domingo, 3 de mayo de 2009

Nosotros, los marinos mercantes mexicanos

De: Cap. Isidro Ernesto Conde Coronado (conde00@prodigy.net.mx)
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¿Sabemos que queremos, que tenemos y que debemos hacer? si‏
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Querer explicar el comportamiento del marino mercante mexicano es complicado, es meterse en serios problemas con la comunidad náutica, cada egresado tiene un punto de vista particular de las diferentes problemáticas que nos aquejan, este punto de vista por supuesto valido para quien le emite, puede o no tener empatia con los demás, es por eso que algunos temas de nuestra competencia, provocan polémica como la religión y la política entre la sociedad.

Sin embargo, existen principios fundamentales que persistirán siempre a largo de nuestra existencia, no podemos estar criticando destructivamente sin ser criticados en la misma forma, pedir que las cosas cambien cuando nosotros somos parte de lo que debe ser cambiado y así muchas pero muchas carencias que vemos en otros marinos pero no en nosotros mismos.

Existen muchas vivencias adquiridas en nuestra vida de marinos que todos estamos de acuerdo, sabemos que un mantenimiento inadecuado al barco tendremos problemas, sabemos que el mal tiempo no es eterno, que debemos corregir el abatimiento para llegar a donde queremos, en fin sabemos que si no trabajamos en equipo las cosas no salen como debieran; todos sabemos que es lo que queremos, barcos, puertos, armadores mexicanos, prosperidad, mejores escuelas náuticas, autoridad civil fortalecidas por el estado (capitanías), formación, ejecución de la carrera profesional y retiros dignos.

Por eso es que mas que perdernos en que estamos mal, vamos tomando ventaja de los instrumentos que tenemos a nuestro alcance, colegios, sindicatos, asociaciones, políticos náuticos, estructura en todo el país de marinos mercantes ejerciendo la autoridad marítima, marinos jóvenes y marinos experimentados, empresarios náuticos, marinos mercantes en las administraciones portuarias, marinos mercantes en PEMEX, marinos mercantes en empresas trasnacionales, colegas que difunden información al medio y así podemos segur enumerando nuestros múltiples instrumentos al alcance, sabemos a donde queremos llegar, para que perder tiempo en pleitos, criticas y filosofía de nuestra naturaleza, como Shakespeare escribió:

Hay en los negocios humanos una marea que,
tomada cuando esta alta,
conduce a la fortuna; y omitida,
hace que el viaje de la vida este circundado de bajíos y miserias.
Flotando estamos ahora en ese mar,
y tenemos que aprovechar la corriente cuando es favorable
O perder nuestras metas.

No perdamos de vista que la travesía es tan importante como el arribo.

Ernesto Conde

¿Seremos nuestros peores enemigos?

¿En verdad será el marino el peor enemigo del marino como algunos filósofos marinos lo han mencionado?. Él detenernos en esta frase nos implica preguntarnos, ¿en verdad existira una buena razón para los colegas buscar la manera de perjudicarse en la medida de sus posibilidades?. Se deberá a que son demasiado importantes en la vida de sus colegas, o representa una prioridad el no ver destacar, ni ensalzar la labor realizada por marinos que utilizan su tiempo en hacer algo mas que solo disertar en el café, o simplemente no hacer lo que deben.

Se pueden sacar un sin numero de teorías de esta frase, que al día se traen por aquellos marinos que hoy dominan y dominaron las instituciones publicas y privadas del medio marítimo nacional, y por consiguiente es herencia a las generaciones de jóvenes que bien aprenden y aplican dicha frase. Que ha pasado de generaciones como pocos legados no muy positivos.

El saber que la composición idearía de un marino es muy complicada y diferente de un profesionista ordinario. Somos una especie híbrida y mal formada de ideas que se mezclan entre lo militar y lo civil, somos una mala copia de los marinos militares y los profesionales de tierra. Este mal que empieza cuando termina el poder del Capitán de Altura ó Jefe de Maquinas, no en balde cuando los colegas llegan a puestos públicos con solo tres barras inmediatamente el sistema los asciende por derecho divino a tener dentro de ese uniforme la gala de las cuatro barras que son sinónimo de máxima jerarquía que solo es respetada por el protocolo reglamentario.

Como mencionaba a diferencia de los marinos militares que aprenden y mantienen durante toda su vida profesional una jerarquía que respetan para bien e interés de un grupo con tradición ancestral, para poder conservar esa parte del poder que les es entregada por disciplina y respeto. No así a nosotros que nos educamos en una disciplina pseudo-militar y jerárquica donde solo a bordo de los barcos y ahora de manera difícil la aplicamos. Porque los de antes están decepcionados de lo que recibieron y no hicieron, y los actuales no les importa siempre y cuando exista trabajo aunque sea mal pagado o a veces no pagado, pues el descanso bien ganado es para estar con la familia y actividades personales.

Esta frase muy semejante a lo mencionado por don Francisco Bulnes con relación a la historia de México y todos aquellos bien intencionados tanto liberales como conservadores: “son Europa y Estados Unidos, con sus ambiciones, los enemigos de los pueblos latinos de América; (pero) no hay enemigos más terribles de nuestro bienestar e independencia que nosotros mismos”. El observar esta frase que dicen bien aplica a nosotros los marinos, es como ponernos dentro de la piel de esos liberales y conservadores, liberales porque muchos venimos de estratos demasiado modestos aspirando a una mejor forma de vida y otros por su herencia familiar deben de continuar con esas condiciones, no teniendo porque ser diferente, aunado a aquellos marinos que batallando en el pasado, y al momento de recibir un titulo como los nobiliarios del pasado se obtiene una aval para buscar mantener a toda costa esos privilegios que otorga el pertenecer a la “casta” de los Náuticos.

Entonces, ¿cual seria la propuesta del buen náutico?, para poder dar un viraje de timón en este sentir y sacar eso bueno que existe y sobra dentro de todos los marinos. Algo que ayude a cambiar el yo-yo, por nosotros. Difícil respuesta pero al alcance de todos en nuestro espejo.
Raúl B. Rodríguez L.