A la memoria del IMN. Arturo Camberos Llerenas (+)
Y al Capitán de Altura: Joel Montes Camarena (+)
Déjenme decirles que está a la vista el día de hoy una celebración más del Día de la Marina. Como ocurre cada año, hoy miércoles primero de junio, el Presidente Felipe Calderón pronunciará sin duda, un encendido discurso lleno de efemérides y loas a los hombres del mar. (Varados en tierra por la falta de embarcaciones).
Los “marinos” escucharán al jefe de la nación elogiar a todos aquellos que han dedicado su vida al mar y, recordar a quienes entregaron su vida en el honroso cumplimiento de su deber.
¿Pero qué van a celebrar? Más que celebrar, los marinos mercantes mexicanos tienen la primordial obligación de trabajar para reactivar la flota mercante y así poder, tan siquiera hacer el intento de recuperar la soberanía de los mares en el contexto nacional e internacional.
Su hundimiento, se debió a las erróneas políticas presidenciales que han permitido una apertura comercial que ha beneficiado a empresas navieras extranjeras, las cuales se han apoderado totalmente del transporte marítimo de nuestro país.
Pero tracemos rumbo. Hoy, más que celebrar, los marinos mercantes tendrán que hacer un minucioso exámen de conciencia y levantar la voz para tratar de recuperar la soberanía de los mares, pero no sólo eso, deberán luchar por tener nuevamente presencia en la vida naval productiva en el contexto nacional e internacional y, es que, nuestra Marina Mercante llegó a tener en la década de los 80s cerca de un millón 750 mil toneladas disponibles para ocuparlas en el manejo del comercio marítimo.
Hoy, escasamente supera los 450 mil para enfrentar los retos del comercio marítimo. Que lejanos están los días en que nuestras embarcaciones ondeaban orgullosas nuestro lábaro patrio en Asia, África, Sud América, Europa y América del Norte.
El tema de la reactivación de la Marina Mercante pasó de noche en el sexenio de Vicente Fox y con Felipe Calderón las cosas siguen igual. Para muchos el olvido no es nada novedoso. Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo y Vicente Fox enviaron a la nave para siempre al fondo del mar. Y pensar que en un tiempo nuestra Marina Mercante fue la segunda en importancia en Latinoamérica.
El poeta español Calderón de la Barca decía: ¿Qué es la vida? Una ilusión, Una sombra, una ficción. Que toda la vida es un sueño. Sí, así fue el sueño de la Marina Mercante Mexicana. Sí, así fue el sueño de la más grande naviera de este país TMM (Transportación Marítima Mexicana) la cual desde su venta a finales de 1999 dejó en la orfandad a miles de marinos mercantes mexicanos y motivó la caída moral del sector mercante, su liquidación representó el paso definitivo para reafirmar en un nuevo aniversario que la Marina Mercante Mexicana no existe, aún más, Petróleos Mexicanos ya ha mandado al cementerio a la mayoría de los barcos de su flota, dejando en la navegación interior solo buques desfasados que no cumplen ni siquiera con la más mínima especificación en materia de seguridad como lo establece la OMI (Organización Marítima Internacional) ya que los barcos que le quedan flotando son ya chatarra y ni por asomo cumplen con el uso de doble casco o mínimo cubierta intermedia.
Como dato ilustrativo les diré que el 8 de mayo de 2003 la Cámara Mexicana de la Industria del transporte Marítimo (Cameintra) y la Comisión de Marina del Congreso de la Unión (LVIII Legislatura) estableció compromisos para reactivar la flota petrolera encargándole a la Secretaría de Marina, Armada de México, la construcción de buques tanques. (Sic) hasta la fecha los buenos propósitos de esa reunión en Tuxpan, Veracruz, siguen siendo, al paso del tiempo, eso: buenos propósitos.
¡Por Dios! Activar la flota petrolera no es cosa de enchílame la que sigue. Lo que se requiere es la creación de un esquema en donde la iniciativa privada constituida por armadores mexicanos tengan una participación activa que les permita buscar en los astilleros alemanes, yugoslavos, japoneses o italianos las condiciones navales estructurales, financieras viables que se ajusten a los ordenamientos de la OMI.
LA NOTA FINAL
En el marco de la celebración del Día de la Marina si los profesionales del mar son congruentes tendrán que preguntarse ¿Qué festejamos? ¿Acaso no están enterados que la Marina Mercante nacional se fue a pique desde hace ya muchos años?
Sin duda, mañana miércoles primero de junio se le va a dar otro jalón más hacía el fondo del mar a la Marina Mercante Mexicana. Hoy, el sector del transporte marítimo y la industria naviera nacionales están amarrados al viejo muelle, anclados y haciendo agua con fatales averías a babor y estribor, su hundimiento es ya cosa del pasado a pesar de los encendidos discursos oficiales todos, vacíos y mentirosos.
En pleno Siglo XXI la Marina Mercante Mexicana hundida, yace en el fondo del mar y no aparece tan siquiera en el tráfico de cabotaje, en la navegación de altura, para que hablar, hoy lo único cierto es que su ausencia en los mares del mundo es toda una realidad, sobre todo, frente a las grandes potencias internacionales que si han dotado a sus flotas no solo con buques de primera generación sino con esquemas jurídicos, fiscales y de financiamientos apropiados que les permiten ser no solo competitivos sino líderes en el ramo.
Mañana, el sector oficial ofrecerá a las autoridades una perorata, copia fiel de algún libro de aventuras del Capitán Garfio de Walt Disney, mañana, ese discurso no dirá (júrelo usted) que la autoridad marítima portuaria viola constantemente la Ley de Navegación, en cuanto a la prioridad que deben tener las embarcaciones mexicanas para realizar navegación de cabotaje. Mañana no se dirá que la reducción de la flota con bandera mexicana ha llegado a su más mínima expresión.
Que nadie se engañe, hoy, en este país la única Marina Mercante éxitosa que yo conozco es la Marina Mercante de Guillermo Brun y, esa, esta en la Ciudad de Colima, en la avenida Francisco I. Madero Ni modo, los marinos mexicanos pasearán su mediocridad organizando ceremonias huecas, bailes y borracheras para celebrar que en un aniversario más… no existe la Marina Mercante.
Ahí se ven.
Javiermontes358@gmail.com
Y al Capitán de Altura: Joel Montes Camarena (+)
Déjenme decirles que está a la vista el día de hoy una celebración más del Día de la Marina. Como ocurre cada año, hoy miércoles primero de junio, el Presidente Felipe Calderón pronunciará sin duda, un encendido discurso lleno de efemérides y loas a los hombres del mar. (Varados en tierra por la falta de embarcaciones).
Los “marinos” escucharán al jefe de la nación elogiar a todos aquellos que han dedicado su vida al mar y, recordar a quienes entregaron su vida en el honroso cumplimiento de su deber.
¿Pero qué van a celebrar? Más que celebrar, los marinos mercantes mexicanos tienen la primordial obligación de trabajar para reactivar la flota mercante y así poder, tan siquiera hacer el intento de recuperar la soberanía de los mares en el contexto nacional e internacional.
Su hundimiento, se debió a las erróneas políticas presidenciales que han permitido una apertura comercial que ha beneficiado a empresas navieras extranjeras, las cuales se han apoderado totalmente del transporte marítimo de nuestro país.
Pero tracemos rumbo. Hoy, más que celebrar, los marinos mercantes tendrán que hacer un minucioso exámen de conciencia y levantar la voz para tratar de recuperar la soberanía de los mares, pero no sólo eso, deberán luchar por tener nuevamente presencia en la vida naval productiva en el contexto nacional e internacional y, es que, nuestra Marina Mercante llegó a tener en la década de los 80s cerca de un millón 750 mil toneladas disponibles para ocuparlas en el manejo del comercio marítimo.
Hoy, escasamente supera los 450 mil para enfrentar los retos del comercio marítimo. Que lejanos están los días en que nuestras embarcaciones ondeaban orgullosas nuestro lábaro patrio en Asia, África, Sud América, Europa y América del Norte.
El tema de la reactivación de la Marina Mercante pasó de noche en el sexenio de Vicente Fox y con Felipe Calderón las cosas siguen igual. Para muchos el olvido no es nada novedoso. Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo y Vicente Fox enviaron a la nave para siempre al fondo del mar. Y pensar que en un tiempo nuestra Marina Mercante fue la segunda en importancia en Latinoamérica.
El poeta español Calderón de la Barca decía: ¿Qué es la vida? Una ilusión, Una sombra, una ficción. Que toda la vida es un sueño. Sí, así fue el sueño de la Marina Mercante Mexicana. Sí, así fue el sueño de la más grande naviera de este país TMM (Transportación Marítima Mexicana) la cual desde su venta a finales de 1999 dejó en la orfandad a miles de marinos mercantes mexicanos y motivó la caída moral del sector mercante, su liquidación representó el paso definitivo para reafirmar en un nuevo aniversario que la Marina Mercante Mexicana no existe, aún más, Petróleos Mexicanos ya ha mandado al cementerio a la mayoría de los barcos de su flota, dejando en la navegación interior solo buques desfasados que no cumplen ni siquiera con la más mínima especificación en materia de seguridad como lo establece la OMI (Organización Marítima Internacional) ya que los barcos que le quedan flotando son ya chatarra y ni por asomo cumplen con el uso de doble casco o mínimo cubierta intermedia.
Como dato ilustrativo les diré que el 8 de mayo de 2003 la Cámara Mexicana de la Industria del transporte Marítimo (Cameintra) y la Comisión de Marina del Congreso de la Unión (LVIII Legislatura) estableció compromisos para reactivar la flota petrolera encargándole a la Secretaría de Marina, Armada de México, la construcción de buques tanques. (Sic) hasta la fecha los buenos propósitos de esa reunión en Tuxpan, Veracruz, siguen siendo, al paso del tiempo, eso: buenos propósitos.
¡Por Dios! Activar la flota petrolera no es cosa de enchílame la que sigue. Lo que se requiere es la creación de un esquema en donde la iniciativa privada constituida por armadores mexicanos tengan una participación activa que les permita buscar en los astilleros alemanes, yugoslavos, japoneses o italianos las condiciones navales estructurales, financieras viables que se ajusten a los ordenamientos de la OMI.
LA NOTA FINAL
En el marco de la celebración del Día de la Marina si los profesionales del mar son congruentes tendrán que preguntarse ¿Qué festejamos? ¿Acaso no están enterados que la Marina Mercante nacional se fue a pique desde hace ya muchos años?
Sin duda, mañana miércoles primero de junio se le va a dar otro jalón más hacía el fondo del mar a la Marina Mercante Mexicana. Hoy, el sector del transporte marítimo y la industria naviera nacionales están amarrados al viejo muelle, anclados y haciendo agua con fatales averías a babor y estribor, su hundimiento es ya cosa del pasado a pesar de los encendidos discursos oficiales todos, vacíos y mentirosos.
En pleno Siglo XXI la Marina Mercante Mexicana hundida, yace en el fondo del mar y no aparece tan siquiera en el tráfico de cabotaje, en la navegación de altura, para que hablar, hoy lo único cierto es que su ausencia en los mares del mundo es toda una realidad, sobre todo, frente a las grandes potencias internacionales que si han dotado a sus flotas no solo con buques de primera generación sino con esquemas jurídicos, fiscales y de financiamientos apropiados que les permiten ser no solo competitivos sino líderes en el ramo.
Mañana, el sector oficial ofrecerá a las autoridades una perorata, copia fiel de algún libro de aventuras del Capitán Garfio de Walt Disney, mañana, ese discurso no dirá (júrelo usted) que la autoridad marítima portuaria viola constantemente la Ley de Navegación, en cuanto a la prioridad que deben tener las embarcaciones mexicanas para realizar navegación de cabotaje. Mañana no se dirá que la reducción de la flota con bandera mexicana ha llegado a su más mínima expresión.
Que nadie se engañe, hoy, en este país la única Marina Mercante éxitosa que yo conozco es la Marina Mercante de Guillermo Brun y, esa, esta en la Ciudad de Colima, en la avenida Francisco I. Madero Ni modo, los marinos mexicanos pasearán su mediocridad organizando ceremonias huecas, bailes y borracheras para celebrar que en un aniversario más… no existe la Marina Mercante.
Ahí se ven.
Javiermontes358@gmail.com
LOS MUDOS CAÑONES NO GENERAN DIVISAS,LAS ARRANCHADAS ESPADAS NUNCA VERAN BATALLAS...
ResponderBorrarno sera que las compañias extrangeras dejan un buen porsentage de interes monetario,o tal ves piense mal de los politicos,como siempre hablan mucho y no hacen nada ya nada se les cree
ResponderBorrarLo que necesitan los politicos es ahumento de salario, ganan muy poco, por eso no se preocupan por que exista una marina mercante mexicana
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