y el pescado sólo se enfría con hielo.

Los barcos entrados a muelle con sus cargas en bodega tienen tiempos inaplazables para bajar el pescado y trasladarlo a las plantas, y sin estiba la materia prima perecedera podría echarse a perder en horas con los perjuicios económicos que ello significaría.
Por Nelson Saldivia / Fotos de Mariano y Diego Izquierdo

REVISTA PUERTO

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