Fuente: Por Esto!
El polémico impuesto a los cruceros ya no viene incluido en la Ley Federal de Derechos que analiza este año el congreso federal; la completa derogación del cobro significa para Cozumel cancelar la posible llegada de más de cien millones de pesos a las arcas municipales.
Con esa medida, las navieras estarán muy complacidas, pero el gobierno federal buscará su nuevo dinero cobrando más impuestos a los mexicanos y los gobiernos estatal y municipal perderán una nueva fuente de ingresos.
La propuesta de cobrar cinco dólares (66.68 pesos al cambio actual) ya fue retirada oficialmente del paquete económico enviado por Felipe Calderón a la Cámara de Diputados.
El nuevo texto de la Ley Federal de Derechos, considera que este año no hay las condiciones para establecer ese cobro y de hecho, la propuesta es que sea derogado y retirado de los conceptos mediante los que el país se allega recursos.
El texto da la impresión de que se trata de la derogación de un cobro que ya se hacía, pero lo cierto es que nunca se pudo poner en práctica porque los diputados desde la pasada legislatura hasta ahora, nunca pudieron imaginarse un sistema de cobro que funcionara y no implicara una burocracia que entorpeciera la operación de los buques.
Se llegó a sugerir instalar una caseta en los muelles para que personal de Migración cobrara ese dinero, sin contar con que para atender a un barco de 2 mil personas, si se tardarán cinco segundos cobrando a cada uno, serían casi tres horas de las pocas horas que están en el puerto.
Por su parte, las navieras no querían ese cobro porque dicen que si bien es cierto que en otros puertos pagan hasta más, también lo es que en esos otros puertos se hace sólo un pago que incluye todo, a diferencia de México donde es un pago a la API por los derechos de puerto, otro a la agencia consignataria por servicios de representación, uno más al muelle donde se amarren, otro a los pilotos de puerto por navegar el barco en el recinto portuario y otro a la Capitanía de Puerto; a los que habría de sumarse el impuesto nuevo, que se le debía pagar a Migración.
Ahora, cuando el municipio está tan quebrado que hasta estaría dispuesto a entrar en un conflicto con el gobierno del estado por el muelle fiscal -que le representaría máximo unos siete millones de pesos al año-; se cancela un impuesto que a ochenta por ciento de los cinco dólares por cada uno de los dos y medio millones de personas que llegaron el año pasado, habría representado para Cozumel un ingreso de unos diez millones de dólares, unos 133 millones de pesos al cambio actual, lo que sí resolvería los problemas económicos de la isla y hasta alcanzaría para pagar lo que se debe de Plaza del Sol o terminar el tramo que falta de la carretera costera oriental que falta, con recursos propios.
El polémico impuesto a los cruceros ya no viene incluido en la Ley Federal de Derechos que analiza este año el congreso federal; la completa derogación del cobro significa para Cozumel cancelar la posible llegada de más de cien millones de pesos a las arcas municipales.
Con esa medida, las navieras estarán muy complacidas, pero el gobierno federal buscará su nuevo dinero cobrando más impuestos a los mexicanos y los gobiernos estatal y municipal perderán una nueva fuente de ingresos.
La propuesta de cobrar cinco dólares (66.68 pesos al cambio actual) ya fue retirada oficialmente del paquete económico enviado por Felipe Calderón a la Cámara de Diputados.
El nuevo texto de la Ley Federal de Derechos, considera que este año no hay las condiciones para establecer ese cobro y de hecho, la propuesta es que sea derogado y retirado de los conceptos mediante los que el país se allega recursos.
El texto da la impresión de que se trata de la derogación de un cobro que ya se hacía, pero lo cierto es que nunca se pudo poner en práctica porque los diputados desde la pasada legislatura hasta ahora, nunca pudieron imaginarse un sistema de cobro que funcionara y no implicara una burocracia que entorpeciera la operación de los buques.
Se llegó a sugerir instalar una caseta en los muelles para que personal de Migración cobrara ese dinero, sin contar con que para atender a un barco de 2 mil personas, si se tardarán cinco segundos cobrando a cada uno, serían casi tres horas de las pocas horas que están en el puerto.
Por su parte, las navieras no querían ese cobro porque dicen que si bien es cierto que en otros puertos pagan hasta más, también lo es que en esos otros puertos se hace sólo un pago que incluye todo, a diferencia de México donde es un pago a la API por los derechos de puerto, otro a la agencia consignataria por servicios de representación, uno más al muelle donde se amarren, otro a los pilotos de puerto por navegar el barco en el recinto portuario y otro a la Capitanía de Puerto; a los que habría de sumarse el impuesto nuevo, que se le debía pagar a Migración.
Ahora, cuando el municipio está tan quebrado que hasta estaría dispuesto a entrar en un conflicto con el gobierno del estado por el muelle fiscal -que le representaría máximo unos siete millones de pesos al año-; se cancela un impuesto que a ochenta por ciento de los cinco dólares por cada uno de los dos y medio millones de personas que llegaron el año pasado, habría representado para Cozumel un ingreso de unos diez millones de dólares, unos 133 millones de pesos al cambio actual, lo que sí resolvería los problemas económicos de la isla y hasta alcanzaría para pagar lo que se debe de Plaza del Sol o terminar el tramo que falta de la carretera costera oriental que falta, con recursos propios.
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