Fuente: El País
Los armadores de los tres pesqueros onubenses retenidos desde el pasado día 8 en Guinea-Bissau anunciaron en la tarde de ayer que pagarán los 150.000 dólares (alrededor de 100.000 euros) de multa impuesta por las autoridades del país africano a cada buque por el presunto delito de repostaje de combustible en alta mar (bunkering). Así lo comunicó ayer Ángel Muriel, presidente de la Asociación Nacional de Armadores de Buques Congeladores de Pesca. Según Muriel, el consignatario de las tres embarcaciones comunicó por la tarde a los armadores que las negociaciones diplomáticas sobre la sanción habían fracasado y debían pagar la multa impuesta.
Los cerca de 50 tripulantes, entre españoles, senegaleses y guineanos, que permanecían fondeados a 500 metros del puerto de la capital, Bissau, podrían volver a faenar hoy, en cuanto se ejecute el ingreso.
Las autoridades africanas interceptaron las tres embarcaciones amparadas en la ley local, que prohíbe repostar en sus aguas. El Ministerio de Exteriores español alegó ayer por la mañana que la legislación internacional no menciona el bunkering y que Guinea-Bissau no tendría soberanía sobre la zona marítima en la que se encontraban los barcos.
Interpretaciones legales
A bordo de los buques retenidos aún no se da por terminado el caso. "Hasta que llegan las transferencias, los avales y demás, no creo que podamos zarpar mañana" [por hoy], declaró el patrón de uno de los pesqueros, José Vaz, de 55 años y natural de Lepe (Huelva). Vaz es el único español de la tripulación de 16 personas del Alfonso Riera I, compuesta por marineros guineanos y senegaleses. Según Muriel, también gerente de la empresa Baltimar, propietaria de otro pesquero retenido, el Sierra de Huelva, el país africano tendría competencia legal hasta 24 millas desde su costa.
Los armadores de los tres pesqueros onubenses retenidos desde el pasado día 8 en Guinea-Bissau anunciaron en la tarde de ayer que pagarán los 150.000 dólares (alrededor de 100.000 euros) de multa impuesta por las autoridades del país africano a cada buque por el presunto delito de repostaje de combustible en alta mar (bunkering). Así lo comunicó ayer Ángel Muriel, presidente de la Asociación Nacional de Armadores de Buques Congeladores de Pesca. Según Muriel, el consignatario de las tres embarcaciones comunicó por la tarde a los armadores que las negociaciones diplomáticas sobre la sanción habían fracasado y debían pagar la multa impuesta.
Los cerca de 50 tripulantes, entre españoles, senegaleses y guineanos, que permanecían fondeados a 500 metros del puerto de la capital, Bissau, podrían volver a faenar hoy, en cuanto se ejecute el ingreso.
Las autoridades africanas interceptaron las tres embarcaciones amparadas en la ley local, que prohíbe repostar en sus aguas. El Ministerio de Exteriores español alegó ayer por la mañana que la legislación internacional no menciona el bunkering y que Guinea-Bissau no tendría soberanía sobre la zona marítima en la que se encontraban los barcos.
Interpretaciones legales
A bordo de los buques retenidos aún no se da por terminado el caso. "Hasta que llegan las transferencias, los avales y demás, no creo que podamos zarpar mañana" [por hoy], declaró el patrón de uno de los pesqueros, José Vaz, de 55 años y natural de Lepe (Huelva). Vaz es el único español de la tripulación de 16 personas del Alfonso Riera I, compuesta por marineros guineanos y senegaleses. Según Muriel, también gerente de la empresa Baltimar, propietaria de otro pesquero retenido, el Sierra de Huelva, el país africano tendría competencia legal hasta 24 millas desde su costa.
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