Fuente: RFI
Veinte países y la Unión Europea hicieron un llamado el viernes desde Tokio para que los responsables del transporte aéreo y marítimo tomen las medidas necesarias a fin de limitar sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) de aquí a finales de año.
El texto fue presentado por países industrializados del G8, la Unión Europea (UE), India, Corea del Sur, países de Asia del sureste y Australia, y los ministros de Transporte o representantes de los principales países contaminantes del planeta, a excepción notable de China, quienes se encontraban reunidos en una conferencia ministerial inédita sobre medioambiente y energía en el transporte, realizada en Tokio.
“El transporte es necesario para nuestra sociedad y participa en el desarrollo económico y social pero también son responsables de emisiones considerables de dióxido de carbono, lo que tiene graves consecuencias para el clima”, estimaron los participantes en una declaración común.
Automóviles, aviones y barcos son responsables del 23% de las emisiones mundiales de CO2, primera causa del cambio climático, según la Agencia internacional de la energía. El llamado en Tokio constituye también una primicia pues sólo el transporte terrestre había sido mencionado dentro del Protocolo de Kioto sobre la reducción de emisiones de gas con efecto invernadero; los transportes aéreo y marítimo fueron excluidos debido a su carácter internacional.
De hecho, la industria del transporte aéreo es una de las más contaminantes, según un informe denominado “Tendencias en la aviación comercial del 2000 al 2025”. Según este texto, de aquí al 2025 los aviones podrían dispersar cada año un total de 1,5 millardos de toneladas de gas carbónico en el aire.
Los ministros reunidos en Tokio solicitaron a la Organización de la aviación civil internacional (OACI) y a la Organización marítima internacional (OMI) diseñar juntas mecanismos para reducir las emisiones, de preferencia antes del fin de 2009.
Según el secretario de Estado francés de Transporte, Dominique Bussereau, los países presentes pidieron a estas dos organizaciones, así como a la ONU y al Banco Mundial, “proponer medidas en los dos sectores, aéreo y marítimo, que serán presentadas en la Convención sobre el clima" a realizarse en diciembre de 2009 en Copenhague. Esta conferencia debe adoptar un tratado para la acción a favor del clima, luego de 2012, año en el que expiran los objetivos de reducción de emisiones del Protocolo de Kioto.
Veinte países y la Unión Europea hicieron un llamado el viernes desde Tokio para que los responsables del transporte aéreo y marítimo tomen las medidas necesarias a fin de limitar sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) de aquí a finales de año.
El texto fue presentado por países industrializados del G8, la Unión Europea (UE), India, Corea del Sur, países de Asia del sureste y Australia, y los ministros de Transporte o representantes de los principales países contaminantes del planeta, a excepción notable de China, quienes se encontraban reunidos en una conferencia ministerial inédita sobre medioambiente y energía en el transporte, realizada en Tokio.
“El transporte es necesario para nuestra sociedad y participa en el desarrollo económico y social pero también son responsables de emisiones considerables de dióxido de carbono, lo que tiene graves consecuencias para el clima”, estimaron los participantes en una declaración común.
Automóviles, aviones y barcos son responsables del 23% de las emisiones mundiales de CO2, primera causa del cambio climático, según la Agencia internacional de la energía. El llamado en Tokio constituye también una primicia pues sólo el transporte terrestre había sido mencionado dentro del Protocolo de Kioto sobre la reducción de emisiones de gas con efecto invernadero; los transportes aéreo y marítimo fueron excluidos debido a su carácter internacional.
De hecho, la industria del transporte aéreo es una de las más contaminantes, según un informe denominado “Tendencias en la aviación comercial del 2000 al 2025”. Según este texto, de aquí al 2025 los aviones podrían dispersar cada año un total de 1,5 millardos de toneladas de gas carbónico en el aire.
Los ministros reunidos en Tokio solicitaron a la Organización de la aviación civil internacional (OACI) y a la Organización marítima internacional (OMI) diseñar juntas mecanismos para reducir las emisiones, de preferencia antes del fin de 2009.
Según el secretario de Estado francés de Transporte, Dominique Bussereau, los países presentes pidieron a estas dos organizaciones, así como a la ONU y al Banco Mundial, “proponer medidas en los dos sectores, aéreo y marítimo, que serán presentadas en la Convención sobre el clima" a realizarse en diciembre de 2009 en Copenhague. Esta conferencia debe adoptar un tratado para la acción a favor del clima, luego de 2012, año en el que expiran los objetivos de reducción de emisiones del Protocolo de Kioto.
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