Exigen obreros trato digno por parte de los coreanos, así como salarios apegados a lo que establece el contrato colectivo
Fuente: Berenice Turrubiates/MetroNoticias
Altamira, Tamaulipas.- Estalló la violencia en la planta Posco luego de que mil 200 obreros pararon labores y bloquearon la entrada en protesta por el trato inhumano que reciben por parte de los coreanos, y en demanda de mejores prestaciones.
Antes de las ocho de la mañana, los trabajadores se sintieron agredidos por los extranjeros que en un intento por retirarse del lugar, estuvieron a punto de atropellar a varias personas, mientras que algunos obreros respondieron a pedradas ante esta provocación.
Hace tres semanas que comenzó este conflicto cuando una persona murió y otra más quedó paralítica al caer de una estructura metálica, por laboral sin las mínimas condiciones de seguridad.
El sábado pasado, uno de los supervisores coreanos con un marro agredió a dos trabajadores, es por eso que decidieron suspender actividades y exigir a los representantes de los sindicatos, así como autoridades, que pongan un alto al maltrato de que son objeto.
Piden que intervenga la Comisión Nacional de Derechos Humanos porque al interior de Posco, carecen de sanitarios, viéndose obligados a realizar sus necesidades fisiológicas en el monte, además, trabajan jornadas de hasta doce horas con salarios inferiores a los que establece el contrato colectivo.
“Te corren, toman represalias en contra tuya, por eso nadie quiere hablar, por eso estamos bien intimidados aquí en el trabajo. Nos tratan mal, peor que si fuéramos esclavos. Queremos que venga la CNDH, porque hay maltrato físico, la semana pasada un soldador fue tomado del cuello porque le exigen más trabajo y los salarios están muy bajos”.
Militares y personal de seguridad privada de la Administración Portuaria Integral, vigilaban el área, mientras que el regidor del Ayuntamiento altamirense y secretario general del SITRACE, Ricardo Vega Barrón, dialogaba con los trabajadores.
Al lugar también llegó el representante de la CTM en Altamira, Pablo Santos Castillo, quien dijo que no va a permitir que los inversionistas extranjeros sigan abusando de los obreros mexicanos, por lo que exige la deportación del coreano que agredió a dos personas.
“Estamos pidiendo la destitución y que se lleven a Corea a la gente que lesionó a nuestros compañeros. Un coreano que se llama a Antonio agarró un mazo y un palo para tumbar a dos compañeros que estaban en una plataforma, imagínate si se lesiona. Ahora hay gente que la tiene en el seguro social con categoría inferior. Ya hubo un muerto y tenía menos categoría y eso tampoco lo vamos a permitir”.
Las compañías encargadas de la edificación de la planta son: Intime control, Deahe-Khomex y Posco Construcción. Las tres violan la ley federal trabajo.
Los obreros van a trabajar hasta que autoridades, representantes sindicales y empresas, lleguen a un acuerdo. Pues hace quince días Posco se comprometió a pagarles el salario convenido en el contrato colectivo, promesa que incumplió.
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