sábado, 14 de marzo de 2009

¡Crucero a la vista!

Fuente: Mercado

El megaproyecto requirió de una inversión de más de US$45 millones
Desde la antigüedad, los puertos desempeñan un papel vital en el desarrollo comercial e industrial de los países con puerta al mar.

La ciudad de Santo Domingo mantiene esa relación especial con las rutas de navegación desde su historia colonial, cuando ya enlazaba con los principales centros de producción de la época, además de ofrecer buenas condiciones por su naturaleza y seguridad para la ubicación de las embarcaciones.

Un paso decisivo en el avance de la comunicación marítima dominicana se realizó en 1935, cuando se posibilitó el atraque en Santo Domingo de buques de gran calado y barcos de pasajeros.

Este mejoramiento hizo evolucionar el comercio marítimo y el turismo hasta nuestros días. Este año se ha procedido a la última remodelación del puerto de Sans Soucí, después de la que se realizó en 1989 con motivo de la celebración del Quinto Centenario de la ciudad.

La obra ha convertido a la ciudad primada de América en sede para los transatlánticos que realizan cruceros a través del Caribe y el Atlántico, un privilegio ganado por ofrecer el servicio más moderno y eficiente de la región.

La renovación del puerto de Santo Domingo incluye los trabajos de dragado, la adecuación de la Terminal Don Diego y la construcción de la Terminal Sans Soucí. La obra es parte de un proyecto de rehabilitación urbana que apunta a la integración del área del puerto con la ciudad colonial, cuyo objetivo principal es potenciarse como destino atractivo para cruceros, yates y turismo en general.

El megaproyecto requirió una inversión de más de US$45 millones, un dinero bien destinado si se cumplen las expectativas económicas que se auguran con la creación de 4,500 empleos directos e indirectos y el ingreso de divisas.

La estimación inicial es que las operaciones de las terminales aportarán un promedio del 0.06% al Producto Interno Bruto de la República Dominicana. Según las palabras del presidente del Grupo Sans Soucí, Lisandro Macarrulla, “estamos ante uno de esos proyectos capaces de generar y motivar verdaderas revoluciones económicas”.

Una pasarela hacia el empleo y el comercio. Sans Soucí, la segunda Terminal para cruceros turísticos del puerto de Santo Domingo, tiene la capacidad de manejar 3.800 pasajeros a la vez, además de ofrecer servicio a las tripulaciones en curso. La llegada de turistas de alto poder adquisitivo al Home Port tendrá un impacto sensiblemente favorable para el comercio, el transporte y otras actividades económicas de la capital.

La infraestructura cuenta con 11.000 metros cuadrados de construcción, distribuidos en tres niveles: el primero dispone de un área de 7.000 metros cuadrados donde se realiza el chequeo de los pasajeros, el manejo de equipaje y se ubican las oficinas de operaciones; el segundo nivel se extiende en 3.000 metros cuadrados sobre los que se desarrollan las actividades de migración y donde se encuentran los espacios de tiendas de zona franca; y el tercer nivel consta de una pasarela de 1.000 metros cuadrados que recorrerá todo el edificio y lo comunicará con los cruceros a través de un puente de abordaje, dispuesto para el embarque y desembarque de pasajeros.

La instalación tiene garantizada la protección y seguridad de todos los turistas y del equipo de operaciones.

Sobre el desarrollo de empleo laboral en el proyecto Sans Soucí, se estima que durante su primera etapa de ejecución se mantendrá un promedio anual de 20.400 plazas de trabajo. Sin embargo, según estudios aportados por el Grupo de su fuerza de trabajo con 31.000 empleos, de los cuales 17.000 serán directos y 14.000 indirectos.

Por Xavier Pires

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