miércoles, 8 de diciembre de 2010

Quejas en todo el país por las colas de barcos en los puertos

Fuente: Webpicking

El problema que ocurrió en el Puerto de Pecém a principios de noviembre de este año cuando una nave de Hamburg Sud y CSAV se fue, dejando a 400 toneladas de fruta en espera en el muelle, no es la prerrogativa de Ceará.


El cuello de botella en los puertos, con la formación de colas de barcos que ha estado sucediendo en los 15 principales puertos de Brasil, ya ha dado lugar a tres mil días de espera para atracar en el período de enero a septiembre de este año.


En los muelles públicos y terminales privados de Santos, por ejemplo, los buques están obligados a esperar más de 72 horas para atracar. En 2007. La alerta es el Centro Nacional para la navegación (Centronave), que agrupa a las 30 mayores compañías de transporte en Brasil.


Igual que el cuello de botella que se produjo en los aeropuertos, está sucediendo en los puertos, que no están colaborando con el comercio exterior de Brasil, se queja el director ejecutivo de Centronave, Elías Gedeon. Según él, con el crecimiento de la economía nacional, el cuello de botella de los puertos está sucediendo en todo el país, especialmente en esta época de fin de año.


El retraso (en el embarque y desembarque de carga) está sucediendo en todos los puertos. No es un caso aislado de Ceará o el Puerto de Santos, agregó. Se destaca el efecto dominó que las colas han generado varios terminales, de sur a norte de Brasil, lo que sería perjudicial el comercio por mar, con retrasos de hasta 17 días en espera.


Además del crecimiento de las importaciones y las exportaciones, añade Gedeón, los puertos brasileños son deficientes en las zonas de reserva para contenedores y para las inspecciones aduaneras en los atracaderos, almacenes y resienten más y mejor infraestructura de acceso y la integración con otros modos de de transporte. Una opinión similar tiene el consultor de la marina mercante, Nelson Carlini, para quien la dificultad de mano de obra cualificada es otro problema que complica el sector portuario.


Sin una solución en el período actual, dado el gran volumen de inversiones necesarias, Carlini sugiere una mayor flexibilidad del decreto 6620, la Secretaría Especial de Puertos (SEAP), que establece normas para la concesión de tierras para los puertos públicos y privados mixtos . Para él, la legislación portuaria, la forma en que se llama, representa una barrera y desalienta aún más la inversión privada en el sector.


La solución es dar a conocer la construcción de nuevos puertos y la oferta de los que están en manos del gobierno. Es preciso fomentar la explotación privada, argumenta. En la evaluación de la Centronave, Brasil necesita más de $ 40 mil millones en inversiones en nuevas terminales, la mejora de las estructuras existentes y la construcción del acceso a los puertos en los cinco años, para evitar el colapso.

06/12/10 Fuente: Diário do Nordeste

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