Fuente: El Coemrcio Digital
Siete de los 77 barcos sometidos el pasado año a inspección en El Musel conforme a lo previsto en el Memorando de París quedaron detenidos hasta que solucionaron las deficiencias detectadas, lo que supone cerca del 10%. Se da la circunstancia de que en el puerto de Avilés se practicaron un total de 85 evaluaciones y ningún buque tuvo que dejar de navegar temporalmente.
Las inspecciones MOU tienen el objetivo de eliminar flota subestándar y garantizar unas buenas condiciones de navegación, tanto en lo que se refiere a seguridad como a evitar los vertidos contaminantes. Los estados firmantes del acuerdo, entre los que se encuentran la mayoría de la Europa Occidental y de Norteamérica, se comprometen a inspeccionar, al menos, el 25% de los barcos extranjeros que llegan a sus puertos, si bien esa cifra está sometida a revisión al alza.
El cómputo, en cualquier caso, se realiza en cada país, no en cada puerto. Quiere decirse que el porcentaje puede ser mayor en un puerto que en otro y, en la mayoría de los casos, el volumen de actividad depende de la dotación humana de cada capitanía marítima, que son los organismos de los que dependen las inspecciones.
En el caso de Gijón, el número de inspecciones ha sido decreciente durante el último lustro. En 2004 fueron inspeccionados 119 barcos, con un resultado de tres detenidos. Un año más tarde se pasó a 99 exámenes, que depararon siete retenciones. En 2006, con 93 evaluaciones, el número de buques detenidos se elevó hasta 10. Las visitas a los barcos para comprobar su estado y equipamiento en materia de seguridad continuaron disminuyendo en 2007, con 87 casos y 8 anulaciones temporales del permiso de navegación hasta que fueron solucionadas las deficiencias consideradas graves. Por último, como queda dicho, el pasado año fueron inspeccionados en El Musel 77 barcos, de los que 7 tuvieron que corregir irregularidades antes de poder zarpar.
Tres de los siete barcos detenidos, el 'Pac Star', el IVS Merlot y el 'Haoning Glory', navegan con bandera panameña. Al último de ellos le fueron detectadas a su llegada a El Musel nada menos que 20 anomalías que provocan detención, subsanadas en siete días de amarre.
Entre los siete barcos retenidos sumaron 39 días de paro forzoso. La detención más corta la protagonizó el 'IVS Merlot', que en un solo día resolvió las 12 anomalías graves que le fueron detectadas, mientras que el 'Dong A Rhea', de pabellón de la República de Korea, tardó 9 días en solucionar otros tantos defectos que le impedían navegar en las condiciones exigidas en el MOU.
Antítesis
La evolución decreciente del número de inspecciones que se produjo en El Musel tuvo su antítesis en Avilés, si bien la estadística avilesina no fue de aumento constante. En cualquier caso, la Capitanía Marítima de Avilés pasó de efectuar 53 exámenes, en 2004, a los 85 del pasado año.
También el historial de ambos puertos es distinto en lo que a detenciones se refiere. Hace un lustro, El Musel practicó 119 inspecciones con 3 detenciones, mientras que el puerto avilesino, con 53 análisis, paró 5 buques.
Desde entonces, los expertos gijoneses detectaron siempre más causas de detención que sus compañeros de Avilés.
Siete de los 77 barcos sometidos el pasado año a inspección en El Musel conforme a lo previsto en el Memorando de París quedaron detenidos hasta que solucionaron las deficiencias detectadas, lo que supone cerca del 10%. Se da la circunstancia de que en el puerto de Avilés se practicaron un total de 85 evaluaciones y ningún buque tuvo que dejar de navegar temporalmente.
Las inspecciones MOU tienen el objetivo de eliminar flota subestándar y garantizar unas buenas condiciones de navegación, tanto en lo que se refiere a seguridad como a evitar los vertidos contaminantes. Los estados firmantes del acuerdo, entre los que se encuentran la mayoría de la Europa Occidental y de Norteamérica, se comprometen a inspeccionar, al menos, el 25% de los barcos extranjeros que llegan a sus puertos, si bien esa cifra está sometida a revisión al alza.
El cómputo, en cualquier caso, se realiza en cada país, no en cada puerto. Quiere decirse que el porcentaje puede ser mayor en un puerto que en otro y, en la mayoría de los casos, el volumen de actividad depende de la dotación humana de cada capitanía marítima, que son los organismos de los que dependen las inspecciones.
En el caso de Gijón, el número de inspecciones ha sido decreciente durante el último lustro. En 2004 fueron inspeccionados 119 barcos, con un resultado de tres detenidos. Un año más tarde se pasó a 99 exámenes, que depararon siete retenciones. En 2006, con 93 evaluaciones, el número de buques detenidos se elevó hasta 10. Las visitas a los barcos para comprobar su estado y equipamiento en materia de seguridad continuaron disminuyendo en 2007, con 87 casos y 8 anulaciones temporales del permiso de navegación hasta que fueron solucionadas las deficiencias consideradas graves. Por último, como queda dicho, el pasado año fueron inspeccionados en El Musel 77 barcos, de los que 7 tuvieron que corregir irregularidades antes de poder zarpar.
Tres de los siete barcos detenidos, el 'Pac Star', el IVS Merlot y el 'Haoning Glory', navegan con bandera panameña. Al último de ellos le fueron detectadas a su llegada a El Musel nada menos que 20 anomalías que provocan detención, subsanadas en siete días de amarre.
Entre los siete barcos retenidos sumaron 39 días de paro forzoso. La detención más corta la protagonizó el 'IVS Merlot', que en un solo día resolvió las 12 anomalías graves que le fueron detectadas, mientras que el 'Dong A Rhea', de pabellón de la República de Korea, tardó 9 días en solucionar otros tantos defectos que le impedían navegar en las condiciones exigidas en el MOU.
Antítesis
La evolución decreciente del número de inspecciones que se produjo en El Musel tuvo su antítesis en Avilés, si bien la estadística avilesina no fue de aumento constante. En cualquier caso, la Capitanía Marítima de Avilés pasó de efectuar 53 exámenes, en 2004, a los 85 del pasado año.
También el historial de ambos puertos es distinto en lo que a detenciones se refiere. Hace un lustro, El Musel practicó 119 inspecciones con 3 detenciones, mientras que el puerto avilesino, con 53 análisis, paró 5 buques.
Desde entonces, los expertos gijoneses detectaron siempre más causas de detención que sus compañeros de Avilés.
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