lunes, 13 de octubre de 2008

Chatarra marina, problemas

Fuente: Ensenada net
Por Elizabeth Vargas

Media docena de embarcaciones continúan siendo un peligro para el Puerto, reconoció el Capitán de Puerto José Luis Ríos, tras precisar que estas naves fueron abandonadas hace años o se hayan sujetas a litigio sin que haya un responsable visible de las mismas.

Las embarcaciones que aun quedan por ser convertidas en chatarra de el programa de chatarrización, son la barcaza Cedros, el Secret Island, El Manzanillo, a punto de hundirse, el Catalina hundido desde hace años y el Colima, el nuevo barco hundido en la rada.

Estos barcos, se encuentran desde hace muchos años en el Puerto y legalmente Capitanía de Puerto, no puede disponer de estos para que se desguacen.

Algo de historia

Una de estas embarcaciones es el Bajo Cero, una embarcación de gran tamaño que fue abanderada por México en el 2002.

La nave era un barco congelador con capacidad para procesar alrededor de 100 toneladas diarias de sardina que cuando llegó a Ensenada pretendía ser convertida en una empresa exitosa.

Sin embargo no lo logró, al parecer la empresa propietaria tuvo problemas con el banco y el Bajo Cero quedó abandonado primero en el Puerto de El Sauzal y posteriormente remolcado a Ensenada donde se ubicó dentro del Puerto en un espacio junto al Catalina.

En esta misma época llegó a Ensenada otro barco la Barcaza Isla de Cedros, propiedad de la misma firma que Bajo Cero, que al parecr solo pudo operar unos cuantos meses, para finalmente, quedar también abandonada en el Puerto.

Otros barcos son el Secret Island un pesquero que también llegó a Ensenada para ser rehabilitado, pero que se quedó sin arreglo ocupando un espacio dentro del Puerto donde la corrosión del agua de mar, lo ha convertido en chatarra.

En la misma posición están el Manzanillo y el Colima, dos barcos hermanos de pesca de escama que fueron abandonados hace una década por el propietario una empresa de Veracruz.

La empresa ha recibido numerosos llamados de atención de parte de las autoridades de Capitanía para que recupere sus naves, sin embargo, no ha respondido estos llamados y las naves fueron colocadas junto al resto de los barcos abandonados en el Puerto.

En todos los casos legalmente la Capitanía esta impedida legalmente a disponer de estas naves sin pasar primero por un proceso jurídico que puede llevar años.

Uno de estos ejemplos de proceso jurídico es El buque Catalina, actualmente una lobera en medio de la rada portuaria, que por espacio de dos décadas enfrentó todo tipo de litigios para que finalmente fuera “declarada a favor de la nación” y se convirtiera en una nave sin valor y en un problema para el Puerto.

En el 2007 “El Catalina” fue sujeto a un nuevo proceso, esta vez para licitar su chatarrización, y luego de tres publicaciones oficiales no hubo postor que quisiera la responsabilidad de este caso.

“El Catalina” en la actualidad ya no solo enfrentaría un problema de carácter técnico y jurídico para ser convertido en Chatarra, sino incluso por haberse convertido en una “lobera” su destrucción pasará al plano ambiental lo que cada vez complica mas su situación.

Por otra parte, las autoridades portuarias, Administración Portuaria, Capitanía y Secretaría de Marina, carecen de recursos asignados para disponer finalmente de las embarcaciones.

Estas embarcaciones, fueron abandonadas en muchos de los casos aun con restos de aceite quemado en sus máquinas, con desechos en las sentinas e incluso uno de los barcos tenía a bordo, bengalas de fabricación alemana previa a la segunda guerra mundial.

Algunos de los barcos han logrado ser convertidos en Chatarra finalmente el caso mas conocido el del Tanager, el barco de 10 dólares y actualmente “El General Zapata” este con problemas a bordo de aceites quemados cuya disposición final era un problema.

Muchos de estos barcos que ingresaron a Ensenada lo hicieron sin los permisos correspondientes y sin una fianza, caso del Tanager, otros entraron en procesos legales y ninguna de las partes se ha hecho responsable del bien.

Actualmente se intenta que los responsables o dueños de un barco abandonado logren un acuerdo con alguna empresa que le interese aprovechar la chatarra, sin embargo mientras esto ocurre, el riesgo de que se hunda, permanece latente para el Puerto de Ensenada.

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