lunes, 21 de septiembre de 2009

*Delta del Balsas, mina de oro *Fast track para el cambio

Fuente: Cronica de Hoy
Ángel Viveros
Hay diversas salidas a la crisis económica y no solamente con aumento de impuestos. Si en vez de regalar el patrimonio nacional a multinacionales como se hace en el puerto Lázaro Cárdenas, donde pueden recibirse buques de séptima generación y donde se han invertido 100 mil millones de dólares en los últimos 40 años, por lo menos se vendieran los espacios a precios internacionales, el país tendría suficientes recursos para salir del abismo económico.

La vocación de México como nación de intermediación comercial internacional, a la que nos hemos referido en otros espacios, no es teoría simplista, pues la Comunidad Económica Europea así ve a nuestro país, lo mismo Asia. Un ejemplo es el puerto de gran calado de Lázaro Cárdenas, en Michoacán, donde el gobierno federal además de haber invertido en su construcción 100 mil millones de dólares, a precios actuales, se suman 40 mil millones de dólares producto de su desarrollo, y único en América Latina capaz de recibir buques de séptima generación de 13 mil 640 TEUs (Twenty Equivalent Unit). Cada TEU equivale a 20 pies de largo por ocho de ancho.

Sólo la profunda corrupción, como síntesis de psicología política

de la alta burocracia, detiene la potencialidad de ese puerto llamado a ser uno de los 20 más grandes del mundo, al que ahora se remata como se hace a la multinacional norteamericana KCSM con la que $e negocian 154 hectáreas por 23 millones de dólares, cuando por lo menos su valor es de cuatro mil 232 millones de dólares. El precio comercial internacionales es de 35.5 millones de dólares por hectárea.

Pero nos informan que ni siquiera el gobierno recibirá esa suma aunque se desconoce el costo de los favores oficiales, ya que se invertirá en urbanización. Por lo pronto, ya cuenta con las primeras 40 hectáreas.

Resulta peligroso sacar a la luz pública muchas vergüenzas y lastimar muchas ambicione$, como la que el gobierno acepte que por el Lázaro Cárdenas, en la Isla La Palma, transiten cuatro millones de toneladas anuales de material tóxico y peligrosos que USA desvía del puerto de Los Ángeles después de cerrarlo a este tipo de material por los atentados del 11 de septiembre de 2001, cuando esa isla de 444 hectáreas debe ser una terminal portuaria y de patrimonio nacional.

Los puertos de última generación son de superficies de cuatro mil hectáreas. El Lázaro Cárdenas llega a mil 229 hectáreas más las 444 de la isla La Palma. El Rotterdam, el mayor del mundo de 10 mil 500 hectáreas y busca ampliarse, por donde cada año llegan 300 millones de toneladas en mercancías a través de 30 mil navíos, y con calado que compite con Lázaro Cárdenas.

Ahí está una mina más de oro del país que los gobiernos de todos signos no aprovechan, a pesar de ser único en el Pacífico norteamericano y en la Costa Este, pues USA con 360 puertos, sólo una docena pueden recibir navíos de ocho mil TEU, pero no como el Adrián Maersk o el Emma Maersk de séptima generación, el más grande del mundo con 397 metros de longitud y 56 de ancho, para carga mayor a 170 mil toneladas, con un recorrido Asia-Europa, y que bien puede recibirlo Lázaro Cárdenas. Ambos de bandera danesa.

Este Delta del Balsas vale cientos de miles de millones de dólares que se desaprovechan sólo porque en México es tan estrecha y reblandecida la mentalidad de gobernantes que sólo buscan beneficios personales y grandes negocios, además de malinchistas, pues por un lado no existen programas de largo plazo, sólo sexenales que pretenden reinventar el país, y por otro lado como los tlaxcaltecas en tiempo de los aztecas prefieren entregar al enemigo el patrimonio nacional.

Los legisladores tienen autoridad para reorientar el gasto para el crecimiento en el Presupuesto 2010. De entrada deberán detener la desincorporación de la isla La Palma, y abrir al mercado mundial el puerto Lázaro Cárdenas donde hay una mina de oro sin explotar.

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