Fuente: La Capital
Luego de un largo período de crisis, la industria naval nacional resucitó en la posconvertibilidad y ahora busca recuperar parte de su antiguo esplendor. El crecimiento del transporte fluvial en la hidrovía Paraná-Paraguay es el principal motor de esas aspiraciones pero no el único. Los astilleros y el complejo de proveedores asociado apuestan a insertarse en un futuro desarrollo de la explotación petrolera off shore en el Mar Argentino.
Así lo señalaron los principales empresarios del sector durante el acto de celebración del Día de la Industria Naval que se realizó ayer en la fábrica de barcazas de Ultrapetrol en Punta Alvear. Conmemoración accidentada por las derivaciones del conflicto gremial de los empleados municipales de Villa Gobernador Gálvez por el pago de salarios adeudados, que se tradujo políticamente en un piquete sobre los accesos a la planta industrial, destinado a trancar la llegada del gobernador Hermes Binner.
El mandatario llegó en helicóptero al astillero y se fue casi al mismo al tiempo que, una vez liberado el corte, comenzaron a arribar las visitas: unas 250 personas, entre hombres de negocios, dirigentes sindicales y políticos de distintas provincias, que pasearon un par de horas los caminos del Gran Rosario en busca de un atajo salvador. Los organizadores hasta ensayaron un "puente fluvial" entre el puerto barcacero de la empresa en Pueblo Esther y el astillero de Punta Alvear. Cuando la evacuación de los marinos de saco y corbata había comenzado, llegó la noticia del armisticio y de la liberación del acceso vial. Dos horas más tarde, comenzó el acto, que finalizó con la botadura de una de las unidades producidas en esas instalaciones.
Modelo. El astillero de Ultrapetrol en el sur de Santa Fe es el más moderno del país. Fue inaugurado en 2009 y fabrica dos barcazas con capacidad de 2.500 toneladas por semana. La firma opera la principal línea de barcazas de la hidrovía. La expansión hacia el sector de los astilleros tiene que ver con el cambio de modelo de negocios en el sector, a partir de la posconvertibilidad. Y, sobre todo, a partir de 2004, cuando el ex presidente Néstor Kirchner firmó el decreto que estableció parámetros favorables a la nacionalización del complejo industrial y de servicios asociado a la hidrovía.
Hidrovía. Pablo Noel, presidente de la Federación de la Industria Naval Argentina (Fina), recordó que ese paso y el fuerte crecimiento del transporte de cargas fluviales permitió la recuperación del sector. En 1988 por la hidrovía se transportaban 750 mil toneladas; actualmente, 15 millones de toneladas, explicó. Y aseguró que la carga transportada crece a una tasa del 15 por ciento anual. Jorge Alvarez, directivo de Ultrapetrol y presidente de la Cámara Santafesina de la Industria Naval (Casin), recordó que si se mantiene el desarrollo actual de la explotación de mineral de hierro en Paraguay y Bolivia, y el sistema Paraná se convierte en la ruta fundamental de traslado, el volumen de tráfico se duplicará en los próximos años.
"A este aumento de la demanda hay que agregarle que gran parte del parque de 1.800 barcazas que circula por la hidrovía tiene una antigüedad mayor a los 30 años, de modo que se impone una necesidad importante de renovación", dijo Alvarez. El empresario no se mostró preocupado por la inflación de costos de la que se quejan muchos industriales. En cambio, opinó que "lo importante para el sector es tener demanda".
Petrolero. La expansión de demanda esperan apuntalarla con el negocio petrolero. Tanto Noel como Alvarez subrayaron el interés del sector en participar del negocio que se puede generar si se desarrolla la exploración off shore en el Mar Argentino. De hecho, Ultrapetrol fabrica remolcadores en su astillero de Ramallo y también tiene unidades operando en Brasil, donde la explotación petrolera off shore está a full.
La industria naval está lejos de ser lo que fue en los 60, cuando se creó el fondo de desarrollo para equipar Elma, la flota de bandera. Esa medida dio origen a la celebración del día conmemorativo de esa actividad. Lo que fue un sector de punta en América latina fue casi destruido en los 90. Revivió con el nuevo modelo, apoyada en el más modesto horizonte del desarrollo de la navegación en los ríos. "La industria creció con este modelo y respondió con un aumento del 200 por ciento en los puestos de trabajo del sector".
En el astillero de Punta Alvear, por caso, trabajan 250 obreros en forma directa. La cámara que agrupa a la actividad en Santa Fe, que creada el año pasado, agrupa a unas 30 empresas. En el acto de ayer, el presidente de Fina pidió sancionar una nueva ley de marina mercante y pidió un marco regulatorio unificado para todo el sector que participa del negocio del transporte por agua. Un sector que periódicamente enfrenta conflictos de negocios, gremiales y políticos.
Del acto participaron, entre otras autoridades, el gobernador Hermes Binner, el subsecretario de Puertos y Vías Navegables, Ricardo Luján y el presidente de Ultrapetrol, Felipe Menéndez Ross.
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