lunes, 14 de diciembre de 2009

Novela portuaria…

Fuente: El Diario
Melvyn O. Herrera C. melvynherrerac@hotmail.com

Novela portuaria…
Poco me he referido a lo actual de nuestra emblemática institución portuaria, debido a que para meter el pico en tan culebrero asunto, debo al menos estar muy bien empapado -lo que no ocurre- del contrato que con bombos, platillos y pitadas de buques, Autoridad Portuaria de Manta suscribió con la subsidiaria de Hutchison en este país, la ahora inefable TIDE; aparte, que estar hurgando información de ese entorno, no está en la agenda de este contador de historias; por ello, escribo desde la óptica del común ciudadano que soy, enterado por la prensa y por la reveladora siguiente experiencia que ahora hago pública, condimentando esta ya verdadera novela portuaria:

Fueron al menos cuatro horas las que departimos, tras un par de copas de vino tinto escanciadas en el almuerzo que, en mis funciones gerenciales de ZOFRAMA, le brindé al experto naviero mexicano, muy alto ejecutivo internacional de Hutchison; en ese ínterin surgió una confianza que lo hizo revelarme su diagnóstico del hacer portuario ecuatoriano: entendí que los ecuatorianos somos unos manirrotos, al desperdiciar más de 300 millones de dólares anuales por fletes caros, usando en el gran volumen del comercio internacional un puerto difícil y costoso en su operación, como es el ubicado en el estero Salado y que incomprensiblemente mal sirve al Ecuador desde ese lugar; esto, a pesar del país tener un puerto natural tan expedito, futurístico y de bajo costo operativo como es el de Manta, al que, junto a su ampliación modular, solo le faltan dos modernas vías que lo unan hacia los dos orígenes y destinos de la mayoría de la carga marítima; estas vías se amortizarían en solo un par de años con la baja de los fletes, ya que construirlas no supera los 600 millones; además, se desperdicia otro rubro: la carga de megabuques, que con bajísimos fletes acoderarían en Manta, para transferirla a otros puertos nacionales e internacionales en naves menores; también al interior del continente; todo esto sería un gran negocio para el Ecuador.

Como latino bien enterado que es, me manifestó que para materializar lo anterior y consecuente éxito de Hutchison, se necesitaba un ingrediente básico que intentarían lograr: decisión política gubernamental; por lo visto, no lo consiguieron en el tiempo que estuvieron a cargo del puerto ¡y por eso mejor se fueron!, ¡así de sencilla es la cosa!, a pesar de que desde los más altos niveles nos abruman con ofrecimientos que no se materializarán.

Como lo relatado fue al inicio mismo de esta saga, revelo la visión de este personaje, abocados como estamos hoy a finiquitar la papa caliente legal, o novelesco intríngulis portuario, con que a los manabitas nos entretienen todos quienes de esto se benefician, aquí mismo y en las alturas y golfuras, donde yacen los poderes de mi Eeecuadooor del aaalmaaa. Punto.

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