domingo, 16 de septiembre de 2012

Un encargo de Pemex garantiza en el naval trabajo hasta 2014

Fuente: ABC

el acuerdo por el que la petrolera mexicana Pemex cubrirá parte de sus necesidades estructurales y de equipamiento en Ferrol es inminente, y ya ultima flecos en los despachos del gigante centroamericano y los del Ministerio de Industria español. Aunque mientras esto sucede, las fuentes consultadas por ABC piden prudencia. La misma con la que se está actuando desde el entorno del actual titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, donde por el momento ni confirman ni desmienten nada acerca de uno de los pactos más importantes para la economía gallega de los últimos años.
Lo que sí es seguro es que la cristalización definitiva de las gestiones de Xunta y Gobierno con el Ejecutivo mexicano y la que es la cuarta petrolera más grande del planeta tiene ya fecha de anuncio, a falta de que en los astilleros se termine el detalle del contrato. Todo apunta a que la ansiada firma, que se revela como la solución a una crisis en el sector que el pasado año dejó en la calle a cerca de 2.000 trabajadores, tenga lugar el próximo jueves 20 de septiembre.
En total, el internacional acuerdo representará para los astilleros entre 18 y 24 meses de trabajo durante los que se podría llegar a emplear a cerca de un millar de personas. Según las mismas fuentes, además, se tratará de un encargo de carácter civil, un buque hotel del mismo tipo del que construyó Barreras hace ahora un año y que le otorgó fama internacional. En este punto cabe recordar que el veto de la Unión Europea a la construcción civil en Ferrol contempla la excepción de que dicha producción no supere el 20 por ciento del trabajo anual de la empresa pública, algo con lo que, aseguran a este diario, se cumplirá incluyendo este contrato.
Con la confirmación de que Pemex hará efectivo el compromiso adquirido con Galicia en mayo «antes de final de este mes», esta operación se perfila ya como la segunda de las que petrolera y Xunta habían acordado y que ahora se hace realidad. Y es que el pasado mes de agosto, Pemex suscribía la solicitud de otorgamiento de trece hectáreas para ubicar su base operativa en Europa en la infraestructura coruñesa. El desembarco supone una inversión directa superior a los 57 millones de euros.
La segunda parte de este suculento acuerdo llega en plena agitación electoral del conflicto. El importe de la operación es todavía un secreto, pero garantiza que las máquinas vuelvan a ponerse en marcha y se frene la tendencia de paro que se ha cobrado más de 1.700 empleos en el último año. Además, la operación trae a los astilleros ferrolanos trabajo suficiente para acercarse a las puertas de 2015, fecha de caducidad del veto europeo que restringe la actividad de Navantia Fene-Ferrol a la construcción militar.
A pesar del anuncio, los representantes de los trabajadores del astillero público han venido elevando su protesta, toda vez que consideran que este acuerdo podría ser sustitutivo de la futura construcción del dique flotante en la localidad.

Política y polémica

Mientras el acuerdo se perfila, políticos nacionalistas y socialistas no han dudado en acudir a Ferrol para amplificar la foto de las protestas que estos días se llevan a cabo en el ayuntamiento de la ciudad. Los gestos de apoyo y la intensificación de las protestas coinciden con la convocatoria de elecciones, algo que disgusta a quienes peinan los últimos flecos del contrato y que se interpreta como una innecesaria exhibición que de aportar algo, solo es una «pésima» imagen ante Pemex y otros potenciales clientes.
Además del contrato venidero, continúan sobre la mesa diferentes focos de negociación. Turquía, Arabia Saudí y varios países de Iberoamérica se han interesado por los servicios de la empresa pública y estudian diferentes ofertas y presupuestos hechos desde las oficinas de Fene-Ferrol. La semana pasada, el consejero delegado de los astilleros, Jaime de Rábago, abría un nuevo frente en Qatar.
Todas estas noticias podrían contribuir a aplacar momentáneamente la exigencia de soluciones que estos días ha tomado forma de encierro en el consistorio ferrolano.

«No dejan de darnos alegrías»

Unos de los primeros en aplaudir ayer el preanuncio fueron los miembros del PP de Vigo que, a través de su cuenta de Twitter apuntaban que «los contratos conseguidos por Feijóo con Pemex no dejan de dar alegrías a Galicia. Se benefician Vigo, La Coruña y Ferrol».
Otros políticos, como el ex alcalde de La Coruña, Javier Losada, también se manifestaba, aunque en este caso para mostrar sus dudas sobre el veto que pesa sobre el astillero ferrolano. «El Gobierno sabe que hasta 2015 no puede hacer construcción naval civil en Navantia Ferrol por eso es preciso dique para no perder empleo», comentaba Losada sin tener en cuenta el 20 por ciento de margen que la ley le otorga y que da luz verde al pacto.
Más escépticos se mostraban los trabajadores de Navantia, que este sábado seguían su encierro en el ayuntamiento de Ferrol mientras solicitaban a través de las redes sociales explicaciones sobre los detalles del acuerdo con la mexicana Pemex.
Todo, a espera de la confirmación definitiva de un encargo millonario que, previsiblemente, sacará a flote a Ferrol y que supone toda una bocanada de aire para el naval gallego, uno de los sectores que más afectado se ha vito por la crisis económica de los últimos años.

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