Fuente: Voz de Galicia
Controladores de la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima (Sasemar) denuncian la escasez de personal existente para hacer efectivas las labores de vigilancia y protección de la vida humana en la costa gallega. Esa carencia de medios se debe a que la plantilla debe realizar unos cursos de acción a la misión (CAM) en Gijón que, según los representantes sindicales de los controladores, obliga a recortar el número de personas asignadas en los turnos de trabajo. «Entre tres y cinco profesionales viajan cada vez al desarrollo de estos cursillos, lo que implica una merma de efectivos en las labores de vigilancia y control marítimo», comentó José Manuel Pérez Veda, responsable de área de UGT-Mar.
Tres turnos
El centro zonal de Fisterra cuenta con 21 controladores, que se reparten las tres tandas, de ocho horas cada una, los siete días de la semana. En teoría, en cada turno trabajan tres personas. Pues bien, los operadores se quejan de que la realización de estos cursos formativos provoca que, en algunos de esos turnos, solo haya dos operarios.
«Esta situación implica graves riesgos para la vigilancia en este tramo del litoral español», aseveró José Manuel Pérez Veda. Según él, «la comunidad autónoma gallega es una de las zonas más peligrosas del mundo y requiere de más personal para cubrir todas las incidencias que se puedan generar en un jornada laboral».
Datos impactantes
Los datos facilitados por los controladores son como para echarse a temblar. El área que delimita la responsabilidad geográfica del centro zonal de Fisterra suma una superficie global de 40.950 millas cuadradas, con 1.950 kilómetros de costa, lo que equivale a la extensión de Portugal y a un 25% de todo el territorio peninsular.
El malestar en el colectivo es evidente, porque no solo se trata del amplia área asignada, sino también de que, además de observar los radares, tienen otro tipo de obligaciones también relacionadas con la vigilancia y el control marítimo, como la realización de informes y papeleo. «Gestionamos de forma directa un avión de salvamento, tres helicópteros, cuatro buques y siete embarcaciones rápidas , y de forma indirecta, siete lanchas de la Cruz Roja, así como las del Servizo de Gardacostas de Galicia y otros organismos», señaló el responsable del área interna de UGT-Mar.
Para el sindicato «es imposible que dos personas sean capaces, a la vez, de vigilar y supervisar el tránsito por el dispositivo de separación del tráfico de Fisterra, por el que circulan más de 42.000 mercantes, muchos de ellos con mercancías peligrosas o contaminantes. Además, se coordinan más de 450 emergencias anuales».
Este periódico se puso en contacto ayer con Salvamento Marítimo, que rehusó hacer declaraciones al respecto.
Controladores de la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima (Sasemar) denuncian la escasez de personal existente para hacer efectivas las labores de vigilancia y protección de la vida humana en la costa gallega. Esa carencia de medios se debe a que la plantilla debe realizar unos cursos de acción a la misión (CAM) en Gijón que, según los representantes sindicales de los controladores, obliga a recortar el número de personas asignadas en los turnos de trabajo. «Entre tres y cinco profesionales viajan cada vez al desarrollo de estos cursillos, lo que implica una merma de efectivos en las labores de vigilancia y control marítimo», comentó José Manuel Pérez Veda, responsable de área de UGT-Mar.
Tres turnos
El centro zonal de Fisterra cuenta con 21 controladores, que se reparten las tres tandas, de ocho horas cada una, los siete días de la semana. En teoría, en cada turno trabajan tres personas. Pues bien, los operadores se quejan de que la realización de estos cursos formativos provoca que, en algunos de esos turnos, solo haya dos operarios.
«Esta situación implica graves riesgos para la vigilancia en este tramo del litoral español», aseveró José Manuel Pérez Veda. Según él, «la comunidad autónoma gallega es una de las zonas más peligrosas del mundo y requiere de más personal para cubrir todas las incidencias que se puedan generar en un jornada laboral».
Datos impactantes
Los datos facilitados por los controladores son como para echarse a temblar. El área que delimita la responsabilidad geográfica del centro zonal de Fisterra suma una superficie global de 40.950 millas cuadradas, con 1.950 kilómetros de costa, lo que equivale a la extensión de Portugal y a un 25% de todo el territorio peninsular.
El malestar en el colectivo es evidente, porque no solo se trata del amplia área asignada, sino también de que, además de observar los radares, tienen otro tipo de obligaciones también relacionadas con la vigilancia y el control marítimo, como la realización de informes y papeleo. «Gestionamos de forma directa un avión de salvamento, tres helicópteros, cuatro buques y siete embarcaciones rápidas , y de forma indirecta, siete lanchas de la Cruz Roja, así como las del Servizo de Gardacostas de Galicia y otros organismos», señaló el responsable del área interna de UGT-Mar.
Para el sindicato «es imposible que dos personas sean capaces, a la vez, de vigilar y supervisar el tránsito por el dispositivo de separación del tráfico de Fisterra, por el que circulan más de 42.000 mercantes, muchos de ellos con mercancías peligrosas o contaminantes. Además, se coordinan más de 450 emergencias anuales».
Este periódico se puso en contacto ayer con Salvamento Marítimo, que rehusó hacer declaraciones al respecto.
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