domingo, 21 de diciembre de 2008

La dificultad de acabar con los piratas

Fuente: La Opinión Coruña

MANUEL BARRAL. A CORUÑA. "A los piratas somalíes es imposible pararlos con una acción militar exclusivamente en el mar porque los piratas están en tierra. Y aunque haya una misión terrestre, debe ser el propio estado ribereño, dotándolo de infraestructuras, de un marco judicial poderoso, económicamente grande y un estado policial suficientemente fuerte, el que tiene la responsabilidad última para que deje de existir la criminalidad en tierra y mar". Así de rotundo es el capitán de navío coruñés y ex director de la Célula de Coordinación de la Unión Europea contra la Piratería en el Índico, Andrés Breijo, en relación con las acciones que se están iniciando para acabar con la piratería en la zona.
Este experto en asaltos marítimos, que participó hace unos días en una mesa redonda sobre la piratería organizada por la Fundación Carlos Casares en Ferrol, considera que acabar con los ataques en Somalia va a ser muy complicado y que acciones navales como la puesta en marcha por la UE, Atalanta, pretenden reducir el número de casos, "porque eliminarlos del todo es muy difícil", y proporcionar seguridad a los buques mercantes y pesqueros que transitan frente a las costas somalíes, "en especial a las embarcaciones del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas que llevan ayuda humanitaria a la población de Somalia, donde hay más de 3 millones de personas que pasan hambre".
Andrés Breijo apoya las acciones militares que se están preparando para rebajar la conflictividad en aguas del Índico y no ve mal que se inicien misiones por tierra, como ha propuesto la ONU en los últimos días, pero considera que estas iniciativas no van a significar el fin definitivo de la piratería, sobre todo "teniendo en cuenta que ni el propio gobierno de Somalia tiene el control sobre todo el territorio". Por ello, asegura que el objetivo de la misión europea en la zona no sólo es proteger a las embarcaciones que transitan por aguas del Índico "sino que es múltiple: económica, diplomática... creando mecanismos para que en el largo plazo el estado se pueda hacer fuerte y llegue a controlar la situación".
La piratería ha aumentado de forma notable en los últimos años ante el aumento del tráfico marítimo pues más del 90% del comercio mundial se produce por mar. Sin embargo, Breijo recuerda que la piratería "ha existido siempre" y que el motivo de que no se registrasen tantos asaltos en el pasado era el miedo de los armadores a que les subieran las primas del seguro. "Ahora esto ha explotado porque la profesión de pirata se ha convertido en bastante rentable, más que dedicarse a la pesca o a cualquier otra actividad en un país con un hambre endémica desde hace unos cuantos años", aclara el ex director de la célula europea contra la piratería en aguas del Índico.
La zona que ha experimentado el mayor repunte de ataques es el litoral somalí, sobre todo en el golfo de Adén, donde se han contabilizado cerca de un centenar de asaltos en lo que va de año, entre los que se cuentan el secuestro del atunero vasco Playa de Bakio, a finales de abril y con tripulación gallega, y el intento de saqueo de otra embarcación vasca perteneciente a la misma armadora, el Playa de Anzoras.
Los corsarios aprovechan esta travesía marítima, en la que los buques se ven obligados a reducir la velocidad para pasar con seguridad, porque les es más fácil interceptar a sus objetivos. Esto ha provocado que "sólo en este verano se hayan producido en el golfo de Adén el doble de ataques que en todo 2007 en el litoral somalí".
El armamento de los piratas no es muy sofisticado, según Breijo, aunque asegura que gracias a los importantes rescates que reclaman para la liberación de los buques poseen importantes sumas de dinero que le permiten acceder al tráfico de armas y poder mejorar sus equipos de asalto. "El tráfico de armas es una actividad muy boyante en esa zona. No es que sea fácil conseguirlas pero con dinero se consigue. Hasta ahora las armas que portan son ligeras, no se pueden considerar potentes, pero pueden hacer mucho daño a las personas", aclara.
La misión Atalanta ya ha sido lanzada oficialmente y en las próximas semanas partirán hacia el Índico las primeras unidades del dispositivo militar, que podrá perseguir y arrestar a los piratas. Además, Estados Unidos pretende iniciar una misión terrestre para atacar las bases de los saqueadores para arrancar el problema de raíz. La ONU ya ha aprobado una resolución que permite desarrollar la acción siempre que los países que intervengan cuenten con el permiso del Gobierno somalí.

La UE espera que estados ribereños se hagan cargo de los corsarios arrestados

La misión de la UE contra la piratería podrá perseguir a los asaltantes y arrestarlos, aunque la heterogeneidad de las legislaciones nacionales va a dificultar que sean juzgados. Sin embargo, el capitán de navío coruñés, Andrés Breijo, asegura que se están "estudiando unas reglas de enfrentamiento generales, amparadas por la ley, por el convenio del mar, y que se utilizarán para juzgar caso por caso".
Este experto en piratería también desvela que la UE está trabajando para crear acuerdos con algunos países ribereños para que se hagan cargo de los piratas una vez que sean interceptados y "ponerlos a buen recaudo", bajo arresto, y que los barcos sean registrados.
Breijo asegura que el compromiso internacional para erradicar la piratería es total y que eso es lo que ha motivado la puesta en marcha de las distintas acciones de la ONU. "Es una causa muy noble en la que todas las naciones están unidas y los más de cien países que integran Naciones Unidas apoyan unánimemente las iniciativas actuales porque es un hecho al que nadie va a dar la espalda", destaca el capitán de navío coruñés.
En lo que se refiere al coste de una operación naval como la iniciada por la UE, Atalanta, Breijo no revela lo que puede costar porque "es difícil de cuantificar, porque tiene un coste común que depende de la CE y gastos no compartidos que dependen de cada estado" pero recalca que supone una inversión muy importante, al igual que para España enviar un avión, una fragata y un petrolero. "No es barato tener un barco en el mar y mucho menos tenerlo desplazado allí cuatro meses con una gran logística", sentencia el ex director de la célula de coordinación europea.

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