Fuente: La Jornada
Manzanillo, Col., 11 de febrero. En unas semanas la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) podría autorizar a la Administración Portuaria Integral (API) de Manzanillo ampliar el puerto interior de ese municipio para aumentar el manejo de mercancías, pero el proyecto destruiría la laguna de San Pedrito, donde hay más de 90 hectáreas de humedales costeros, de las cuales 30 son manglares.
La API promueve estas obras desde 2004, con respaldo de los gobiernos federal y estatal. Este último considera que es un proyecto prioritario porque crearía 4 mil empleos directos y más de 25 mil indirectos, generaría una inversión de 300 a 400 millones de dólares e ingresos extra por el movimiento de mercancías provenientes de Asia y países de la cuenca del Pacífico.
La ampliación del puerto de Manzanillo no es bien vista por ambientalistas, pero la norma oficial mexicana (NOM) 022, que protege los manglares, permite que sean eliminados a cambio de ''resarcir'' el daño.
La API, que ya tiene autorización condicionada, depositó una fianza de 38 millones de pesos que supuestamente se utilizarán para rehabilitar los manglares que resulten dañados a cambio de destruir 30 hectáreas de árboles.
En noviembre de 2004, las organizaciones ambientalistas Bios Iguana, Centro Mexicano de Derecho Ambiental y Greenpeace denunciaron que los manglares de Manzanillo serían la primera víctima de la modificación a la NOM 022 y de la ampliación del puerto.
Este proyecto es parte del Programa Maestro de Desarrollo 2000-2010 de Manzanillo, que incluye construir siete posiciones de atraque para barcos, ampliación de áreas para manejo de contenedores y patios para almacenar mercancía, construcción de vialidades y dragado en el puerto.
Según información oficial, la ampliación del puerto abarca 98 hectáreas y afectará directamente 30 hectáreas de manglares y humedales costeros de la laguna de San Pedrito, donde se encuentra el recinto portuario.
En noviembre de 2004, la Semarnat rechazó la manifestación de impacto ambiental (MIA) que presentó la API para que se le autorizara la ampliación del puerto a cambio de rehabilitar 100 hectáreas de mangle de la laguna del Valle de las Garzas, porque las medidas mencionadas en el documento carecían ''de un enfoque integral, presentándose como una serie de acciones desarticuladas, sin ofrecer un análisis técnico integral del sitio (...) y sin vincular las acciones enlistadas al escenario actual de dicha laguna''.
La Semarnat dio tres meses a la API para que entregara información complementaria que ''identifique, describa y evalúe el impacto de la destrucción del manglar de San Pedrito (...), detalle los criterios que empleó en la MIA para no incluir como impacto ambiental la pérdida de vegetación terrestre (bosque espinoso) derivada de la construcción (...) y explique los criterios utilizados para considerar como un impacto adverso poco significativo el generado a la vegetación, fauna y hábitat acuáticos por el desarrollo de las obras.''
La API solicitó una ampliación del plazo, entregó la documentación y en diciembre de 2005, la Semarnat le otorgó una autorización condicionada para realizar la obra.
El delegado de la Semarnat, Raúl Arredondo Nava, explicó que este permiso condicionado implica que para ampliar el puerto de Manzanillo y destruir 30 hectáreas de manglar la API debía detallar en su MIA cómo rehabilitaría 150 hectáreas de manglar de la laguna de Cuyutlán y 100 hectáreas de la laguna del Valle de las Garzas, y cómo monitorearía la laguna de San Pedrito, entre otras siete acciones. Además se le pidió una fianza de 38 millones de pesos para garantizar que efectivamente realizaría dichos trabajos.
Arredondo Nava dijo que la API ya cumplió todas las condiciones de la Semarnat y se prevé que este mes se emita la autorización definitiva para ampliar el puerto, lo que prácticamente de-saparecería el ecosistema de la laguna de San Pedrito.
Esperanza Salazar Zenil, representante de la asociación ambientalista Bios Iguana, consideró ''absurdo'' que la API planteara reforestar una parte de la laguna del Valle de las Garzas y otra de la laguna de Cuyutlán, cuando proyecta construir en ésta un segundo puerto interior.
Dijo que la desaparición del mangle de la laguna de San Pedrito causaría un grave daño a todo el Valle de las Garzas, donde se ubica un centro poblacional importante, pues la vegetación funciona como una barrera de contención contra fenómenos hidrometeorológicos.
Dos años sin rehabilitar los manglares colimenses
El manglar es una agrupación de árboles adaptados para vivir en terrenos anegados. Entre sus funciones destacan la recarga de mantos freáticos, protección contra fenómenos naturales como ciclones, control de inundaciones, estabilización de microclimas, recaptura de carbono y hábitat para gran cantidad de peces y otras especies acuáticas.
De acuerdo con el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, los manglares de México generan beneficios por más de 14 mil millones de dólares anuales a la pesca, además de impedir la erosión de las costas. Se calcula que los beneficios que ofrece cada hectárea de manglar tiene un valor anual que oscila entre 10 mil y 16 mil 750 dólares. Según Greenpeace, México pierde cada año casi 10 mil hectáreas de manglares.
En 2004, cuando la API obtuvo la autorización de la Semarnat para cambiar el uso del suelo, depositó 10 millones de pesos sin relación con la suma entregada por la autorización condicionada de la MIA para rehabilitar el mangle en la costa del estado, lo que no ha hecho.
Arredondo Nava informó que la Semarnat, a través del Consejo Nacional Forestal, radicó esos recursos al gobierno de Colima para rehabilitar el mangle.
El secretario estatal de Desarrollo Rural, Carlos Salazar Preciado, dijo que el gobierno de Colima sólo recibió dos de los 10 millones de pesos, que están depositados en la Secretaría de Finanzas. Por instrucciones del gobernador, Silverio Cavazos Ceballos, se invertirán en fortalecer el mangle en la laguna de Juluapan, donde el gobierno del estado y el grupo Marhnos proyectan construir uno o dos hoteles de gran turismo y 300 condominios, además de una marina, con una inversión inicial de 3 millones de dólares.
Salazar Preciado comentó que los 10 millones que recibirá el gobierno estatal para rehabilitar el mangle no se invertirán en la laguna del Valle de las Garzas porque la API se hará cargo de dichas acciones.
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