Fuente: Empresa Exterior
El grupo danés A. P. Moller-Maersk ha solicitado a la comunidad internacional nuevas acciones contra la piratería al tiempo que ha reforzado sus protocolos de seguridad para los buques que transitan por el golfo de Adén en aguas de Somalia.
Tras el secuestro de la nave Maersk Alabama a manos de piratas somalíes, la compañía ha decidido revisar su política de seguridad atendiendo a los datos disponibles proporcionados tanto por la inteligencia militar como por las entidades marítimas y gubernamentales.
Uno de los cambios que se han llevado a cabo ha sido la ampliación del área marítima de Somalia en la que sólo pueden navegar embarcaciones capaces de alcanzar una determinada velocidad máxima, para que los buques tengan que estar el menor tiempo posible en esa zona.
A parte de esta medida, la compañía estudia la posibilidad de implantar nuevas medidas de seguridad, como dificultar el acceso a los barcos, para preservar la seguridad de las tripulaciones, la puesta en marcha de una patrulla marítima regional o disponer de un corredor seguro que permita a las naves atracar en Kenia y Tanzania.
El grupo quiere seguridad en el transporte, por ello niega la carga de armamento en sus barcos, ya que puede resultar peligroso y generar problemas legales de carácter multijurisdiccional.
Tras el secuestro de la nave Maersk Alabama a manos de piratas somalíes, la compañía ha decidido revisar su política de seguridad atendiendo a los datos disponibles proporcionados tanto por la inteligencia militar como por las entidades marítimas y gubernamentales.
Uno de los cambios que se han llevado a cabo ha sido la ampliación del área marítima de Somalia en la que sólo pueden navegar embarcaciones capaces de alcanzar una determinada velocidad máxima, para que los buques tengan que estar el menor tiempo posible en esa zona.
A parte de esta medida, la compañía estudia la posibilidad de implantar nuevas medidas de seguridad, como dificultar el acceso a los barcos, para preservar la seguridad de las tripulaciones, la puesta en marcha de una patrulla marítima regional o disponer de un corredor seguro que permita a las naves atracar en Kenia y Tanzania.
El grupo quiere seguridad en el transporte, por ello niega la carga de armamento en sus barcos, ya que puede resultar peligroso y generar problemas legales de carácter multijurisdiccional.
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