lunes, 20 de diciembre de 2010

Los Pelos de la Mula y los remolcadores

Fuente: Ensenada net
por Elizabeth Vargas


Los primeros días de enero, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes podría anunciar una reducción en las tarifas de que se cobran a los cruceros que arriban al Puerto de Ensenada en beneficio de las líneas navieras.


El tema del precio de los atraques ha sido una de las constantes a lo largo de los últimos cinco años como una forma de presión de las grandes firmas navieras hacia el Puerto de Ensenada.


Dentro de los temas del atraque de los barcos destaca la resistencia de las navieras al uso de remolcadores, los cuales han criticado de forma recurrente, ya que los remolcadores son “de uso obligatorio” por ley.


Por cierto, no es una Ley inventada por México, es una de las leyes que siglos de navegación y miles de accidentes navieros obligaron a los países del mundo a establecer dentro de acuerdos de la Organización Marítima Internacional (OMI), el Convenio internacional para la Seguridad de la vida humana en el mar (SOLAS) y otros códigos que son de observancia obligatoria.


Para que se definieran se registraron todo tipo de catástrofes, algunos épicos como el del Titánic, desastroso para la naturaleza como el Exxon Valdez y otros absurdos, como el del APL Panamá, del cual Ensenada puede dar testimonio.


Pese a estos accidentes, muchas navieras han insistido en que los nuevos buques, operados por sofisticados sistemas de propulsión, controles electrónicos, comunicación satelital, los hacen inmunes a un accidente y ello podría permitir eliminar los remolcadores, para entrar o para salir de Puerto


Sin embargo las inmunidad de estos barcos fue desmentido hace unas semanas con el accidente del Carnival Splendor, que se quedó sin propulsión en medio del mar y fue rescatado por remolcadores.


Lo que no han dicho las navieras en estas ocasiones es que de ocurrir a un de sus buques un incidente en Puerto o entrando a él, por culpa de una omisión en la Ley, el costo lo pagaría el país donde ocurrió, o lo que es lo mismo, si ocurre en el Puerto de Ensenada, es Baja California y es México, no las Bahamas de donde son la mayoría de las banderas de los cruceros que llegan a Ensenada o de Florida donde están las bases de los consorcios que los operan quien pagaría..


La calentura pues de las autoridades por dar una respuesta a un problema que tiene otros fondos, lejos de resolver un problema, le generaría un boquete económico a alguien más, a los prestadores de servicios del puerto, que incluye a la Terminal de Cruceros, que es una concesión que le paga a la SCT.


En esta historia que aparentemente tiene un solo lado, se ha señalado todo lo negativo de México y de Ensenada pero no se ha planteado en ningún momento la otra parte.


Los cruceros tienen problemas por el costo del diesel, que alimenta a estos gigantes de los mares, la crisis económica en Estados Unidos donde esta el mercado principal y que redujo la demanda de cruceristas, las campañas negativas sobre México, amplificadas por los vecinos del norte y por si fuera poco, una oferta pobre de los comerciantes locales, los que mas se quejan y los que menos han hecho por mejorar.


Reducir las tarifas del puerto, podría ser una buena idea, para las navieras y una pésima decisión para Ensenada, eliminar los remolcadores, generar un bomba de tiempo que absorbería al estallar, no quien pidió que le quitaran la seguridad del atraque, sino quien la quitó.


Tan conciente están las navieras de esto, que existe un documento que se ha planteado a los capitanes de los cruceros en múltiples ocasiones, una carta responsiva que eximiría de cualquier responsabilidad a México en caso de que en un atraque se sufriera un accidente.


Una carta responsiva por cierto, en modalidad “stand by” que ninguno de sus capitanes a querido firmar.


P.D. Algo saben pues las navieras, que nuestras autoridades estatales no saben o que no se han querido enterar.

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