sábado, 18 de abril de 2009

Jaque pirata a industria marítima

Encontrar rutas seguras, un rompecabezas
Fuente: Univisión
Agencias

OSLO - Los navíos mercantes buscan a duras penas rutas marítimas seguras para esquivar a los piratas somalíes con una idea fija en mente: evitar el encarecimiento de los costos en un sector muy golpeado por la crisis económica.

Entre la peste y la cólera

¿Pasar por el Golfo de Adén, terreno de caza predilecto de los piratas somalíes, o tomar la ruta más larga y no por ello segura del Cabo de Buena Esperanza? Los armadores tienen la sensación de elegir entre la peste y el cólera.

"Hay un equilibrio económico o comercial que encontrar", recalca Gavin Simmonds, especialista de seguridad de la Cámara británica de transporte marítimo.

La elección se resume a "transitar por el golfo de Adén, con la aguda amenaza de los piratas, los derechos de paso por el Canal de Suez y el coste adicional en seguros, o seguir la ruta más larga de Buena Esperanza, usada generalmente por los pequeños navíos vulnerables a los ataques", dijo.

Cualquiera que sea la opción elegida, los navíos nunca están al abrigo del peligro, recalcan los expertos.

Despliegue militar


Desde el despliegue de buques de guerra europeos cerca de la desembocadura del mar Rojo y gracias a los medios amasados con el cobro de los rescates, los piratas se adentran en zonas cada vez más alejadas del litoral, a las que llegan en barcos nodrizas.

"Se observa un desplazamiento de los actos de piratería hacia aguas de alta mar al este de Somalia", afirma Cyrus Mody, director de la Oficina Marítima Internacional (OMI).

"Los ataques entre 300 y 500 millas náuticas (entre 550 y 930 km) de las costas son bastante frecuentes", añadió.

Peligro en Adén

Selon la OMI, el año pasado más del 80% de los ataques en la región tuvo lugar en el golfo de Adén y menos del 20% al este de Somalia. Pero en lo que va de año más de un tercio de los ataques se registró en el este.

"Si un barco mercante es atacado en estas aguas, hay muy pocos buques militares para socorrerlo", recalca Mody.

Pocos armadores siguieron los pasos del gigante danés A.P. Moeller-Maersk, uno de cuyos navíos, el "Maersk Alabama", fue atacado recientemente. Desde finales de 2008 el armador danés desvía parte de su flota para que transite por Buena Esperanza.

El desvío prolonga de cinco a quince días la duración del viaje y puede encarecer el trayecto en cientos de miles de dólares, algo muy duro en periodo de crisis.

Tomando el riesgo


"No decidimos cambiar nuestras rutas por los piratas somalíes", confiesa un responsable de la Pakistan National Shipping Corporation. "Los riesgos forman parte de la profesión", añade.

Tampoco lo hizo el estadounidense United Maritime Group. "Sólo hemos sensibilizado a nuestras tripulaciones para que redoblen la vigilancia y se mantengan a distancia de las costas", afirma el responsable jurídico Gerald Baca.

El armador noruego Odfjell, que había optado por la ruta de Buena Esperanza, cambió de parecer en febrero "por el despliegue de buques de guerra internacionales", explica su portavoz Margrethe Gudbrandsen.

En la medida de lo posible los barcos deberían permanecer -según los expertos- a al menos 600 millas de las costas somalíes.

EU ayudará navieras

La secretaria de estado Hillary Rodham Clinton afirmó que su dependencia colaborará con empresas navieras y aseguradoras para mejorar la defensa contra los piratas, como parte de una iniciativa diplomática para frustrar los ataques a barcos comerciales frente a las costas somalíes.

"Estos piratas son delincuentes, son bandas armadas en el mar. Y hay que poner fin a esos ataques", dijo Clinton a la prensa en el Departamento de Estado.

La secretaria de Estado no sugirió usar la fuerza militar contra los piratas, aunque instó a actuar contra las bases piratas en Somalia tal como autorizaron las Naciones Unidas hace algunos meses.

En un diálogo con los periodistas, Clinton dijo que sería posible impedir que las compañías navieras hicieran negocios con los piratas. Un elemento de su iniciativa, agregó, es "explorar los medios de rastrear y congelar los fondos de los piratas".

Fuerza internacional

El otro elemento de la iniciativa incluye convocar a reuniones inmediatas de una fuerza internacional contra la piratería para expandir la coordinación naval. Agregó que las agencias federales se reunirán el viernes para revisar el problema y considerar posibles respuestas.

El gobierno se propone despachar un enviado a una conferencia de donantes somalíes prevista para la semana próxima en Bruselas e intentará organizar reuniones con funcionarios del gobierno de transición somalí como también con líderes regionales en la zona semiautónoma de Puntland.

Mientras tanto, el secretario de defensa Robert Gates dijo que la situación con los piratas demuestra por qué el Pentágono debería adquirir barcos, aviones y armas más asequibles aunque no sean perfectas.

"Como vimos la semana pasada, no se necesita un barco de mil millones de dólares para perseguir a una banda de piratas adolescentes", puntualizó durante una visita a la Base Maxwell de la Fuerza Aérea en Alabama.


Plan para Somalia

La comunidad internacional espera recaudar por lo menos 200 millones de euros ($262 millones) la próxima semana en una conferencia de donantes para apuntalar a las casi inexistentes fuerzas de seguridad de Somalia en su lucha contra los insurgentes islamistas y los piratas marítimos, dijeron el viernes las autoridades.

La conferencia del próximo jueves y viernes será efectuada bajo los auspicios de la Unión Europea y las Naciones Unidas, dijo la vocera del bloque Cristina Gallach.

El secretario general de la ONU Ban Ki-moon asistirá al encuentro, junto con los directivos de la UE, y los de la Organización de la Conferencia Islámica, y la Liga Arabe.

Años de violencia

Gallach dijo que los comandantes de las fuerzas de paz de la Unión Africana destacadas en Somalia y la flotilla naval de la UE en el Golfo de Aden participarán en el encuentro.

Somalia ha sido sacudida por la violencia desde hace casi 20 años y sus gobiernos respaldados por Occidente apenas tienen control alguno fuera de la capital, Mogadiscio, que es además patrullada por el cuerpo de paz africano.

Los piratas que operan en el Golfo de Aden han incrementado sus asaltos a naves extranjeras en los últimos dos años. Al parecer han obtenido copiosas sumas con los rescates pagados por los armadores y propietarios.

La conferencia espera recaudar por lo menos 170 millones de euros ($222 millones) para respaldar las operaciones de paz, y otros 24 millones de euros ($31 millones de dólares) para la fuerza policial somalí creada el año pasado, dijo un funcionario que habló a condición de guardar el anonimato por no estar autorizado a dialogar con la prensa.

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