miércoles, 23 de septiembre de 2009

La Ciudad baraja contratar un

Fuente: El Pueblo de Ceuta
GonzaloTesta / Antonio Gómez
ceuta@elpueblodeceuta.es

La portavoz y consejera de Medio Ambiente del Gobierno de Ceuta, Yolanda Bel, confirmó ayer que, tal y como había desvelado minutos antes el secretario general del PSOE ceutí, José Antonio Carracao, la Ciudad está sopesando la posibilidad de contratar un buque-aljibe que palíe la falta de reservas de agua en los pantanos del Renegado y del Infierno. De hecho, aseguró, ya se ha contactado con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), la Junta de Andalucía y el puerto para comprobar y, en su caso, reparar, las conducciones que sirvan para el llenado en Algeciras y posterior vaciado del barco en la ciudad.
Informes “técnico-gerenciales” de la empresa del agua, Acemsa, deberán explicar si fue o no una “mala decisión” la de paralizar módulos de la planta desalinizadora en verano con el propósito de “ahorrar” y recurrir entretanto al agua embalsada en los pantanos del Renegado y del Infierno. Como resultado de la ejecución de dicha decisión, por un lado, y del retraso en las precipitaciones que durante los años precedentes venían cayendo sobre Ceuta al final del verano la situación hídrica de la ciudad, que carece de fuentes naturales y aseguradas de este recurso, es “preocupante”.

Así lo reconoció ayer la portavoz y consejera de Medio Ambiente del Ejecutivo local, Yolanda Bel, que “como continuación a las explicaciones aportadas la semana pasada” desveló la puesta en marcha de trabajos para impedir, como prioridad ineludible, que se produzcan cortes de agua en el suministro, algo que descartó rotundamente tras recordar que Ceuta “es una isla desde el punto de vista de recursos hídricos” que no va a cambiar de naturaleza “por mucho que se mejore la red de abastecimiento” y que se abastece gracias a la lluvia y a la desaladora, dos fuentes “expuestas a la incertidumbre”.

Y este año la primera ha fallado, al menos de momento, porque las precipitaciones se han retrasado. Sobre por qué se redujo el caudal de la segunda para tirar del agua embalsada repitió que fue una decisión “técnica y gerencial” sobre la que no quiso especular pero alrededor de la cual sí se comprometió a indagar y a exigir que se “clarifique”.

“Puede haber existido una desviación, que la hay, entre las precipitaciones medias de los últimos años y la real de esta ejercicio”, apuntó Bel, que consideró “descabellado” que el PSOE solicite responsabilidades políticas “por una desviación de las previsiones técnico-gerenciales”.

“Yo he preguntado doscientas mil cosas, pero son los informes los que me tendrán que contestar, porque aquellas personas que han tenido la responsabilidad de que se pare algo sin dar cuenta tendrá que esclarecer esas y otras incógnitas que se le han planteado desde el Gobierno y desde la Consejería”, remató.

Así las cosas, y mientras se toma la decisión definitiva de contratar o no el mencionado buque, la Ciudad se afana ahora en asegurarse de que las infraestructuras para la carga y posterior vaciado del barco puedan efectuarse con normalidad.

A tal efecto se ha contactado ya con la Junta de Andalucía, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y con ambos puertos, no sólo para esta ocasión, sino también para el futuro: “No podemos perder esa instalación porque siempre vamos a depender hídricamente de dos fuentes no garantizadas”, avisó Yolanda Bel, quien extendió la duda sobre cualquier autosuficiencia en materia de agua al infinito, incluso cuando el quinto módulo de la desaladora esté operativo.

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