Fuente: El Ideal Gallego
No es una novedad la afirmación de que en el estudiantado universitario es mayoritariamente femenino. Pero, lejos de la tradición de que la chicas se decanten por Humanidades o Ciencias Sociales, en la Universidad de A Coruña alumnas de Informática, Caminos y sobre todo Náutica, están rompiendo estereotipos académicos y sociales.
REPORTAJE DE D.G.
La mar ha sido durante siglos, el apelativo femenino que los marineros le han dado a su modo de vida. No es extraño que el mar se convirtiese en mujer cuando la mayoría de los que trabajaban en él eran hombres.
Sin embargo, las cosas han cambiado mucho, especialmente en lo que se refiere a puestos que exigen una mayor especialización técnica.La Marina Mercante está incorporando a cada vez más mujeres para cargos de alta responsabilidad y capacitación, como son los distintos rangos de oficiales.
Esto es fruto de que en las escuelas superiores de Náutica, como la del Campus de Riazor, el número de alumnos y alumnas esté cada vez más equilibrado. De los casi 500 alumnos que tiene el centro un significativo porcentaje son chicas.
De este modo, Máquinas Navais y Náutica e Transporte Marítimo se unen a otras carreras de la Universidad que cada vez cuentan con más diplomadas y licenciadas.
Todo un ejemplo > Vanesa Sousa tiene 25 años y tres premios, incluida una mención especial, al mejor expediente académico de Galicia y España. Esta joven de Narón, que todavía no se ha licenciado, hace una semana pasó a formar parte del cuadro de estudiantes más destacados de la Universidad.
Todo ello rompiendo con algunos estereotipos académicos y sociales."En este sector hay más mujeres de lo que parece, aunque en España estamos muy por detrás de otros países europeos, como Noruega" apuntó Vanesa.
Un dato curioso es que su asignatura favorita es Navegación y Astronomía, impartida por Minia Manteiga, una de las profesoras más notables de Náutica.
Por el momento, la alumna más brillante de la Escuela, tiene los pies en la tierra y está concentrada en la beca que la Fundación Sepi le ha concedido para trabajar en una de las fábricas gallegas de la multinacional siderúrgica Alcoa.
En el caso de Vanesa, este trabajo se trata de un parón, ya que lo habitual es que los alumnos de Náutica, al terminar la etapa lectiva, realicen prácticas marítimas para poder aplicar los conocimientos adquiridos en la Escuela y además confeccionar su proyecto de fin de carrera.
Se trata de un viaje casi "iniciático" por el que pasarán en el mar varios meses a bordo de petroleros, barcos frigoríficos y otro tipo de embarcaciones de gran envergadura. En estos lugares sí que todavía se hace patente la diferencia numérica entre hombres y mujeres.
"Cuando estuve embarcada por primera vez, en un gasero que hacía ruta por el Mediterráneo, era la única mujer a bordo" comenta Vanesa. No obstante, la joven se muestra encantada con la experiencia, "era la niña bonita, más que por mi edad, que por ser chica".
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