martes, 21 de abril de 2009

Puerto Cortés arriesga supremacía

Fuente: La Prensa
German Briceño - Yanira Romero - german.bricenoSPAMFILTER@laprensa.hn

La ampliación del Canal de Panamá y el aumento en el tráfico de carga por los océanos Pacífico y el Atlántico debido a la globalización, ha generado una fiebre en Centroamérica por las mejoras portuarias y por la construcción de canales secos para el paso de esas mercaderías.
De hecho, con apoyo del Banco Interamericano de Integración Económica y de otros organismos multinacionales, El Salvador, Guatemala, Honduras y Costa Rica tratan de mejorar sus puertos para tomarle el ritmo a Panamá, que hace lo propio con una millonaria inversión en su canal.
Esa fiebre pone a Honduras y a Puerto Cortés en medio de una competencia con países y los puertos de la zona, especialmente los guatemaltecos y salvadoreños, donde ya se han anunciado fuertes inversiones tanto para las instalaciones portuarias ubicadas sobre ambas costas, como en la construcción de un canal seco que sería paralelo al de nuestro país.
El crecimiento en el movimiento portuario mundial, y por tanto en Centroamérica, va en aumento, mucho más cuando la zona intenta fortalecer sus conexiones con los pujantes mercados de Asia que experimentan crecimientos superiores al 11 por ciento, y con Europa, región con la que se negocia en conjunto un acuerdo de asociación.
"El mercado está creciendo mucho más rápido de lo que aumentó en los últimos ochenta años", dijo Rodolfo Sabonge, vicepresidente de Investigación y Análisis de Mercadeo de la Autoridad del Canal de Panamá.
Sobre la jugada
Ese crecimiento ha llevado a El Salvador a considerar la construcción de Puerto Cutuco que complementa la operación sobre el Pacífico del puerto de Acajutla. La proyección apunta que Cutuco sea capaz de recibir los barcos pospanamax -de capacidad de carga y tamaño superior al que actualmente se permite en el Canal de Panamá-.
"Las características que tiene Cututo de ser el único puerto de Centroamérica con un gran calado constituye una oportunidad para nuestro país", explicó Rolando Díaz, gerente de Concesiones de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma de El Salvador.
Para Honduras, Cutuco sería entonces el socio perfecto para que se transporten mercaderías desde ahí hasta Puerto Cortés. Sin embargo, la lentitud en la construcción del canal seco, en el que pasos primordiales como San Pedro Sula, ni siquiera se han definido, a pesar de la protesta de los empresarios y de las autoridades, hacen que todo pueda venirse abajo y ha llevado a los salvadoreños a considerar fuertemente otras opciones.
Proyecto paralelo
La amenaza más fuerte para Honduras es Guatemala. Los empresarios del vecino país aseguren que la modernización de puertos y la idea de construir un canal seco de 384 kilómetros son complementarias al proyecto Honduras-El Salvador y darían más potencial a la región.
Guatemala es la puerta para las entradas y salidas de las mercaderías salvadoreñas y aunque Honduras ha ganado terreno, la construcción de un canal seco entre esos dos países podría dejar al canal seco de Honduras como una segunda opción.
Guatemala toma el juego en serio y adelanta mejoras en sus dos puertos más importantes: Quetzal en el Pacífico y Santo Tomás de Castilla en el Atlántico.
Y el puerto que atrae la atención es el Santo Tomás que recibirá mejoras por 400 millones de dólares y puede ser a corto plazo el competidor de Puerto Cortés, donde se han anunciado mejoras por 286 millones de dólares provenientes del BID y recursos propios, pero donde los avances no se ven, según los empresarios nacionales.
"El mayor problema que tiene Puerto Cortés es la falta de equipo para carga y descarga de contenedores, esto se traduce en atraso en la entrega de mercancías y materias primas", dice Héctor Duarte, gerente de la Agencia Aduanera Duarte.
La modernización en Santo Tomás, cuya primera fase comprende un estudio y la inversión de 120 millones de dólares, es otro aliciente para que los salvadoreños le puedan dar la espalda al canal seco hondureño y prefieran la ruta Cutuco o Acajutla con Santo Tomás.
Cutuco, la apuesta salvadoreña
El país vecino podría ser un socio de lujo porque es el complemento sobre el Océano Pacífico y la puerta para el creciente mercado asiático
San Salvador. La aspiración de El Salvador de convertirse en el centro logístico marítimo centroamericano sobre el Océano Pacífico parece estar a punto de concretarse con la entrada en funciones, en menos de dos meses, de puerto Cutuco, en el departamento de La Unión, y la aprobación de un proyecto de ley para la concesión de las instalaciones portuarias.
Tener el único puerto desde México hasta Panamá con una profundidad de 15 metros para recibir barcos de gran tamaño y capacidad -llamados pospanamax, y que por ahora no pueden transitar por el Canal de Panamá- le daría a El Salvador una ventaja competitiva a nivel regional.
Esa razón hace que Cutuco sea el aliado perfecto para quien lo conquiste y logre desarrollar un proyecto de canal seco para transportar mercaderías desde el Pacífico hasta el Atlántico. Por ahora, los dos competidores que buscan conquistar la instalación salvadoreña son Honduras y Guatemala que bajo sus mangas tienen a Puerto Cortés y Santo Tomás.
La ventaja de contar con un puerto "hub" para portacontenedores pospanamax permite un incremento en el tráfico de carga de los mercados asiáticos, especialmente China, país que ha reflejado un aumento espectacular de 354% de tráfico durante los últimos cinco años.
Con sus muelles de gran calado y su grúa Post-Panamax –capaz de transportar 16 filas de contenedores- podrá atender a muchos de los megabarcos que no hallan cabida en el Canal de Panamá o que no están dispuestos a perder tiempo ni dinero por estar en la fila de espera para trasladar sus mercaderías de un océano a otro.
Para quien conquiste Cutuco, también significará ventajas comerciales para entrar a la costa oeste de Estados Unidos.
"Los barcos asiáticos pueden atracar en La Unión y más ahora cuando los puertos americanos del Pacífico no pueden crecer más por temas ambientales. Las opciones empiezan a moverse hacia el sur", dice Jorge Daboub, presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de El Salvador. "Entonces la competencia se centra en México, El Salvador y luego hasta el sur del continente por el hecho de que Panamá todavía no recibe pospanamax. Además ser una opción para abaratar esos costos da un gran negocio en puerta".
Las compañías navieras de carga, por su parte, también se disputan la presencia en Cutuco e incluso algunas ya empiezan a emigrar de los puerto del Atlántico para los del Pacífico, o abrir oficinas alternas, ya que el negocio de ellas está en reducir estadías en puertos tanto de salida como de entrada para la carga y abaratar el costo del transporte.
El ambicioso plan salvadoreño incluye además una ley maestra de concesión para otorgar a un solo operador el manejo de los dos puertos marítimos de este país: Cutuco y Acajutla, que en el primer trimestre de este año alzó en un 60% su movilización de carga general.
La estructura de ambos puertos está diseñada para que La Unión, una vez concluido, se ocupe de la demanda de los megacargueros y barcos turistas. Acajutla manejará la carga a granel. La ley dejaría la supervisión y control de la gestión del concesionario en manos de entidades estatales como Cepa, Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma, actual administrador de los puertos marítimos y aéreos salvadoreños y del ferrocarril nacional.
La utilidad del concesionario dependerá del número de contenedores que mueva, y el ganador sólo pagará 40 millones de dólares, que servirían para amortizar el préstamo -de 180 millones de dólares que adquirió el Gobierno para construir Cutuco- y cuyo pago está a un plazo de 25 años, justo el tiempo que durará la concesión.
Conquistar entonces a un socio de este tamaño es casi una necesidad, en especial para países como Honduras, que ha tenido "el puerto más moderno y certificado" sobre el Atlántico centroamericano.

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