Fuente: El Diario Montanes
El secuestro de dos nuevos barcos cisterna de grandes dimensiones por los piratas somalíes ha puesto de manifiesto el fracaso de la flota enviada por la Unión Europea y varios países asiáticos para patrullar las aguas del Mar Rojo y el Océano Índico. Los dos ataques se han producido en el breve intervalo de veinticuatro horas frente a las costas de Kismayo, en el extremo meridional del país.
La primera víctima fue el 'Nipayia', un buque griego con bandera panameña de 9.000 toneladas y 19 tripulantes. Según el Centro de Seguridad Marítima, fue interceptado el miércoles, mientras el 'Bow Asir', navío noruego matriculado en las islas Bahamas, fue capturado ayer. Este buque cisterna de 23.000 toneladas puede transportar productos químicos, información aún no verificada, y cuenta con 23 marineros.
La noticia de los ataques parece la contundente respuesta al reciente anuncio de la reanudación de las operaciones de vigilancia por efectivos de la OTAN. La misión contará con cinco navíos, entre ellos el español 'SPS Blas de Lezo', y actuará en coordinación con los buques militares de China, India, Japón y Corea del Sur, también desplegados en la zona. El pasado noviembre, la Unión Europea puso en marcha su propia contribución a la estabilidad de la zona con la operación 'Atalanta', en la que se integra la fragata española 'Victoria'.
Disuasión insuficiente
Sin embargo, la función disuasoria se ha revelado insuficiente en el escenario tan vasto en el que los piratas actúan bien pertrechados y no se contempla la persecución de los bandidos o la posibilidad de intervenciones en sus refugios en el litoral. Provistos de lanchas rápidas, sus bases de operaciones se sitúan, fundamentalmente, en el puerto de Eyl y otras estaciones marítimas de la república autónoma de Puntlandia.
A lo largo de 2008 se registraron 293 ataques en torno al Golfo de Adén. El mayor botín para los piratas provino del apresamiento, a mediados del mes de noviembre, del superpetrolero 'Sirius Star', de 330 metros de eslora. Con este abordaje podrían haber conseguido 2,5 millones de dólares.
El secuestro de dos nuevos barcos cisterna de grandes dimensiones por los piratas somalíes ha puesto de manifiesto el fracaso de la flota enviada por la Unión Europea y varios países asiáticos para patrullar las aguas del Mar Rojo y el Océano Índico. Los dos ataques se han producido en el breve intervalo de veinticuatro horas frente a las costas de Kismayo, en el extremo meridional del país.
La primera víctima fue el 'Nipayia', un buque griego con bandera panameña de 9.000 toneladas y 19 tripulantes. Según el Centro de Seguridad Marítima, fue interceptado el miércoles, mientras el 'Bow Asir', navío noruego matriculado en las islas Bahamas, fue capturado ayer. Este buque cisterna de 23.000 toneladas puede transportar productos químicos, información aún no verificada, y cuenta con 23 marineros.
La noticia de los ataques parece la contundente respuesta al reciente anuncio de la reanudación de las operaciones de vigilancia por efectivos de la OTAN. La misión contará con cinco navíos, entre ellos el español 'SPS Blas de Lezo', y actuará en coordinación con los buques militares de China, India, Japón y Corea del Sur, también desplegados en la zona. El pasado noviembre, la Unión Europea puso en marcha su propia contribución a la estabilidad de la zona con la operación 'Atalanta', en la que se integra la fragata española 'Victoria'.
Disuasión insuficiente
Sin embargo, la función disuasoria se ha revelado insuficiente en el escenario tan vasto en el que los piratas actúan bien pertrechados y no se contempla la persecución de los bandidos o la posibilidad de intervenciones en sus refugios en el litoral. Provistos de lanchas rápidas, sus bases de operaciones se sitúan, fundamentalmente, en el puerto de Eyl y otras estaciones marítimas de la república autónoma de Puntlandia.
A lo largo de 2008 se registraron 293 ataques en torno al Golfo de Adén. El mayor botín para los piratas provino del apresamiento, a mediados del mes de noviembre, del superpetrolero 'Sirius Star', de 330 metros de eslora. Con este abordaje podrían haber conseguido 2,5 millones de dólares.
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