- Desde hace 20 años no se construyen barcos en
astilleros nacionales
Mientras que en países como Brasil el gobierno acordó por
decreto la reactivación de la Industria Naval, en México el Gobierno Federal
firma acuerdos con el Gobierno de España para que se fabriquen allá la mayor
parte de los barcos que demandará la industria petrolera mexicana en los próximo
años.
Ese tipo de acuerdos donde se habla de construir entre 15 y 25
embarcaciones en astilleros españoles como los de Galicia en lugar de reactivar
a esta industria en nuestro país constituyen una "estocada" más a esta actividad
que actualmente subsiste realizando trabajos de reparación, mantenimiento
preventivo y correctivo de embarcaciones, plataformas y barcazas, afirmó Juan
José Domínguez García, secretario general de los trabajadores de la Industria
Naval sección 1.
Explicó que si esta industria está caída es porque se
dejó de construir embarcaciones en México, resultado de que los astilleros
unidos de la República Mexicana (Guaymas, Mazatlán, Veracruz) y algunos otros
astilleros nacionales ya no construyen barcos desde 1980.
La situación
de esta industria se agrava en 1994 cuando el ex presidente Salinas de Gortari
decreta la requisa al puerto de Veracruz y, ésta también le pega a la actividad
naval.
El dirigente del Sinatin recordó que en los años ochentas se
construyeron embarcaciones en diferentes astilleros nacionales, en Mazatlán se
construyen diferentes barcos atuneros y camaroneros, en Guaymas, Ensenada y
Veracruz se construyen alrededor de 380 barcos camaroneros.
Fue en 1990
cuando en el Astillero de Veracruz (TNG) se construyeron cuatro buquetanques
para Pemex de 45 mil toneladas de peso muerto. Cuado se decreta la requisa al
recinto portuario de Veracruz, el Gobierno Federal de esa época abandona
prácticamente a la industria naval y esta actividad queda en manos de empresas
privadas.
Eso en lugar de beneficiar a la clase trabajadora la perjudicó
y los únicos beneficiados fueron los empresarios que se quedaron con esas
empresas.
La quiebra del Astillero de Veracruz se dio en 1994, así como de
muchas industrias del Pacífico y del Golfo, dijo Domínguez García.
Por
su parte, Amado Armas Rosas, ex-secretario de finanzas del Sindicato Nacional de
la Industria Naval en Veracruz, aseveró que si esta industria está extinguida es
gracias a los gobiernos panistas y priistas.
Aseguró que la caída de
esta actividad tienen nombre y apellido y, se llama Carlos Salinas de Gortari
quien siendo presidente de México en uno de sus arranques de inteligencia
desapareció un montón de empresas entre ellas la empresa: Astilleros Unidos de
Veracruz(AUVER).
La desaparece porque supuestamente no eran rentables
para el país, la cual a decir de nosotros sí lo era ya que representaba
crecimiento y desarrollo.
Aquí sucedió algo curioso, mientras que en Brasil
el presidente Lula da Silva ordena por decreto la reactivación de esa industria,
en nuestro país el gobierno federal salinista desaparece por decreto esta
empresa el día 4 de diciembre del 1994.
Esa mala decisión del
ex-mandatario mexicano afectó no sólo al Astillero de Veracruz, sino a los de
Guaymas, Sonora, Ensenada, Baja California y Mazatlán, Sinaloa.
Esto
generó desempleo porque en ese tiempo se reparaban y construian remolcadores y
barcazas, sobre todo en Mazatlán y Ensenada se dedicaban a la reparación,
Guaymas y Veracruz se dedicaban a la construcción de barcos de gran tonelaje.
Ambos entrevistado reconocen que la desaparición de Auver se da por una
mala decisión del ex-presidente Carlos Salinas para favorecer a un grupo de
"amigos".
Con la decisión que toma en ese tiempo el Gobierno Federal de
vender las empresas que no eran "rentables" se beneficia a un grupo de amigos de
éste y, México se convierte en un país capitalista de cuates, afirmó Armas
Rosas.
Esta decisión fue totalmente en perjuicio del país, sobre todo de
la clase trabajadora.
De acuerdo con el ex dirigente sindical en la zona
de Veracruz con la desaparición de esta empresa se perdieron cinco mil empleos
directos y más diez mil empleos indirectos.
Aparte del consumo que hacía
la empresa a los diferentes proveedores de Veracruz: madera, arena, pintura y
todos los insumos que se necesitaban.
Reiteró que nadamás en el puerto de
Veracruz se perdieron por esa mala decisión cerca de veinte mil empleos, sin
contar Guaymas que también era un astillero importante, ya que ahí se hacían
buques de 14 a 20 mil toneladas de peso muerto.
Mazatlán en ese tiempo tenía
una plantilla laboral de 760 trabajadores, luego entonce fue un golpe brutal a
la economía de México, señalaron.
Asimismo, el presidente de la
Asociación Mexicana de Ingenieros Navales (AMIN) Gabriel Delgado Saldívar,
afirmó que si esta industria está en camino de extinguirse, es porque a los
únicos clientes a los cuales se les puede construir barcos como Petróleos
Mexicanos(Pemex), prefieren salir al extranjero a contratar la construcción de
su flota.
Definitivamente esta es otra mala decisión de Pemex y del
Gobierno Federal porque no es posible que contando con astilleros nacionales que
demandan la construcción de embarcaciones para incrementar las fuentes de
empleo, éstos firmen acuerdos con astilleros españoles para que les construyan
sus barcos, subrayaron.
Domínguez García aseguró que en México existe
mano de obra calificada y tecnología de punta para construir embarcaciones, pues
ya lo demostró cuando construyó cuatro buquetanques a Pemex de hasta 45 mil
toneladas de peso muerto y otros barcos.
Asimismo, Delgado Saldívar
reconoció que el problema de la industria naviera mexicana es que en los últimos
20 años no se han construido barcos en astilleros nacionales.
Citó, por
ejemplo, que en los Astilleros de Mazatlán llegaron a fabricar más de 50
embarcaciones en 1976.
Ante el panorama nada halagador para esta
industria y ante la persistencia de las malas decisiones gubernamentales, todos
los sectores que tienen que ver con la industria naval se unieron y acordaron
crear la Cámara de Trabajadores de la Industria Naval donde participan
armadores, empresarios y sindicatos.
Nosotros estuvimos apoyándolos y
vamos a seguir apoyándolos porque nos interesa que se reactive esta industria
que cuenta con mano de obra calificada, dijo Domínguez.
Esta cámara
seguirá sosteniendo reuniones y tocará puertas ante la SCT, Pemex Refinación y
la Dirección de Pemex con el fin de tomar acciones que permitan de nueva cuenta
que en México se construyan barcos en los astilleros nacionales.
Por
otro lado, se informó que hacen falta más garantías de parte del Gobierno
Federal para que los armadores mexicanos construyan en México y si está
industria se encuentra hundida es por falta de interés del Gobierno Federal y de
la Cámara de Diputados y Senadores de reactivar esta actividad.
Para el
actual secretario general de la Industria Naval en Veracruz es necesario que se
les den incentivos a los armadores mexicanos para que se reactive esta industria
y planteó la desaparición del IETU y que se den más garantías para el pago en la
construcción de embarcaciones con intereses blandos que les permita pagar algún
préstamo que soliciten.
Otra de las cosas que se tienen que hacer es
eliminar la burocracia, lo que es la importación de maquinaria, eso ayudaría
mucho a las armadores mexicanos, "por eso es que aparentemente dicen ellos que
sale más caro la construcción de un barco en México, y, efectivamente sale caro
porque los impuestos que se pagan en nuestro país son demasiado caros".
Pero si se ayuda al armador y se le reducen los impuestos la
construcción de embarcaciones saldría mucho más barata, señalaron.
Finalmente Dominguez García dijo que en México urge que el Gobierno
Federal apruebe un decreto para que esta industria salga adelante