domingo, 26 de abril de 2009

La contratación de buques se frena y el naval está preocupado por el primer síntoma de la crisis

Fuente: Altántico
El naval en España —y el vigués acaparando el 40% de la actividad nacional— comienza a notar los primeros síntomas de la crisis económica. A falta de conocer datos oficiales actuales, el naval admite que los nuevos contratos para construir barcos bajaron el primer trimestre del año y que sólo aseguran carga de trabajo hasta finales de 2010. Lo dice la patronal española (Uninave) y la gallega (Aclunaga), que reconocen que si la situación de la contratación continua como ahora ‘en un año comenzarían los problemas’. Ambas confían en que el petróleo suba más para que los pedidos sean más rentables y repunten.

Los astilleros españoles están a plena actividad, la Ría de Vigo acapara el 40%, pero los primeros síntomas de la crisis económica, los primeros estornudos antes de la gripe, ya han empezado. Los nuevos contratos bajaron durante el año pasado y en el primer trimestre del año prácticamente no se está contratando. La cartera de pedidos permite en este momento mirar sin temor al menos hasta concluir 2010, pero si la situación de la contratación continúa así en un año ‘empezarían los problemas en la cabecera de la producción’, explica el director general de la patronal Uninave. El sector, donde los ciclos son más largos, ‘ya muestra preocupación’, señala el gerente del clúster gallego, aunque confía en que el precio del petróleo se recupere para que los armadores vuelvan a contratar buques ‘offshore’, de exploración y explotación. Tras años de crecimiento de la cartera de pedidos, la contratación de nuevos buques en el sector naval se ha frenado en seco en lo que llevamos de 2009, según constatan la patronal española del sector Uninave y el clúster gallego Aclunaga, aunque los astilleros se encuentran ahora mismo en máxima actividad. ‘Prácticamente no se contrata porque desde que los fletes bajaron tanto desde el pasado mes de agosto no se ha recuperado ni la carga seca ni la líquida’, explica Ramón López E a d y , d i r e c t o r general de Uninave, que indica que de seguir la situación de esta manera ‘dentro de t r e s años se entregaría e l último barco encargado y en año y un cuarto la cabecera de la producción empezaría a parar. Los astilleros ya empezarían a notarlo en septiembre’. En esta misma línea habla el gerente del clúster gallego del naval, Aclunaga, Tomás Casqu ero, que señala que ‘desde el verano, cuando empezó la crisis financiera, se ha notado una fuerte ralentización de las ventas internacionales y en enero y febrero se registraron los peores datos de contratación’, así que ‘en el sector naval gallego si no hay un reposicionamiento con nuevos contratos, la cartera se va a ir reduciendo’. Ahora el sector tiene puestas las esperanzas en el precio del petróleo. ‘Mis esperanzas están en los buques ‘offshore’ —dice López Eady— porque es un segmento en el que no entran los asiáticos y los armadores son europeos’. En este sentido recuerda que ahora mismo los quimiqueros están desaparecidos, porque las contrataciones fuertes se produjeron cuando el petróleo llegó a 150 dólares, ‘pero con un barril a 40 esas inversiones no son rentables’. Su esperanza se basa en que ‘por encima de 50 dólares el barril los proyectos ya empiezan a merecer la pena de nuevo y por encima de 60 comenzaríamos a ver p e d i d o s ‘ ( e l barril de Brent, el de referencia en Europa, rondó esta semana los 49 dólares). López señala que una gran parte de la construcción naval española está en el segmento ‘offshore’, como el 50%, para exploración y explotación de petróleo; luego están los ferries, un sector en el que está muy centrado el astillero vigués Barreras; y finalmente un pelotón de remolcadores, dragas o buques especiales, todos ellos muy sofisticados. Recuerda, además, que últimamente las contrataciones que ha habido son del sector público, como es el caso de Venezuela en las compañías viguesas Vulcano y Freire. También Casquero lo ve de la misma manera y apunta que ‘si el cambio de ciclo no se demora demasiado y se produce un cambio en el precio del petróleo seremos capaces de enlazar la actual cartera con nuevos pedidos, pero si esto no se produce habrá un descenso de la actividad’. Aún así confía en un cambio ascendente en el crudo ‘porque el precio actual es una anomalía’. La preocupación se centra ahora en el año 2010, objetivo de la cartera de pedidos, ‘porque no ha habido cancelaciones significativas en la cartera firme —recuerda Casquero— aunque sí una demora en la puesta en marcha de contratos por armadores que han tenido problemas de financiación, aunque los astilleros también’.

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